tres.

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(editado)

Los días pasaron y ambos estaban metidos en sus propios asuntos sin tener que preocuparse o interesarse el uno en el otro. Quackity ahora pasaba la mayor parte del tiempo con Luzu; se habían vuelto muy cercanos. Mientras tanto, Rubius continuaba pasando todo su día causando muertes o explosiones por todo Karmaland.

Quackity estaba caminando por el pueblo cuando escuchó a Vegetta peleando con alguien.

Quackity.

Caminé hacia donde escuchaba el pinche escándalo para ver qué vergas pasaba. Mientras me iba acercando, vi que se trataba de Rubius. Al parecer, peleaban por las cosas ilegales que había hecho esta semana.

—Hola, buenas tardes. ¿Qué pasa? ¿Por qué se están madreando aquí, en medio del pueblo? ¡Qué irrespetuosos! —dije mientras me acercaba a los chicos.

—¿Qué tal, Quackity? ¿Cómo te ha tratado la vida? No he hablado mucho contigo —respondió Vegetta, ignorando a Rubius y sacando un nuevo tema de conversación.

—Pues bien. Luzu es muy bueno conmigo y me anda cuidando todo el día —sonrió Quackity mientras se acercaba a Vegetta para platicar mejor.

Mientras tanto, el chico con máscara de oso no hablaba; apenas respiraba viendo cómo sus dos chicos platicaban animadamente. Eso le causó cierta desesperación. ¿Qué había mencionado Quackity? ¿Que estaba con Luzu todo el día? Vaya mierda de día.

Justo cuando estaba por irse de ahí, Quackity le habló.

—Hey, Rubius, no me has hablado nadita en estos días. ¿Estás molesto conmigo? Perdona si la última vez que te vi entré a tu casa sin tu permiso. No quiero que estés molesto conmigo, Rubius —dicho esto, el menor lo miró con miedo de que el mayor aún siguiera molesto por ese descuido suyo.

—Déjalo, Quackity. Mejor ven, te tengo un regalo. Pensaba dárselo a Rubius, pero no se lo merece. Pero a ti no te he visto mucho, así que tómalo como regalo de inicio de amistad —el más alto los miró sorprendido. ¿Cómo por qué Vegetta le daría un regalo a Quackity que era para él? Quackity ni siquiera lo merecía; apenas habían hablado. ¡Aparte, el regalo era para él!

Vegetta sacó un sombrero de su inventario y se lo dio a Quackity. El más pequeño, muy emocionado, se lo colocó y abrazó a Vegetta con mucho cariño.

—No mames, Vegetta, muchas gracias, güey —mencionó agradecido mientras lo abrazaba.

—Bueno, Quack, vamos a mi casa un rato, que tengo algo que mostrarte —habló por fin el oso, cambiando de tema por segunda vez. Claramente, no iba a mostrar su molestia enfrente de Quackity. El pequeño no tenía idea de nada y tampoco quería hacerlo sentir mal. Vamos, él lo quería mucho, aunque no lo hiciera notar tanto.

—Ahuevo, vamos todos juntitos —los tres comenzaron a caminar por donde los guiaba Rubius. Todos llegaron a la casa y, al ver que tenía dos cofres ahí, Quackity los abrió y, al ver que no tenía nada, los cerró sin más.

Al parecer, Rubius solo le habló para enseñarle a su nuevo cerdo, así que se fue a tratar de mejorar su casa, ya que le habían explotado una mina y había quedado horrible con tantos bloques aleatorios para rellenar el hueco.

Entró y lo primero que pensó es que no había traído a Calamardo a su nueva casita, así que corrió hacia la casa de Luzu para agarrarlo.

