diez.

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A rubius comenzaba a gustarle la atención que le brindaba quackity, nadie solía interesarse en el, ya sea por sus “bromas” de mal gusto o el hecho que no le caía lo suficientemente bien a la mayoría del pueblo por ser tan problemático

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A rubius comenzaba a gustarle la atención que le brindaba quackity, nadie solía interesarse en el, ya sea por sus “bromas” de mal gusto o el hecho que no le caía lo suficientemente bien a la mayoría del pueblo por ser tan problemático.
Nunca había pensado en eso, nunca le había interesado el que alguien le demostrará cariño (sin contar a Vegetta) y las veces que lo buscaba terminaba sintiéndose como un imbécil necesitado.

Rubius se encontraba recostado en su cama, tenía las cejas fruncidas, sus manos jugueteando constantemente con su pantalón y sus mejillas contaban con un color carmesí no muy marcado. Rubius no sabía por qué de la nada pensaba tanto en este tema.

¿Podría amar a dos personas a la vez?

¿Realmente sentía amor por vegetta o solo era un capricho?

Quackity había empezado a mejorar su casa, había pasado una vergüenza al dejar comer a rubius en el piso, no contaba ni con un baño ¡era vergonzoso! Según sus palabras

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Quackity había empezado a mejorar su casa, había pasado una vergüenza al dejar comer a rubius en el piso, no contaba ni con un baño ¡era vergonzoso! Según sus palabras.

El castaño se encontraba crafteado cosas para la decoración de su casa, buscando que se viera lo más linda posible para la próxima vez que luzu o rubius vayan vean lo mejoraba que estaba.

Estaba muy concentrado hasta que escucho un mensaje, era de rubius.
Inmediatamente contesto.

“ Quackity ven a mi casa quiero hablarte sobre un negocio ”

Quackity dejo lo que estaba haciendo, tomo su sombrero y una espada para salir y caminar hasta la casa del noruego.

– quackity! — escucho mientras continuaba subiendo la pequeña montaña que tenía rubius para llegar a su casa.

– hey! rubia! — saludó terminando de subir para después correr hacia el oso, rodeandalo con sus brazos mientras trataba de controlar su respiración.

Rubius acepto el abrazo, bajo la mirada y lo que vio hizo que se quedará sin aliento.

Quackity respiraba pesadamente, sus labios estaban levemente resecos y tenían un tono rosa claro, por primera vez noto sus lunares que estaban sobre toda su cara de una manera preciosa. Su pecho subía y bajaba lentamente y tenía un poco de pelo sobresaliendo de su gorro, rubius juraba que podías escuchar a su corazón latiendo rápidamente.

Sin darse cuenta se había sonrojado, nunca había visto tan detalladamente a quackity.

Ambos se separaron, rubius aún no podía despegar su mirada del menor, era como si no pudiera mirar otra cosa más que al chico pato, estaba nervioso quería dejar de mirarlo pero se le hacía imposible.

– ¿Q-que? ¿que me ves? — pregunto quackity al notar la mirada tan penetrante del rubio.

– N- nada, mira ven, entra te quiero proponer algo — rubius quitó su mirada y sintió el calor subiendo hacia sus mejillas las cuales tapo rápidamente.

– pinche raro — escucho mientras entraban a la casa.

Para resumir rubius le propuso hacer una tienda de bicicletas la cuál tendría una máquina que robaría diamantes, hierro, entre otras cosas. Dividiéndose las ganancias, aunque el menor tendría que construirla. Quackity acepto contento al ver qué recibiría el 10% de las ganancias.

Ambos se despidieron y quackity decidió ir hacia su casa para tomar material y comenzar a construir, hasta que en el camino se encontró a luzu.

– lusuu, mi buen lusu — saludó sonriente.

– ¡quacks! que gusto me da verte ¿a dónde vas? — pregunto.

– venía por unos materiales para construir. —

– ¿construir que? — preguntó interesado.

– mhm, rubius y yo haremos una tienda de bicicletas y me toca a mí construirla — respondió quackity mientras se acomodaba su sombrero.

– ¿tú solo la vas a construir? —

– así es mi estimado luzu. —

– y ¿cuánto ganarás de ganancia? —

– el 10% — contesto sonriente.

– ¿por construir toda la tienda? —

– No, construirla, promocionarla, atenderla y fabricar algunas bicicletas — quackity sentía que estaba en un interrogatorio.

– ¿eres tonto? ¡es muy poco! — contesto exaltado el chico de sudadera.

– ora lusu, pero es que el traerá los materiales y otras cosas — quackity trato de defender al mayor.

– aún así quackity, date cuenta que te está utilizando para su beneficio joder — luzu estaba molesto, no sabía si quackity era muy tonto o rubius sabía manipularlo muy bien (probablemente ambos)

– que cosas dices lusu, rubius no me está utilizando, ambos salimos ganando — quackity se estaba comenzando a molestar.

– pero chaval que no es tan difícil darte cuenta que te va a utilizar y al final no te dará nada, tu mismo sabes cómo es el — luzu trato de que quackity viera la realidad.

– bueno y si eso está haciendo muy mi pedo ¿no? No tengo putos 5 años luzu, se cuidarme por mi mismo, deja de actuar como si tuvieras que protegerme siempre. — respondió quackity, estaba molesto, luzu no tenía por qué opinar de algo en lo que no estaba involucrado.

– bueno lo siento, no quería que te enfadaras — se disculpó, no podría molestarse con quackity.

– si como digas, voy a mi casa a tomar mis cosas, adiós luzu — el menor se despidió y sin más comenzó a caminar a su casa, pensando detalladamente las palabras del chico con flequillo.

¿Tendría razón?

¿rubius solo lo utilizaba para su beneficio? No. Imposible.

holaaa, nuevo capp, ya hacia falta la neta

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holaaa, nuevo capp, ya hacia falta la neta.

he estado pensando y no pienso hacer que está historia sea muy larga, probablemente le de 5 capítulos más y listo.

nos vemos en otro capítulo, los quiero ¡BYEEE!

865 palabras.
09/08/22.

together? →「rubckity」¡ 𝗖𝗢𝗥𝗥𝗜𝗚𝗜𝗘𝗡𝗗𝗢!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora