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Y cuidado si sospechan los vecinos, mi mujer o tu marido, TÚ Y YO DURMIENDO CON LOS ENEMIGOS, DOS SERES QUE JAMÁS HEMOS QUERIDOOOO, LOS DOS SACIANDO UN BENDITO CAPRICHO DONDE SOMOS MASOQUISTAS POR VOLVER A NUESTROS NIDOS

Perdón, la mencionaron el cap anterior y me recordó a mi yo de primaria ;-; salaverga, ta potente. Por cierto, LA INFIDELIDAD NO ESTÁ JUSTIFICADA BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA!!!! EN LO ABSOLUTO, pero como esto es un fanfic, weno

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Las mañanas en la casa Han eran más caóticas de lo que Hyunjin y Jisung recordaban cuando Changbin era un bebé; eran gritos y ruidos de aviones, a veces autos, chillidos y risas, resortes de la cama después de insistir que no se debía brincar en los colchones porque podían provocar un accidente.

Jisung y Hyunjin ya no recuerdan lo que es tener mañanas tranquilas.

Suspirando después de escuchar el agudo grito de Chan desde su habitación compartida con Changbin, Jisung se removió inquieto en su propio lugar, recibiendo el débil quejido de Hyunjin cuando deshizo su abrazo a favor de ver el despertador, dejando caer la cabeza en la almohada con pesar, mirando el techo al notar que aún faltaban veinte minutos para que sonara la alarma.

Sintió la nariz de Hyunjin contra su cuello, suspirando entre sueños, luchando por seguir dormido, y Jisung también quería cerrar los ojos y dormir esos veinte minutos que faltaban, pero Chan y Changbin podían ser bastante ruidosos por su cuenta, razón por la que Hyunjin y él estaban buscando con desesperación una casa propia, no podían seguir molestando a sus vecinos de esa manera.

—Los niños están despiertos—susurró Hyunjin, envolviendo a Jisung con todo su cuerpo para mantener el calor en la cama.

—Si no me dices, ni siquiera me doy cuenta—masculló el alfa, girando para abrazar a su omega en un intento de aislar el sonido— ¿Cuánto tenemos antes de que decidan conquistar el frente?

—Llevan diez minutos, yo diría que otros cinco—asintió Hyunjin, tarareando al oler a Jisung—Pero escuché aviones, entonces será un ataque aéreo.

—Me pareció escuchar un auto en algún momento.

—Persecución policiaca—asintió el omega—A primera hora de la mañana, las noticias anuncian un ladrón de osos de goma huyendo de la escena.

—Terrible, el mundo cada vez está peor.

Ambos necesitaban esos veinte minutos restantes en el despertador, deseaban tener esos preciados minutos y se preguntaban por qué sus hijos no podían ser como el resto de los niños que luchaban por levantarse temprano, parecía que nunca se agotaban.

La noche anterior tomó todo de Jisung y Hyunjin poder dormirlos después del largo día que tuvieron; primero Changbin se negó a meterse a bañar sin importar las insistencias de Hyunjin, lo que significó que Chan tampoco lo haría si su hermano no lo hacía; después Jisung tuvo que sacar cada pijama del armario hasta que Chan pudo elegir la de aquella noche, Changbin queriendo imitarlo sólo para ser frustrado por Hyunjin poniéndole lo primero que encontró.

Comenzaban a sospechar que el abuelo Yongbok les daba dulces a escondidas por lo inquietos que se ponían después de recogerlos de casa.

—Sungie, ¿no tienes entrevistas para tu asistente hoy?—cuestionó Hyunjin adormilado, haciendo que el castaño maldijera entre dientes.

—Joder, lo olvidé—gruñó, incorporándose de sentón en la cama para descontento del omega—Se supone que llegaría temprano.

—Está bien, yo entro tarde—lo consoló Hyunjin, enterrando el rostro en la almohada de Jisung para mantener su olor—Ve a ducharte, prepararé el desayuno.

Pastel de Cereza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora