𝐓 | ❝ Si tu llegas a derramar lágrimas, yo derramaré sangre por ellas ❞
Athanasia es abandonada por Claude y esté ordena enviar a su hija lejos de él a un territorio completamente fuera de su poder dentro de su Imperio para que fuera criada hasta s...
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━━━━━ Las rosas han florecido y tú vuelta es próxima.
──Cuando las rosas ya hallan florecido ese será el momento en el que papi regresará.
Para entonces, la primavera en Karsenn ya había llegado.
Tal y como el Duque lo dijo ellas, las hermosas rosas, empezaron a pintar el jardín del palacio con sus brillantes y seductores colores. El aire estaba siendo aromatizado por todas ellas y el calor de la estación hacía de la piel de la princesa más delicada a las quemaduras.
──¡Su alteza!── se oyó gritar a Olga mientras se la sentía con un tono preocupado. La castaña traía entre sus brazos un adorable sombrero que podría ir con el conjunto de la señorita del ducado, junto con una botella que ayudaría a humectar la piel de porcelana de Tania ──¡Mi lady Tania!── volvió a llamarla ──¡Venga un momento conmigo!
Dejó las rosas que cortó con anterioridad y fue con prisa hasta donde la muchacha de 22 años de edad –recién cumplidos hace poco tiempo–
──El sol de Karsenn es demasiado fuerte── colocó el accesorio en la niña, destapó la botella y de ella tomó del refrescante humectante para la piel débil ──Su piel blanca es muy delicada al calor, ya le eh dicho que no debería de salir sin antes procurar por su bien.
──Quiero armar un ramo de rosas para papi── la sirvienta mostró una sonrisa. El detalle que la princesa haría era hermoso, aunque su simple sonrisa hace del Duque el hombre más feliz ──¡Ayúdame a escoger las rosas más bonitas para papi, Olga!── pidió mientras tomaba el vestido de su nana y tiraba de él.
──No puede── la sonora voz de madame Mirtha se oyó. La anciana, con un cabello tan blanco como la nieve y feroces ojos de tono carmesí se aproximaba teniendo como su compañía a tres de las sirvientas del palacio ──Olga no puede perder el tiempo, tampoco usted, princesa── con el tiempo ha podido adaptarse a ella. Sí. A principios fue terrible. Nadie podría ocupar el lugar de la señorita Tania en su corazón, "su" corazón, pero por el bienestar de ese palacio –al que concidera su hogar– y por sobre todo el Duque, acepta a Athanasia como la señorita del ducado Hyperion ──Ya es hora de su baño.
──Pero madame-...
──Sin peros── calló a la niña antes de oír sus 'peros' ya comunes ──Andando o tendré que obligarla.
En resignación Tania había aceptado cumplir con la orden de la anciana. Camino cabizbaja hasta llegar y ser cargada por la misma Olga para emprender la vuelta al ducado.