Llegando, entró y lo tomó. Vio que no había nadie ahí, así que se asomó para ver la nueva construcción de Luzu, que al parecer era su nueva casa. Sin notarlo, dejó la puerta abierta y el duendecillo de Luzu, llamado "Anselmo", escapó. Pero justo en ese momento, Rubius, Vegetta, Mangel y Fargan llegaron y comenzaron a revisar la casa, haciendo que por el alboroto del lugar Luzu llegara y les gritara a todos diciéndoles que se fueran.

— ¡¿Qué cojones hacen aquí?! —gritó Luzu, golpeando a Fargan que estaba disfrazado—. Yo no he dejado la casa abierta, tío. ¿Por qué habéis entrado a mi casa?

—No hemos entrado a tu casa —hablaron todos al mismo tiempo, menos Quackity que solo miraba con Calamardo entre sus manos.

—Yo no dejé la casa abierta. Había bloques —habló aún molesto.

—Luzu, yo entré a tu casa por Calamardo, pero no había ningún bloque ahí, Luzu —habló Quackity mirándolo.

—Quackity, no te juntes con esta gentuza y ven conmigo —dijo Luzu, tomando de la mano a Quackity, llevándoselo de ahí y tomando a Anselmo del lado contrario. Los demás miraron sorprendidos por el hecho de que no le haya gritado a él. Digo, él fue quien dejó la puerta abierta y llegó ahí primero.

—Perdón por entrar sin tu permiso, Luzu, pero te juro por la Virgen de Macarena que no había ningún bloque —Quackity lo miró esperando algún regaño o queja por no fijarse.

—Está bien, Quackity, no pasa nada. ¿Quieres que te muestre mi nueva casa? —Luzu le sonrió al menor y comenzó a acariciar su brazo de manera amistosa.

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Al día siguiente, Rubius llegó a su casa molesto, buscando a Quackity.

—¡Quackity! ¿Dónde estás? —preguntó alterado mientras buscaba una puerta para lograr entrar.

—Aquí, Rubius, pásale —dijo mientras rompía unos cuantos bloques de tierra para que pudiera entrar el oso.

—¿Acaso ayer que entraste a mi casa tomaste dos stacks de hormigón? Porque eres la única persona a la que queda por preguntar, así que admite tu crimen —acusó.

—Ora, verga. ¿Qué yo hice qué? —preguntó de nuevo.

—No finjas, Quackity. Pregunté a cada uno de los que fue a mi casa y todos lo negaron. Solo quedas tú —mencionó mientras lo señalaba.

—Ah, chinga. ¿Y qué te asegura que ellos no te mintieron? Aparte, ¿a mí de qué verga me va a servir esa mamada? —contestó enojado. Le molestaba mucho el hecho de que Rubius pensara así de él.

—Pues que yo confío en ellos.

—Y ya por eso te lo confirma, no mames. Todavía que siempre ando atrás de ti y ayudándote con tus pinches materiales para tu casa toda culera, ¿piensas que yo te robé? Estás bien idiota entonces —Quackity estaba molesto, muy molesto—. Y ¿sabes qué? Sácate a la verga de mi casa, ya no eres bienvenido, órale —gritó haciendo un movimiento con las manos que daba a entender que se fuera.

Rubius no dijo nada y se fue. Llegando a su casa, pensó en lo que le dijo el menor y sabía que tenía razón. Ni siquiera pensó en que alguno de los demás lo robó; su mente fue directo a Quackity. ¿Por qué? Ni siquiera lo sabía.

Vaya que es un idiota.

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Ya por fin aquí está el capítulo. Tardé dos días en poder terminarlo porque me distraía y olvidaba continuar. Una disculpa por haber tardado; lo hice más largo de lo que tenía pensado. Espero lo disfruten.

Cambiando de tema, tengo una historia nueva de Rubckity en mente y me emociona escribirla.



palabras 1094.
20/07/22.

¡CORRECCIÓN!
16/06/24.

together? →「rubckity」¡ 𝗖𝗢𝗥𝗥𝗜𝗚𝗜𝗘𝗡𝗗𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora