¿Qué estás haciendo, Grey? Es el último día de este viaje. Anastasia me ha estado evitando todo el día, creo que es por mi pésimo humor. ¿Qué haré cuando bajemos de este barco? Mientras la veo con el estúpido fotógrafo, apresuro mis pasos. Al verme, ella también se aleja de él.
- ¿Me seguirás evitando? - pregunto.
- No te evito, Christian. Me siento nerviosa. Todo termina hoy, hay mucho por hacer - responde ella.
- ¿Te irás conmigo, cierto? - insisto.
- ¿Qué? - se sorprende.
- No irás a Portland, vendrás conmigo a Seattle - le digo.
- Tú no quieres eso - responde con seguridad.
- ¿Cómo lo sabes? - le pregunto.
- Mírate. Estás de mal humor, diría que estás asustado y no sabes qué hacer conmigo - me dice tan directa como siempre.
- No quiero alejarme de ti - confieso.
- Yo tengo que ver a mi familia - argumenta ella.
- ¡Ana, no puedes dejarme! - le imploro.
- ¡Christian! Lo mejor será que cada quien vuelva a su espacio y hablemos después - su voz se quiebra y me da la espalda.
- ¿Después? ¿Por qué después?
- ¡Christian! Debes tomar por ti mismo la decisión si allá afuera, en tu mundo, hay un espacio para mí. No quiero forzar a nada - me explica con determinación.
- ¡Vamos a Seattle a averiguar eso juntos!
- Tengo que ver a mi familia, ya te dije.
- ¿No quieres ir conmigo? - insisto.
- ¡No! - responde con firmeza.
Nos quedamos en silencio por un momento, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Finalmente, Ana se acerca y me abraza con ternura.
- Sea lo que sea que decidas, Christian, siempre serás una parte importante de mi vida - me dice con sinceridad.
- Lo mismo digo, Ana - respondo, devolviéndole el abrazo con fuerza.
Nos acercamos a la orilla y un grupo de personas nos recibe con entusiasmo, agitando sus brazos en señal de saludo. Entre la multitud distingo a dos mujeres y un hombre de edad mayor, junto con una anciana que camina apoyada en el brazo de un hombre más joven.
- ¡Es mi familia! - señala Ana emocionada. - Papá, indica mientras su dedo apunta al hombre de aspecto paternal - Mamá - continúa señalando a una mujer con una sonrisa cálida - la madre de Kate - añade con afecto - y mi abuela. Luego, dirige su mirada hacia el tipo. - Él es Ethan, hermano de Kate.
Tomándola de la cintura, intento acercarla a mi como otras veces, pero Ana parece distante, sin responder a mi abrazo y manteniendo su distancia.
- Seguro Kate y Laura les contaron algo de ti, por eso están todos aquí, pero no tienes ninguna obligación de saludar o nada, Christian - murmura Ana con un deje de cautela en su voz.
- ¿No quieres presentarme?
- ¿Quieres que te presente?"
Un grito interrumpe nuestra conversación cuando el tal Ethan corre hacia nosotros soltando el brazo de la anciana.
- ¡Mis niñas! - exclama la madre de Anastasia desde abajo. - ¡Las extrañé! ¿Cómo están todos? - nos grita con alegría.
El padre de Ana nota la presencia de Mateo y lo mira con sorpresa, mientras él parece querer desaparecer detrás de Laura, pero se recompone y camina algunos pasos hacia adelante.
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Anastasia Steele
RomanceSoy lo que dicen, un maldito tiburón en los negocios, el rey de las fusiones y adquisiciones. Comprar barato, invertir en tecnología, mejorar y vender a un alto precio. Soy un genio haciendo mi trabajo y eso me ha hecho ganar más dinero del que pued...