Capítulo 10 - ¿Y ahora qué?

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Me desperté abriendo lentamente los ojos sintiendo como punzaba mi cabeza y junto con esto, un dolor persistente que me impedía recobrar rápidamente mis cinco sentidos. Traté de ignorarlo y cerré mis ojos de nuevo para seguir durmiendo tranquilamente con mi peluche gigante rodeado entre mis brazos.

Kate, tú no tienes peluches.

Sólo déjame dormir.

Kate, tú no tienes peluches.

¿Qué?

Abrí los ojos de golpe, esta vez recobrando completamente la conciencia, reincorporándome rápidamente a como pude, tratando de analizar y comprender lo más que podía la situación en la que me encontraba.

¿Qué hice?

Kate, ¿Qué hiciste?

¿Qué voy a hacer?

En la escena se veía un Aiden semidesnudo en mi cama, más específicamente a mi lado, al cual previamente me encontraba abrazando por la espalda sin vergüenza alguna y sin saber qué hacer como siguiente paso.

– ¡¿Qué jodidos estás haciendo aquí?!– Grité sin contenerme, mirándolo fijamente tratando de obtener una respuesta inmediata por parte del rubio. Lo único que obtuve fue un quejido de molestia por su parte, seguido de un adormilado "Déjame dormir" para después darse la vuelta y seguir durmiendo. Ahora podía ver su estúpido rostro descansando sobre la almohada, sobre MI almohada, aunque ciertamente a pesar de ser estúpido, estaba bien formado.

Escuchaba su lenta respiración e inconscientemente comencé a observar cada uno de sus rasgos detenidamente.

Sus cejas. Tiene bonitas cejas

Sus pestañas. Tiene pestañas largas

Sus labios. Esos labios con los que tanto me había engañado haciéndome pensar que los usaría para besarme, y que de una u otra forma siempre terminaba en una broma que me hacía quedar en ridículo frente a él. Y sin anuncio previo empezaron a tomar la forma de una sonrisa

Sus dientes. Tiene lindos dientes

– ¿Te diviertes? – inquirió él mostrando su ya mencionada perfecta sonrisa debajo de sus aún adormilados ojos. –Eso de observar a las personas mientras duermen...son aficiones muy extrañas ¿sabes? – No lo pensé dos veces antes de acertarle una patada en el abdomen haciendo que saliera de mi cama. – ¡¿Qué demonios te pasa?! – se quejó con una mueca de dolor mientras se levantaba sobre su lugar con una mano acariciando la parte baja de su espalda y otra sobre su estómago.

– Es tu culpa por asustarme – objeté atónita con inocencia, tomando la sábana de mi cama en un intento de cubrir mi cara de la vergüenza.

– Yo no soy el que observaba la cara de otra persona mientras dormía como una maldita acosadora – expresó con evidente enojo en su mirada.

– No te observaba – su cara expresó incredulidad – No por las razones que piensas – desvié la mirada hacia el suelo como si fuera lo más interesante del mundo. – Cualquiera se sorprendería si despierta y encuentra a otra persona durmiendo a su lado – espeté como si fuera lo más obvio del mundo.

– ¿En serio me vas a decir eso tú? ¿La culpable de todo esto? – lo observé sin saber con exactitud qué era a lo que se refería – ¿Tanto bebiste que ni siquiera recuerdas por lo que me hiciste pasar ayer? – bufó. Parecía estar entre enfadado e incrédulo.

– Sólo bebí un poco más de lo qu- – sin esperar respuesta lanzó su playera sobre mi rostro, estaba a punto de reprochar cuando de repente un olor nauseabundo empezaba a emanar de la prenda – ¡Que asco! ¡¿qué mierda es esto?! – respondí lanzándole de regreso su asquerosa ropa, viendo cómo el contrario la esquivaba dejándola caer sobre la alfombra.

