Capítulo 1 - El comienzo

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CURRICULUM


DATOS PERSONALES

Nombre y Apellidos: Kaitlyn Morgan Campbell

Fecha y lugar de nacimiento: 5 de Agosto del 2000 – Alicante

D.N.I. número: 28.887.887–Z

Dirección: 9000 Brooklyn Blvd, Brooklyn Park, Minnesota 55445

Teléfono: 210–828–5555

E–mail: ktmorgan@hotmail.es

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¿Cómo pasó?, no tengo idea, me gustaría saberlo, porque el hecho de que de un día para otro mis padres de la nada me digan que tengo que buscar trabajo no es normal, al menos no en ellos. Prácticamente lo único que salió de sus bocas fue "consigue trabajo", no es como que mi opinión cuente, así que solamente acepté de mala gana y heme aquí pidiendo empleo en un restaurante de comida rápida.

–Me parece bien, no veo ningún problema, comenzarás mañana – hablaba la encargada del lugar que a mi parecer le rondaban los 50 años.

–Muchas gracias, nos vemos mañana entonces – agregué una sonrisa falsa de mi parte, no me causaba gracia tener que estar ahí desde las diez de la mañana pudiendo aún estar dormida cómodamente en mi cama hasta la próxima semana.

–Que tengas un lindo día – al menos la encargada parecía ser amable.

Después de salir de aquel lugar, miré la hora en mi celular, eran casi las once en punto y tenía un mensaje de mi madre pidiéndome que comprara pizza excusándose al decir que no quería cocinar.

Mi madre podía llegar a ser igual o peor que yo al momento de tener que hacer alguna actividad física fuera lo que fuera, ya sea cocinar, barrer, lavar, trapear, etc. por esa razón contrató a una señora que le ayudaba con la limpieza, eso quería decir que mi madre solo tenía que cocinar y a veces ni eso le daba por hacer, lo único que hacía con dedicación era su trabajo, ella trabajaba en una empresa junto con Alfred mi nuevo padrastro y digo nuevo porque mi madre acababa de casarse recientemente con éste hombre el cual al parecer tenía una hija de mi misma edad que era momentáneamente agradable, siempre hacía que me dieran ganas de ahorcarla, aunque debo decir que para empezar ni siquiera soy tolerante, pero empezábamos a llevarnos bien.

Comencé a buscar las llaves en mi bolsa mientras me dirigía hacia mi auto cuando de repente sentí un golpe en mi hombro que me hizo perder el equilibrio.

Un par de manos me tomaron por la espalda justo antes de caer sobre mi esquelético trasero. Instintivamente me giré para agradecerle a aquella persona.

–Gra... –.

–Disculpa, no te vi – dijo el chico mostrando una cara de preocupación.

Inmediatamente sentí mis nervios y emoción en el estómago, ignoré el hecho de que prácticamente me dijo que era invisible dentro y fuera de su mente. Yo seguía embobada con aquellos ojos azul cielo aun sin poder articular una sola palabra.

–¿Te sientes bien? – aún sostenía mis antebrazos.

–Sí, claro, lo siento – emití una risa nerviosa. ¿Por qué te disculpas?, fue su culpa por no mirar por donde iba.

–No te disculpes, yo era quien estaba distraído – me dedicó una sonrisa con sus dientes, sus perfectos dientes.

–Si... quiero decir, no, está bien, no te preocupes – ¿te volviste retrasada de un momento a otro?.

–Disculpa pero tengo prisa, ¿segura que estás bien? – preguntó por última vez.

Antes de responder su pregunta, timbró su celular que justo después de contestar, solo hizo un gesto de despedida al cual le devolví de igual manera.

Ni locaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora