Capítulo 20.

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Gwangju era un lugar muy bonito. Quizás no tan grande como Seúl pero si mucho más puro y Pacífico.

Y tal como Jack se lo había pedido, Había buscado un departamento en Ilgok-dong, un barrio de los suburbios de aquella ciudad. 

Ella abre la puerta con las llaves que el casero le había dado. No se quedaría más allá de unas 2 semanas pero había buscado algo muy bien acomodado. Sí bien saldría a turistear, también quería algo cómodo para descansar y... Estar con su ahora esposo a solas.

Entra con todas sus maletas en el recibidos y poniendo su caja en el piso de donde este aparece.

— Me siento molido... — Dice estirandose.

— Y eso que no te tocó viajar en el tren. Siento que me he quedado sin Culo... — Dice quitándose los zapatos para ponerse las pantuflas que saca de una de sus maletas.

— Pues no tienes de que preocuparte, Ama. Yo estoy viendo mucho desde aquí. — Sonríe Jack, incluso tomándose la libertad de palmear cariñosamente el trasero de ella.

— Tan lindo como siempre... — Dice ella rodando los ojos con una sonrisa. Aunque después le da un manotazo para que quité su mano.

Ambos se adentran. No era grande pero en definitiva era mucho mejor que en Seúl.

Jack chasquea los dedos haciendo que todo en las maletas quede acomodado en la habitación mientras Nae se deja caer en el sofá. — Jack... Me duelen los pies. — Susurra.

Y no tiene que decirlo 2 veces pues el bufón inmediatamente llega a ella para darle un masaje.

— Mi amada Ama... No tengo palabras para agradecerle todo lo que ha hecho por mi. — Susurra.

Ella sonríe. — Ya estás masajeando mis pies. — Recuerda.

— No es suficiente. — Niega. — No hago suficiente por usted. Soy un mal arlequín... ¡Oh, Ama! Se lo suplico, Castigueme y humilleme de las maneras más inhumanas posibles... Haga de mi su esclavo sexual y no tenga piedad en hacerm... —

— Jack... — Interrumpe ella. — Basta, No quiero lastimarte... No podría, Yo te quiero y no sé porque el maltrato te emociona tanto.

Jack quien parecía cada vez más emocionado y claramente excitado, se detiene intentando recobrar la calma pero no deja de sonreír. — Lo siento Ama... Ni yo mismo sé el porque soy tan masoquista pero no puedo evitarlo. Es como si tuviera que dejarlo salir de vez en cuándo.

Ella piensa un momento. Pese al tiempo que llevaban juntos y a que estaban comprometidos, su chico seguía siendo en su gran mayoría un enigma.

Ella decide bajar del sofá para sentarse frente a él. — Jack... Quiero hacer otro pacto. — Dice. —¿Se podría?

Este parece demasiado interesado en sus palabras por lo que la deja proseguir. — ¿Qué es lo que quiere hacer en el pacto, Ama?

Nae le muestra su Palma donde la marca de su primer pacto se encontraba. — Yo... He Estado pensando en algo desde que me propusiste matrimonio. — Dice. Jack pone también su Palma frente a la de ella. Su mano era notablemente más grande y los dedos más largos además de transmitir un nulo calor a diferencia de su ama que si se encontraba viva. Lo mejor era ver como ambos anillos a juego relucian juntos. — Y se me ocurrió... Que podríamos casarnos por medio de un pacto. Después de todo, sí no podemos unirnos en una iglesia... Podríamos unir nuestras almas por medio de un pacto.

Y aquello hace que la mirada de Jack se ilumine... ¡Por supuesto! ¿Cómo no había pensado en eso?

— ¿Quiere hacer ahora?

Jack In The Box ©  [JHS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora