Pastel de Cereza.

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pienso que los capítulos en esta historia me quedan muy cortos ._. es molesto comparado con el tiempo que me toma escribirlos TT-TT

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Jerarquías, existían sin importar el tipo de gobierno que rija a un país, desde el más liberal hasta el más conservador simplemente porque el ser humano era un ser evolucionado que requería un límite para no caer en la depravación y en lo socialmente aceptado como inmoral e ilegal.

Cuando existe la sociedad con el género secundario es cuando las jerarquías son más necesarias, sólo que no de todo justas ya que se establece el dominio natural de la casta más fuerte y, en consecuencia, se somete a la casta "débil" sin dar oportunidad de organizar un sistema donde, sin importar tu casta, todos sean iguales.

En el ámbito laboral, comercial, social e incluso doméstico, Hyunjin siempre sería la casta débil sin importar cuánto se esfuerce en hacer bien las cosas, en intentar dar todo de sí, en luchar por sus sueños, siempre llegaría alguien y se llevaría el crédito.

Era un omega en un puesto directivo de gran calibre lo que significaba que seguramente se folló a un alfa jefe o era la puta de alguno de esos asquerosos ancianos porque no había modo que un omega tuviera un puesto como aquel.

En casa, la abuela Innie lo culpaba de cualquier cosa errónea en los niños ya que era su trabajo criarlos, educarlos, dirigirlos por el buen camino. Hyunjin tenía que hacer las cosas porque Jisung estaba muy ocupado trabajando como para apoyarle, porque era su trabajo, debía de hacer la cena antes de que su esposo llegara porque él estaba cansado.

Socialmente, era demasiado alto para ser un omega así que eso le restaba un poco de atractivo, además que se ejercitaba y eso deformaba sus curvas. No importaba cómo quisiera verse Hyunjin para sí mismo sino cómo el mundo quería verlo al ser un omega.

En su trabajo tenía un compañero llamado Park Dojun, alfa sangre pura o, lo que los medios llaman, Premium. No estaba casado, para sorpresa de todos, y tenía un puesto similar al de Hyunjin, por no decir igual, ¿el problema? Él ganaba más que Hyunjin, a pesar que hacían lo mismo, además que siempre se llevaba el crédito y, por si fuera poco, era él quien recibía las felicitaciones cuando Hyunjin es quien se partía la espalda ideando formas de mantener el ranking de los programas.

Estaban terminando una junta, Hyunjin sintiendo su estómago arder después de que su jefe, el señor Kim, felicitara a Dojun por su arduo trabajo en el programa de Un Cachorro y Dos Alfas, una comedia grabada como programa en vivo al igual que Friends, a la que Hyunjin ha estado salvando de que cayera en picado porque la audiencia no veía con buenos ojos las relaciones entre alfas y son sus guiones los que evitan que dejen de verla.

Pero Dojun se llevó el crédito, los aplausos, el bono monetario ya que Un Cachorro y Dos Alfas se ha vuelto uno de los cinco programas más vistos en Corea en el último mes.

—Muchas gracias por sus felicitaciones, señor director—agradeció el alfa, inclinándose ante todos, Hyunjin convirtiendo sus manos en puños—Trabajaré más duro para seguir manteniendo el ranking.

El omega estuvo a nada de lanzarse a la yugular de ese idiota, especialmente cuando lo miró y le guiñó un ojo. Parte de él quería arrojarle el bolígrafo y atravesarle la garganta.

Siguieron hablando de los diferentes programas, riendo por bromas dichas a costa de omegas a las que Hyunjin no le encontró lo divertido, levantándose de su lugar apenas su jefe dio por terminada la junta, recogiendo sus cosas y mirando a Dojun tararear con una sonrisa de comemierda en el rostro.

Era tan frustrante no tener el control de nada, de su vida, su aspecto, su trabajo, que muchas veces se preguntó si podía cambiarse el género secundario, o quizá desaparecerlo porque prefería ser beta antes de tener que lidiar con las consecuencias de ser un omega.