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MARK
Por fin había conseguido calmar mi mierda de locura en el ático y había comido mi bocadillo. Extendí y prepare mi saco de dormir en una de las salas de estar de la planta baja para la noche. Jisung no había respondido a mi texto de antes. Me preguntaba si estaba bien, y esperaba que él no estuviera sentado en su casa volviéndose loco sobre nuestra intimidad de la noche anterior.
Pude ver un futuro con Jisung. Cuanto más tiempo pasaba en esta casa, más quería verlo en ella conmigo. No podía explicarlo, pero realmente se sentía como que esta casa no sería un verdadero hogar sin Jisung en ella conmigo. Le envié un rápido de texto más para decirle que estaba pensando en él y luego unas palabras con amigos para jugar mis turnos en los juegos abiertos que había en marcha.
Había acabado de marcar sesenta y ocho puntos en una triple palabra con la letra 'x' cuando oí un fuerte ruido del piso de arriba seguido por lo que sonaba como lamentos de un alma en pena. Sin vacilar, salté de mi nido en el suelo y corrí arriba.
Oí un crujido de tabla del suelo por encima de mi cabeza en el ático. Mierda. ¿De nuevo con el ático culo espeluznante? Eran momentos como este que odiaba ser un alfa. Se esperaba del alfa de ser valiente, pero sinceramente no lo estaba siendo en este momento.
Sin embargo, esta estaba a punto de convertirse en mi casa, así que tuve que ser alfa e investigar. Abrí la puerta del ático y corriendo por las escaleras, sólo me detuve para recuperar la pelota croquet roja en mi camino. No era mucho de un arma, pero al menos tenía algo sólido en la mano.
Cuando brilló mi luz sobre los intrusos, la última persona que yo esperaba ver era Jisung. Si no hubiera estado tan asustado, probablemente habría olido su fuerte olor a manzana y arándano desde abajo. No estaba prestando atención a exactamente esos pequeños detalles por el momento sin embargo.
—¡Mark! ¡Gracias a Dios que eres tú! Espera. ¿Qué haces aquí? — Jisung se detuvo entonces, y me miró con confusión, como si fuera el que estaba fuera de lugar.
—¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué estás haciendo tu aquí? ¿Qué coño, Jisung? ¿Es esto una especie de show en la que me atraes con tu dulce acto y luego me asustas con la escusa de la casa encantada? ¿Para que ustedes dos después puedan robar? De verdad ¡Ni siquiera sé qué pensar en este momento!
Mi miedo se había convertido en rabia, ni siquiera estaba pensando antes de que las palabras salieran volando de mi boca. Jisung ayudó a Felix y le entregó una linterna sin molestarse en mirarme a mí. Su postura rígida me habría preocupado si yo no estuviera tan jodidamente cabreado.
—Felix, ¿podrías recoger el juego de croquet del Abuelo mientras hablo con Mark? El caddie esta más a la izquierda de la escalera. —Felix asintió en silencio y fue a trabajar, mientras que Jisung se volvió hacia mí—¿Mark? ¿Podríamos hablar, por favor?