– ¡Es tu asqueroso vómito, eso es lo que es! – caminó hacia la salida de mi habitación – No te bastó con aprovecharte de mi hermoso cuerpo, sino que también aprovechaste para vomitarte encima de mi amabilidad. – me quedé estática sin saber qué responder, tratando de procesar la información que se me había brindado – Vas a comprarme una nueva. – replicó señalando su sucia playera antes de salir completamente de mi recámara azotando la puerta con fuerza. Y entonces comencé a recordar; o a intentarlo al menos.

Flashback

Me sentía relajada, como si lo que sea que hiciera en ese momento realmente no tuviera importancia, mucho menos consecuencias. Me encontraba en mi habitación sentada en mi cama con un rubio parecido a Aiden a mi lado, pero este era más guapo todavía. Gracias, efectos del alcohol. Lo único que se pasaba por mi mente en ese momento fue

¿Qué es lo peor que puede pasar? y

Solo se vive una vez

Si, claro, las típicas frases de las que uno hace uso antes de tomar decisiones con consecuencias irreparables.

No lo pensé mucho, de verdad que no. Tomé las mejillas del chico de quien aún no sabía su nombre, y después de observarlo por menos de medio segundo, lo besé, porque, ¿cómo desaprovechar la oportunidad? Mi yo ebria estaba segura de que él estaba de acuerdo, y eso me lo dejó en claro una vez que comenzó a corresponder el beso.

Despegó mis manos de su cara para justo después posarse sobre mí dejándome caer sobre mi espalda colocando mis muñecas lado a lado de mi estupefacta expresión.

– Basta, no sabes ni siquiera en qué estado estás – replicó con una expresión seria, y que ahora que sabía de quién se trataba, podría decir que demasiado seria para ser Aiden West de quien hablamos. No salían palabras de mi boca, simplemente me quedé ahí sin movimiento alguno, solo observando su rostro de arriba a abajo deteniendo mi mirada en sus labios, esos labios que acababan de estar sobre los míos.– Mierda... – murmuró; al mismo tiempo que cerraba los ojos en una expresión de frustración y apretaba aún más mis muñecas entre sus manos – Me voy – se levantó decidido; liberando mi cuerpo de su peso.

– ¡Espera! – grite al mismo tiempo que tomaba el borde de su camisa con una mano y me sostenía de la orilla de la cama con la otra.

– Que es lo que quieres ahor- – un sabor desagradable salió involuntariamente de mi boca. Me quedé un momento tratando de asimilar el sabor y lo que acababa de pasar, al parecer él también ya que se quedó un momento en silencio antes de chillar – ¡Maldita sea Kate! – hizo un intento de alejarse rápidamente con el resultado de arrastrarme con él, con la diferencia de que mi rostro fue directamente a parar contra el suelo justo a un lado de lo que parecía ser mi propio vómito.

Me quede quieta por un momento tratando de asimilar el dolor, el olor y el mareo

– ¡Eso dolió, imbécil! – hice un intento de levantarme aún con mi mano sujetando su playera.

– Para lo que me interesa ¡Eso fue asqueroso, idiota! ¡ya suéltame! – tomo mi mano que sujetaba la tela negra jaloneando a todas direcciones – ¿Cual es tu maldito problema? –

– No puedo levantarme – brame desde el piso exhausta.

– Ya fue suficiente, quítame las malditas manos de encima.

– Me siento mal – estaba agotada, ebria, mareada y asqueada.

– Si bueno, no me interesa.

En un punto deje de tomarle importancia a mi entorno y comencé a sentirme somnolienta

– Maldición Kate, me debes más de una.

Fin del flashback

De acuerdo pero eso no explica cómo fue que llegó a mi cama.

***

Holis, nos vemos las caras 4 años después jajaj

Vi que tenía una pequeña parte guardada de este capítulo y decidí tratar de terminar un pedacito de escena, al menos para subir algo jajaja, Intenté seguir el modo de escribir que tenía a los 17 también. Lo siento si hay incoherencias XD

Espero lo disfruten. Gracias por sus comentarios en la historia, los aprecio de verdad <3

PD: a lo largo de los años cambie de identidad de Polar a Lechuga jajaja es raro pero es una referencia. Hasta el próximo capitulo:)

LaLechuga

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2022 ⏰

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