dos.

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(editado)
Rubius caminaba tranquilamente mientras recolectaba unas cuantas flores para una sorpresa que tenía planeada para Vegetta. Yendo hacia el mar, se encontró con la casa de Quackity y le dio curiosidad entrar a ver si estaba ahí y pedirle unas cuantas flores más.

Tocó una, dos, tres veces y nadie abría, así que supuso que no había nadie en la casa y entró. Él sabía perfectamente que eso era ilegal, pero si ningún integrante lo veía no habrían problemas.

Lo primero que notó al entrar fue un pato llamado "Tentaculos". Vaya nombre, pensó. Ignoró a este y caminó hacia los cofres que estaban sobre la pared para abrirlos y buscar algo que le sirviera.

En el primero realmente no había mucho, algunos bloques de piedra, carne de zombie y más cosas innecesarias.

Justo cuando estaba por abrir el segundo cofre, se sobresaltó al escuchar la puerta azotarse. Era Quackity.

—¡A la verga! ¿Qué haces aquí, Rubius? —preguntó mientras cargaba al chango que había traído para que fuera su otro hijo.

—Te estaba buscando, te echaba de menos —mencionó el más alto corriendo a abrazarlo para que olvidara que estaba esculcando sus cofres.

—Ay, Rubius, si aquí ando todo el pinche día. Ahora vete pa' allá, que me aplastas a mi changuito —sonreía sonrojado mientras bajaba al ya mencionado chango. Quería preguntar el por qué estaba revisando sus cofres, pero su pensamiento fue interrumpido.

—Bueno, estuve un poco ocupado en algo y no te había podido ver. Me haces falta, Quackity —dijo mientras miraba atentamente cada movimiento del menor.

—Yo también te extrañaba, pero siempre que te buscaba estabas con Vegetta y no los quería molestar.

—No te preocupes, Quack. Tú nunca serás una molestia para mí.

Esto hizo que el menor se sintiera muy especial; él era muy especial para Rubius. El menor no aguantó y se tiró a abrazarlo. El mayor aceptó gustoso mientras le acariciaba la espalda.

Después de unos minutos, Rubius le continuo sacando plática y pregunto si tenía flores extra ya que según el quería decorar su casa. Y el chico de beanie le dio todas las que tenía.

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Unas horas después de lo ocurrido, Quackity paseaba cerca de su casa y, mientras volvía, se encontró con la casa de Luzu. Así que pensó en saludarlo.

Tocó y gritó: "¡Luzu! Soy yo, Quackity, ábreme, Luzu, tengo frío."

Luzu le abrió la puerta y le dio paso a su casa.

—¿Qué tal, Quackity? —sonrió el mayor mientras le acariciaba la espalda.

—Todo chido. Estaba paseando por aquí y decidí visitarte. ¿Está bien? ¿No molesto? —preguntó el menor nervioso por no haber preguntado. Rubius le había dicho que no podía llegar a su casa como si nada, que debía preguntar, y no quería que Luzu se enfadara con él por lo mismo.

—Está bien, Quack. Justo quería un poco de compañía, y la tuya es perfecta —dijo mientras sonreía.

Esto le hizo entrar en confianza de nuevo al menor y comenzaron a platicar con un ambiente muy cómodo.

—Y entonces que Rubius me puso a picar un chingo de piedra, pero no me quejo; me dio un abrazo después —relataba el castaño mientras movía sus pies hacia adelante y hacia atrás y comía un trozo de pan que le había regalado Luzu.

Luzu lo miraba con pena y lástima, decidido a hablar con el rubio por aprovecharse así del pequeño. Aún así estaba acostumbrado, no era el primero ni el último del que Rubius se aprovecharía.

—Pero Quackity, ¿él te puso a picar piedra por tres horas seguidas mientras él se iba y solo te dio un abrazo de recompensa? —reclamó mientras lo miraba.

—Sí, Luzu, justo eso te conté. ¡Nombre, Luzu, ya te está afectando ser tan viejito! ¿Quieres que te cuente todo de nuevo? Por mí no hay problema, te entiendo, Luzu —sonrió comprensivo el menor.

—No, no, Quackity, sí entendí. Gracias por contarme —trató de sentir menos lástima por el menor y sacó otro tema de conversación.

—Hey, es de noche, es peligroso que vuelvas solo a casa. Quédate a dormir aquí —dijo mientras sacaba un saco para dormir de su cofre.

—Ay, Luzu, nada más dime que te gusto y nos besamos, no hay que poner pretextos —soltó una carcajada mientras se tomaba de la panza. Era un poco exagerado.

Luzu rió también, pero menos fuerte, y se comenzaba a recostar sobre el saco de dormir.

—Vaya niño, tienes mucha imaginación. Anda, acuéstate a dormir.

Quackity lo miró sorprendido, analizando la situación.

—Luzu, párate del piso. ¿Cómo vas a dormir ahí? Duerme en tu cama, yo puedo dormir también en el saco. Ándale, Luzu —dijo mientras trataba de levantar al mayor.

—No te preocupes, Quackity. Utiliza la cama; ahí dormirás más a gusto, y para la próxima yo dormiré en tu cama —bromeó para convencer al menor.

—Pero tú estás más viejito, Luzu. Te va a costar levantarte y te lastimarás la espalda —lo miró preocupado, pero parecía que el mayor ya estaba dormido. Así que no tuvo de otra más que dormir en la cama.

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Nuevo capítulo: pensé en agregar a Luzu para más drama. Díganme, ¿les gustaría ver algo de Luzu x Quackity sin desplazar el ship principal? Pienso que podría dar un buen giro a la historia, pero claro, ¡me importa su opinión! Lo haré solo si a ustedes les gusta.

Y de nuevo, perdónenme por el castellano de los personajes.

792 palabras.
18/07/22.

¡CORRECCIÓN!
16/06/24.
913 palabras.

together? →「rubckity」¡ 𝗖𝗢𝗥𝗥𝗜𝗚𝗜𝗘𝗡𝗗𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora