Capítulo 3.

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Salir de la cama había sido todo un reto.

Sus piernas seguían temblando como gelatina y había tenido que cambiarse de ropa interior ya que la que tenía estaba empapada. Su mente no podía dejar de pensar en lo sucedido...

Ese sueño, se había sentido tan real.

Y ese chico.... Jack. Él también tenía un aura extraño. Nae sacude su cabeza y después  de ponerse algo decente decide bajar, topandose con su hermano quien preparaba el desayuno.

— Buenos días, bella durmiente. — Sonríe. — Debes tener hambre, ayer cuando regrese te encontre tan dormida como un tronco que ni siquiera quise despertarte. Por ende ya no comiste. —

Ella frunce su entrecejo, no recordaba haberse ido a dormir.  Bosteza e intenta estirarse un poco ya que todo le dolía. — Nam... ¿Anoche a qué  hora regresó la electricidad? — Pregunta mientras toma asiento en la barra. Su hermano se acerca pero luce confundido.

— Anoche la electricidad nunca se fue... Yo regrese y las luces seguían encendidas. — Responde dejando el desayuno frente a ella. — ¿Te sientes bien? Creo que algo te pico... Tienes el cuello lleno de marcas. — Menciona.

Ella se cubre el cuello. — Yo... No lo sé. — Dice e intenta comer.

— Tranquila. Come sin prisa y más tarde iré por Jin. Nos alcanza hoy. — Namjoon se acerca para darle un beso en la frente pero apenas lo intenta, un vaso se cae de la alacena rompiéndose al chocar con el piso y evitando que aquello sucediera.

Nae se sobresalta pero Namjoon al ser el mayor y el más sensato se lo toma con calma. — No te asustes. Debió haber Estado mal acomodado o algo.... — Yo lo limpiare. — Sale un momento de la cocina con la intención de buscar una escoba y una bolsa donde poner los vidrios rotos.

No quería portarse inmadura porque ya no era una niña pequeña pero... No podía evitar sentirse observada. Intenta seguir comiendo pero su mente no deja en paz el recuerdo de todo lo aburrido en ese sueño.

— Jack...— Susurra cerrando sus ojos intentando recordarlo. Su rostro pálido con ojeras pronunciadas y círculos oscuros alrededor de sus cuencas; Su cabello negro y brillante; sus ojos resplandecientes y ese piercing en medio de esas gruesas cejas espesas. Y su sonrisa...

Su manera de adorarla.

Abre los ojos al sentir que alguien se acerca pero solo se trata de su hermano quien regresa dispuesto a limpiar el desastre.

*****

Nae observa a su hermano caminar hasta desaparecer y regresa a la casa. Cerrando la puerta se gira pero se detiene abruptamente al encontrarse con su caja tirada en el piso.

El color abandona su rostro pues era imposible que estuviera ahí cuando ella misma la había dejado en su habitación. Asustada pero aún intentando ser fuerte se inclina para poder tomarla y apenas la toca, esta empieza a sonar sola.

Los ojos de Naejoon se abren al tope. O se estaba volviendo loca o algo muy raro estaba pasando en esa casa.

La manija gira y cuando el momento  de abrirse llega, de esta Salta nadie más ni nadie menos que el mismo personaje de ayer.

Jack.

Naejoon se va de espaldas literalmente. Mirándolo incrédula desde el suelo de madera. Este se nota diferente... Su postura burlesca y alegre sigue ahí pero ahora realmente parece revitalizado.

— Hola Ama...— Canturrea el hombre quedando frente a ella. — ¡Ahh! Al fin solos... No sabía que mi ama era una mujer atada. Pero está bien, no me molesta. Es un problema que se puede solucionar, Yo mismo me encargaré, además seguro que Viuda me excitaras más. — Intenta acercarse pero a su vez ella se hace hacia atrás. Ante eso Jack se detiene  y ladea su cabeza. — ¿Qué sucede? ¿Por qué  me evitas? Anoche estabas muy cómoda con mi presencia... Eras todo lo contrario. — este se pone a su altura  y gatea hacia ella de manera juguetona. Parecía un gato jugando con un ratón.

—Escucha...no sé quien eres pero. — Dice con la respiración agitada por el susto cuando no puede seguir huyendo de él. — Pero no es lo que crees... Ese hombre es mi hermano. — comienza a darle explicaciones. —... Y es está casado, con otro hombre. — Agrega como sí diciéndole aquello pudiese evitar que le hicieran algo a Namjoon.

Jack parece pensarlo un momento antes de sonreír. — Mejor aún. Porque no pienso compartirte con nadie Ama... — Jack le toma del tobillo y la jala hacia sí mismo. — Gracias por lo que hiciste por mi, Ama... Pero, necesito más. No he comido en décadas. Y con una sola vez no basta. —

Nae le mira y se encuentra temblando. — No estoy entendiendo nada. — Murmura. —¿Qué eres? ¿Por qué haces esto? —

— Ya te lo dije... Soy Jack. Soy tuyo. — Sonríe. — Y lo hago porque sé que tu también lo deseas, Ama.  Sé que te gusta mucho y yo puedo comer gracias a ti, ambos salimos ganando. —

Ella niega. — Debo estar soñando... Seguro me golpee la cabeza y estoy soñando igual que ayer. —

— ¿Soñando? Pero sí todo fue real Ama... — Ríe y pasa sus dedos por su cuello. —¿Ves las marcas? Yo te las hice... Y tus piernas temblorosas, fui yo quien te dejó  así. — Va bajando la voz a medida que se va acercando. — Ama Naejoon... Estamos Unidos de por vida. — Sonríe.

Ella lo mira, después  el sombrero que posee y después a la Caja. — El muñeco que estaba ahí adentro... Eres tú ¿Verdad? — Pregunta. — ¿Cómo haces eso? —

—Digamos... Que soy un ser mágico capaz de hacer muchas cosas que los simples mortales no pueden. — Jack le acaricia y como siempre su tacto sigue frío. — Cumpliré todos tus deseos... Todas tus fantasías. Te adoraré como mereces pero, quisiera pedirle un favor, Ama... —

— ¿Qué es lo que quieres? —

— ¿Ha ido alguna vez a Gwangju? —

Jack In The Box ©  [JHS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora