Borrasca

Retorno a una Pesadilla (13)

Carmen se mantuvo concentrada en el camino detrás de nosotros durante nuestro ascenso. A veces iba lento y nos atascábamos cada milla o dos. Me preguntaba si Carmen podría volver a bajar el coche por la mañana. No parecía haber miedo en ella: ni ansiedad en su voz, ni agitación en sus movimientos. Carmen sabía tan bien como yo que este era el final. Y ella no dudó en conocerlo.

Finalmente, vi lo que estaba buscando: un desvío a un camino más nivelado que nos llevaría lateralmente alrededor de la montaña. Tomé la esquina y conduje una milla y media por la carretera antes de finalmente aparcar el coche. Carmen se dio la vuelta en su asiento y miró por la ventana trasera.

"No nos están siguiendo"

Dije.

"¿Cómo lo sabes?"

"Porque me han seguido antes..."

Carmen se dio la vuelta en su asiento y se mordió la uña del pulgar.

"Pero el hecho de que no nos sigan no significa que podamos regresar"

Dije.

"No nos van a dejar salir de esta montaña..."

Me atraganté con una profunda bocanada de aire de la montaña con la esperanza de calmar mi acelerado corazón.

Carmen me palmeó la espalda.

"Respira, Noah..."

Se inclinó hacia delante y abrió la guantera, luego sacó un gran blanco de papel doblado.

"¿Por qué guardas eso en tu coche?"

Pregunté.

Carmen se encogió de hombros.

"Práctica..."

Abrió la puerta y salió a la nieve. La seguí.

"¿Crees que nos están siguiendo y quieres disparar un arma aquí?"

Dije.

"Dijiste que no nos seguían. Confío en ti..."

Ella me dio una pequeña sonrisa como si no hubiera dicho nada significativo. Carmen confiaba en mí. Fue una victoria agridulce que no duraría mucho.

"Vamos..."

Dijo ella.

"Tienes que aprender a disparar. Usa la Beretta ya que te gusta mucho..."

"Honestamente, la cogí porque se veía espectacular..."

Admití.

"Y es espectacular. Y suena genial, también. ¿Alguna vez has disparado un arma de fuego antes?"

"Una vez. Pero no le di a nada..."

"Bueno, eso no va a ser aceptable aquí. Tenemos mucha munición, pero no nos va a ayudar si no puedes darle a nada"

No podía discutir eso.

"Ahora, el sheriff probablemente usará un chaleco para que no puedas apuntar a la masa corporal, tendrás que ir a la cabeza. Lo mismo con Jimmy y cualquier otra persona que te dispare"

"Okey..."

Dje, como si no estuviéramos hablando de asesinar policías.

Carmen se alejó veinte metros y clavó el objetivo en la rama de un árbol.