Capítulo 11

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POV: NARRADOR

Sofía se despertó a la madrugada pensando que ya había amanecido, miró por la ventana y se dió cuenta que aún seguía de noche, así que fue a la cocina y abrió la puerta, pero en cuanto vio en frente de sus ojos a Tomás y Matías con un montón de ojeras y buscando entre la heladera se pegó un buen susto.

-Sofía, ¿dónde están nuestros refrescos?- preguntó Matías

-¿Qué refrescos?- respondió la chica de una forma inocente.

-No te hagas la boluda, porque estoy seguro de que vos la agarraste- respondió Matías mirándola directamente a los ojos.

-Fue Thiago- respondió la rubia en voz alta y salió corriendo hacia su cuarto cerrando la puerta de golpe.

-¿Qué te pasa?- dijo Iván un poco despeinado frotándose los ojos, estaba dormido y se acababa de despertar por el quilombo que habían armado.

-No hay tiempo, somos gente muerta- dijo ella poniendo una silla en el pestillo y girando la llave.

Sofía agarró la bolsa de Doritos y las latas de coca cola y las tiró por la ventana, luego tomó un poco de plata que había en la mesa y levantó a Iván tirándole del brazo.

-Para boluda, ¿qué haces?- insistió Iván algo confundido.

-Abrigate rápido

-Pero, ¿por qué?

-No entendés, ellos descubrieron que agarramos su comida, Tomás por una coca cola ASESINA- respondió ella abriendo los ojos y empujando la puerta -Rápido, les dije que fue Thiago.

Sofía se puso un buso que había encontrado tirado en el piso y abrió la ventana que daba al balcón, ya que su cuarto quedaba en el segundo piso de la casa.

-¿VOS SOS PELOTUDA?- respondió él saliendo atrás de ella puesto a que se había caído de cara contra el suelo.

Sofía dió un quejido de dolor, y se levantó del sueño tocándose la frente, pero no le importó y siguió con su plan.

-Vení, seguime- le dijo ella subiéndose por una escalera que estaba al lado de la ventana, la cual iba hacia el tejado de la casa.

Los dos se subieron, Iván esperó a que Sofi subiera primero ya que no quería contemplar ciertas vistas, así que la chica le tomó la mano ya en el tejado y se sentaron en el techo a ver el amanecer.

Ella del lado derecho y el del izquierdo.

No tenían un teléfono a mano para saber exactamente la hora que era, pero eso no les importaba en ese momento, era el amanecer más bonito que iban a contemplar.

POV: IVÁN

Sofía estaba un poco loco, o más bien, siempre lo estuvo, pero algo de lo que no me percaté cuando salimos, es que ella se había puesto uno de mis busos.

Se veía tierna, le había quedado bastante grande, así que decidí decírselo.

-¿Sabes que es lo que tenés puesto?- pregunté.

-No sé, me encontré esto en el piso, lo sacudí un poco para quitarle la tierra y me lo puse, ni siquiera sé si esta limpio o sucio- rió ella.

-Se te ve lindo mi buso- le dije mirando hacia el sol, el cual estaba saliendo.

-¿Es tuyo?- me preguntó poniendo su mirada fija en mí, pude llegar a ver qué sus mejillas estaban rosadas, se veía demasiado linda.

-Se te ve mejor a vos- respondí ignorando la pregunta que me había hecho.

POV: NARRADOR

Sofía respondió con una muy sincera sonrisa, que esa vez en particular, no era de gracia, sino de felicidad.

Iván se acercó más a ella y la rodeó con sus brazos, ella solo respondió apoyando su cabeza en el hombro del chico.

-Después pásame tip de donde compras la ropa, linda- dijo él sarcásticamente mirándola a los ojos.

-Sí, te paso la tienda online- respondió devolviéndole la mirada.

Iván solo supo tomar su barbilla y darle un dulce beso al cuál ella correspondería, parecía una película, el tiempo se frenó por completo, solo eran ellos dos frente a un hermoso y cálido sol, nadie más en el mundo.

Los dos apartaron sus rostros y sonrieron.

-¿Y si desaparecemos por un rato?- propuso la chica.

-No es una mala idea- respondió.

Se miraron y asintieron para luego volver a bajar las escaleras, primero Iván, luego Sofía.

Sofía iba casi por lo último, cuando se enganchó un pie por la parte de atrás y se fue para adelante.

Iván la quedó mirando y la salvó tomándola por la cintura.

-¿Cuando va a ser el día que no te partas la jeta?- preguntó negando con la cabeza con la chica aún en brazos.

-Bueno che, fue solo una caidita, tampoco es para tanto- respondió inflando los cachetes y frunciendo el seño de brazos cruzados.

El chico solo sonrió ante tal puchero y le contagió la risa a Sofía.

[...]

-¡Ya te dije que yo no me tomé su coca!- respondió frustrado con el pelo desarreglado, lo habían despertado solo para pelear.

-¿Y entonces quién más va a ser?- respondió Tomás.

¿Y quién más? Fue Sofía con el novio, Rodrigo ronca más que oso hibernando y Sofía se levanta todos los días a las tres de la mañana, además yo soy uno solo, ellos son dos, ¿cuántas cocas eran?

-Dos...- respondió Matías mirando al cuarto de Sofía el cual se encontraba en frente, ahora le cerraba todo.

Rodrigo, que ya se había dormido en la misma habitación que Thiago, se despertó por el quilombo que habían armado.

-Contexto- dijo él.

-El pollera de Iván y mi hermana nos robaron los suministros- dijo Tomás escondiéndose en el pecho de Matías fingiendo que lloraba.

-Y bueno, Iván y Sofía durmieron juntos y están en la pieza de en frente, vayan a encararlos y a mí déjenme dormir- dijo él tirandoles con un almohadón.

-Trolazos- susurró Tomás haciendo que Rodrigo y Thiago los miren con cara de odio.

Mientras tanto Sofía e Iván ya estaban en el otro lado del barrio yendo a dar una vuelta por ahí.

[...]

Ellos se sentaron en frente del lago al que siempre iban cuando estaban aburridos o no tenían nada que hacer, y se quedaron callados mirando el agua y alimentando a los patos con un pan que compraron por ahí.

-Iván- lo llamó la chica haciendo que la atención del ya mencionado se pose en ella.

Abrió los ojos y asintió mirándola cómo diciendo "¿qué pasa?"

-Nosotros, ¿qué somos?

El Amigo De Mi Hermano [Spreen y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora