-Esta bien- Respondí con una sonrisa algo incomoda.
Mientras la cara de Marina era de emoción, una sonrisa de oreja a oreja.
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Llegando a casa note que mi mamá no había hecho la comida.
-Cámbiate, iremos a casa de tu abuela- Dijo mientras cerraba la puerta.
-Esta bien- Dije algo desanimada. Ya sabía lo que estaba por suceder.
Esa tarde mi abuela nos había invitado a comer para poder hablar conmigo sobre mi elección de lo que iba a estudiar. Me dio todo un sermón sobre el porque del arte no se vive y que la mejor opción era estudiar algo en Finanzas.
Se que jamás quiso hacerme sentir mal, pero la vida que había llevado nunca fue lo que soñé y no pensaba cometer el mismo error.
Ya estando en el auto mi mamá comenzó a explicarme las cosas.
-Tu abuela quiere hablar contigo sobre tu futuro-
-¿Por qué ella y no tu?-Respondí molesta. Ya estaba algo a la defensiva.
-Porque sea lo que elijas sabes que ella nos ayudara a pagar los gastos de la universidad- Respondió en tono pasivo.
Sabía que me estaba enojando y ella no quería empeorar las cosas, se que solo buscaba la manera de ayudar.
-O sea que puedo elegir lo que me apasione?- Pregunté.
-Si, pero debe ser una carrera de verdad- Dijo algo cansada. -Estoy segura que llegaremos a un acuerdo- Continuo con un suspiro.
Así llegamos y nos paramos frente de su casa, parecía que mi mamá y yo sabíamos en lo que iba acabar esto, aun así tomamos aire y nos bajamos del carro.
Tocamos el timbre y a lo lejos se escucho una voz responder.
-Ya voy-
Al instante oímos como iban quitando los seguros de la puerta para abrir y ver asomarse una cabecita con cabello blanco.
-Llegaron mas temprano de lo que esperaba- Decía en tono alegre. -Pasen, ya esta la comida en la mesa- Seguía con esa sonrisa en la cara.
-Gracias ma, como estas?- Le preguntaba mi mamá a mi abuela mientras caminábamos al comedor.
-Muy bien hija, contenta de verlas- Respondió.
Tomamos asiento y empezó la pelea...digo la comida.
-Aria, como estas?, te noto algo sería- Me preguntaba mi abuela.
-Bien abue, solo algo abrumada por la escuela- Le dije mientras le regalaba una sonrisa lo mas sincera posible.
-Las invite porque quiero hablar contigo- Dijo mientras tomaba los cubiertos.
Yo preferí quedarme callada,
-Es momento de que sepas lo que realmente es bueno para tu futuro- Sentí su mirada pero yo prefería concentrarme en mi comida.
-Sabemos lo mucho que te gusta pintar, pero debes entender que allá fuera la vida no es como piensas-
Claro que tenía idea de como era realmente, ya lo viví y es horrible. Preferí no responderle y continuar comiendo.
-Tu madre y yo solo queremos que tengas un buen futuro- Hizo una pausa para agarrar aire. -Estábamos pensando en que podrías elegir una carrera en Finanzas, deja mucho dinero y tu eres buena en los números-
-Muchas gracias Abuela, pero creo igual soy buena en las Artes- Le dije regalándole otra sonrisa.
En eso dio un suspiro y continuo. -Si, eres buena, pero eso no deja dinero- Respondió con un tono de superioridad.
-Creo que cualquier cosa te puede hacer ganar dinero siempre y cuando luches por ello- Continúe.
-Aria, solo queremos lo mejor para ti- Dijo algo enojada. -No queremos que te falte nada-
-Si realmente buscan lo mejor para mi deberían dejarme estudiar lo que quiero- Ya estaba a punto de estallar.
-Queremos lo mejor para ti, por eso no quiero que sufras el día de mañana por no tener el suficiente ingreso-
-Lo siento abuela, pero les guste o no el Arte es lo que yo quiero, y es la carrera que pienso elegir. Llevo toda mi vida complaciéndolas, llevo buen promedio, no salgo de fiesta, hago todo lo que me piden y espero que por esta única vez tenga el derecho a elegir- Dije mientras me levantaba de la mesa.
-Aria, por favor compórtate- Decía mi mamá en un tono pasivo. -Siéntate, estamos comiendo-
No hice caso, solo agarre camino y salí de la casa.
Me sentía extraña, de niña jamás recuerdo haberme comportado de esta manera. Seguramente después de esto iba a estar castigada, pero era hora de que me escucharan. Nunca les reclamé nada, ahora ellas debían aceptar lo que yo quería.
Si no hubiera vivido la adultez seguramente seguiría siendo esa adolescente tímida, haciendo caso a todo lo que mis mayores me dijeran, pero ya no más. Era el momento de arriesgarme y tomar mis decisiones.
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Recuerdos de mi adolescencia
Novela JuvenilAlguna vez te paso por la cabeza lo que hubieras logrado al perseguir tus sueños, donde estarías si no escucharas la opinión de los demás y te lanzaras hacer lo que te apasiona. Y si tuvieras la oportunidad de volver al pasado y hacerlo bien, que co...