Henry Hart es el mejor amigo de ____ Villegas.
____ Villegas es la mejor amiga de Henry Hart.
Ambos se conocían como la palma de su mano, ¿o no?
Ambos guardaban secretos, los cuales poco a poco salen a la luz, pero...
¿Sus sentimientos se verán per...
La chica se puso de puntitas para alcanzar el ducto de ventilación, tendría que apurarse o si no entrarían aquellos guardias y la descubrirían. Pego un salto hasta alcanzar el ducto, jalo la rendija tratando de quitarla, no funcionó; tiro con más fuerza hasta dejar sus manos rojas, puso toda la fuerza que tenía hasta quitar la rendija que casi se cae de sus manos, la agarro con fuerza contra su pecho esperando a que los guardias no escucharán el ruido. Suspiro al ver que no entraba ninguno. Se preparó para dar un salto más alto y entrar al ducto de ventilación.
1... 2... 3.
Salto con fuerza hasta dejar medio cuerpo en el ducto y sus piernas colgando a fuera, dejó todo su peso en la parte superior de su cuerpo para no volverse a caer.
El sonido de la puerta siendo tocada la alertó.
-¡Oye, apúrate ¿Quieres?!- se escuchó la voz del hombre al otro lado de la puerta.
Decidió concentrarse en dejar entrar su cuerpo completo, gateo con sus brazos hasta levantar sus piernas al ducto y entrar completamente en el. Celebró internamente su logro, se sentó incómodamente en el ducto para poner de nuevo la rendija y no crear ninguna sospecha de por dónde se fue, aunque sabía que no tardarían mucho por averiguarlo. Al ver que la rendija estaba "perfectamente" en su sitio, empezó a gatear hasta alejarse del lugar. Al ya alejarse, no pudo escuchar el ajetreo que se creó.
-¡Si no sales en este mismo instante, nosotros entraremos!- declaró el otro guardia, harto de esperar. Ambos se miraron a los ojos asintiendo con la cabeza para luego abrir la puerta bruscamente.
Miraron a su alrededor para luego empezar a abrir los cubículos hasta encontrarla, algo que claramente, no sucedió. Al ver que no estaba en el baño, se miraron nerviosos.
Estaban en problemas.
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No sabía cuánto tiempo había estado gateando por los ductos, lo que si sabía era que se estaba empezando a cansar, decidió tomar un pequeño descanso sentándose incómodamente en el ducto, recostando su espalda contra las paredes. Respiró profundo, no sabía por qué estaba tan cansada, tal vez era otro efecto secundario de aquel suero. Después de todo ya se había enfermado enormemente al entrar el suero en su sistema, olvidar sus recuerdos de lo que pasó luego de ponerse el suero, el dolor en su cuerpo, la urticaria y ahora, el cansancio.
No sabía lo que le estaba pasando, y eso la asustaba.
Cerró los ojos, tratando de calmarse. Aunque los abrió al escuchar la conversación.
-¡¿Cómo que no estaba?!
<<Esa voz...>>
Era la del Dr. Minyak, parece que ya sabe dónde se encuentra, no sabía si alejarse del lugar o quedarse allí quieta hasta esperar a que se vayan. Decidió quedarse ahí, si empezaba a irse podrían escuchar sus pasos y saber dónde se escondía.
