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JISUNG
En algún momento cerca del final de mayo.
Me volví a Sungchan y Felix después de que había cerrado la tienda por última vez antes de que tomara mi permiso de paternidad. Honestamente, yo rara vez había estado los últimos meses de todos modos. Entre los tobillos hinchados y dolor de espalda, era un milagro que alguna vez saliera de casa.
—Ahora recuerda, Felix. Sungchan es el que hace los dulces. Permanece fuera de su cocina. Sin entrar ahí y molestar cuando estes aburrido como siempre me has hecho a mí.
Había encontrado en torno al Día de San Valentín que Sungchan era realmente muy bueno en la fabricación de dulces. Le fue bien trabajando solo y siguió mis recetas a la perfección. Resultó que todo lo que Sungchan necesitaba era encontrar la ranura donde encajar mejor. Se había graduado de la escuela secundaria la semana pasada, y ahora estaba disponible para tomar mi lugar y trabajar a tiempo completo.
Felix puso los ojos, pero asintió con la cabeza. Felix era mi empleado a tiempo completo ahora también. Había dejado el Glazed Bun después de que me había ofrecido hacer de él el encargado de Sweet Ballz. Estuvimos lo suficientemente ocupados que tuvimos a un par de chicos de secundaria trabajando a tiempo parcial. Felix era increíble en la organización, y en realidad estaba corriendo un barco fuerte.
Felix tomó mi brazo y me ayudó a bajar el paso a la zona de aparcamiento.
—Fácil ahora, Jisung. Felix te tiene. ¿Ahora, esta Jisung seguro de que Felix no puede tentar a Jisung en meterse en la boutique del bebé por un minuto? Hay una nueva muestra de los pequeños bodies más lindos en la ventana. Felix tiene que comprobar.
Sonreí cuando Felix me ayudó a entrar en el asiento del copiloto de su coche. No conducía en estos días. En parte debido a la preocupación de Mark desde que tenía tan cerca mi fecha de parto, pero sobre todo porque tenía un tiempo difícil en acuñar mi tripa grande detrás del volante.
—Lo haría, Felix. ¡Pero tengo tanta hambre! —Felix me miraba con una sonrisa de complicidad. Todo lo que hacía últimamente era comer. Terminaba una comida y luego iba en busca de otro bocado. El crecimiento de un bebé era trabajo de hambre al parecer.
Felix salió de la plaza de aparcamiento y se dirigió hacia mi lugar.
—¿Tiene Mark la comida lista para Jisung? Debido a que Jisung está demasiado gordo para cocinar.
Miré encima de su cara sonriente.
—Cuidado con los chistes, Felix. Sólo tienes que esperar. Algún día serás el único que estará tan grande como una casa y voy a estar listo con mi venganza.
Felix se estremeció de horror.
—¡Agh, no! Felix será un tío maravilloso, pero Felix no tiene planes de dar a luz bebés. Nop. No sucederá, Jisung.
