Durante el descanso Clary corrió a los brazos de Jace haciendo que Jade hiciera una mueca, Magnus se acercó a ellos.
-¿Termino? –pregunto.
-No –dijo Jade- Descanso de cinco.
-Veo que no me equivoque en tu apodo –dijo Magnus mirando sus runas.
-Las runas de los Herondale brillan –dijo Alec confundido.
-En realidad no –dijo Magnus- Conozco una leyenda, se dice que los primeros Shadowhunters tenían el poder de comunicarse con raziel por medio de su sangre, posteriormente los Herondale han sido los que han continuado con esto, pero hubo uno que sus runas brillaban, como las tuyas, angelito, este Shadowhunter tenía el poder de hablar con raziel por medio de las pinturas, estatuas o cualquier cosa relacionada con raziel, se puede decir que es el don de los Herondale, pero solo fue una vez que esto sucedió, sin embargo está apareciendo de nuevo –los cinco miraron Jade- Si esto llega a oídos de Valentine, te podría causar problemas, eres literalmente más ángel que humano, ¿Tienes alas? –pregunto en un susurro.
-Sí, pero sería tema para después –dijo Jade.
-Las leyendas son ciertas, eres un ángel –dijo Magnus- Ten cuidado con la espada.
-¿Te quedaras? –pregunto Clary.
-Claro, rojita –dijo Magnus sonriendo.
La inquisidora junto a los hermanos silenciosos se acercaban, al parecer la segunda parte del juicio sería un poco más privada, porque en vez de los Shadowhunters que estaban, ahora eran los hermanos silenciosos junto a las hermanas de hierro.
-Mierda –dijo Jade.
-Esa boca –dijo Alec.
Jade rio y le saco la lengua a Alec, posteriormente miro a Clary, ambas sabían que era momento de regresar.
Una vez todos acomodados de nuevo, se le pidió de nuevo a Lydia que subiera al estrado y Jade regreso a tomar la espada, haciendo que brillara de nuevo, las hermanas de hierro miraban con asombro esto.
-Continuemos –dijo Imogen un poco nerviosa mirando a Jade- Herondale, prosigue.
-Si Lydia comenzó esto, ella lo autorizo –dijo Jade calmada.
-No hables si no sabes Herondale –dijo Lydia.
-Si no supiera, no estaría aquí –respondió Jade.
-Abogadas, por favor –exclamo Imogen- Sean serias, Branwell defiéndete.
-Herondale dice que no le puede llegar a usted, pero tengo entendido que la cónsul es Jía Penhallow –dijo Lydia sonriendo con superioridad.
-Penhallow es mi remplazo mientras no estoy –dijo Jade- De todas formas, la autorización tendría que aparecer en la carpeta que les di a los hermanos silenciosos –uno de los hermanos se la paso a la representante de las hermanas de hierro.
-Ella dice la verdad –dijo Cleophas- Además la espada no miente.
-No entiendo –dijo Lydia.
-Permíteme explicarte –dijo Jade- Cuando yo deje a la clave, Penhallow tomara mi lugar, mientras tanto yo soy la cónsul y este caso es completamente irrelevante, porque en ningún momento he escuchado que Branwell me ponga sobre la mesa, el por qué Clarissa Morgenstern debe de ir al Gard, cuando la que debería ir eres tú, por hacer las cosas a espaldas de la clave –Jade llego hasta quedar frente a Lydia.
La sala se quedó en silencio, pero no por lo que jade había dicho, sino porque Herondale se encontraba frente a Lydia con la espalda en la mano y la piedra había quedado rota sobre la mesa.
Las hermanas de hierro se levantaron, al igual que los hermanos silenciosos, Clary, Jace, Izzy y Alec, se miraban unos a otros, su amiga se encontraba sacando su lado angelical, mientras que Magnus la miraba con una sonrisa.
-Les dije –dijo el brujo.
-Abogada –dijo Imogen llamado la atención de Jade.
-Diga –dijo mirándola.
-¿Cómo saco la espada de la piedra? –pregunto.
-Yo no saque la... -miro su mano y la espada resplandecía bajo sus dedos- Espada.
-La acusada es inocente –dijeron los hermanos silenciosos, en una perfecta sincronización. Dos de las hermanas de hierro se acercaron a Lydia y la sacaron de la sala, Clary se acercó a los chicos y se abrazaron, Alec se encamino a su esposa y se detuvo a su lado.
-¿Qué significa? –pregunto Jade mirando a Alec.
-Cuando Jonathan cazador de sombras tomo la sangre de Raziel, hizo que con el paso de los años, la familia Herondale tuviera sangre angelical –comenzó el hermano Jeremiha- Tú eres un ángel, eres la representación de raziel en las filas de los Shadowhunters, tu deber es proteger a los tuyos, justo como lo hiciste que Clarissa Morgenstern –dijo ahora en su mente. Las hermanas de hierro trataban que Alec se alejara de Jade.
- El joven que intentan hacer que se aparte, es mi esposo -Las hermanas de hierro y los hermanos silenciosos se quedaron en completo silencio,
¿Cómo un ángel podría estar casado?-No sabíamos nada de eso –dijo una de las hermanas.
-No era necesario saberlo, ustedes están lejos de lo que suceda en la sociedad –dijo Imogen- Yo acepte su casamiento como Inquisidora y cómo tutora de Jade, los hermanos silenciosos estuvieron de acuerdo.
-También tengo parabatai –dijo Jade- Tengo dos uniones con los Lightwood que ustedes no pueden deshacer si es lo que pensaban –miro a los presentes frente a ella.
-¿Desde cuándo lo sabes? –pregunto uno de los hermanos.
-Desde los 10 –dijo mirándolo- Raziel dijo que no porque fuera más ángel que mundano, significaba que no podía seguir mi vida –comenzó a caminar por la sala- Hice mi vida, como la tenía planeada, pero no puedo seguir sin que mi hermano sea consciente de quien es –se acercó a Jace.
-¿Qué haces? Aléjate –dijo Jace susurrando, pero eso no evito que Jade lo llevara hacia los hermanos silenciosos.
-Estoy cien por ciento segura de que Jace Wayland en realidad es Herondale y es mi hermano –los miro- En todas partes he escuchado que Stephen tuvo dos hijos, una niña y un niño, si yo estoy, puedo jurar que Jace también lo es-los hermanos silenciosos tomaron la espada del alma y la pusieron frente a Jace.
-Si estamos equivocados, la espada no te hará ningún mal, pero si Jade esta en lo correcto, tú la activaras.
Jace con algo de nervios, tomo la espada entre sus manos y sin esperarlo, la espada comenzó a brillar bajo su tacto, las runas de Jace fueron cambiando hasta que el iris de sus ojos se tornó dorado.
Imogen miraba por fin a su familia completa, sin saberlo, siempre tuvo a su otro nieto frente a ella, a pesar de que Jade le había dicho infinidad de veces, no lo creía, como dicen los mundanos "Hasta no ver, no creer"Los hermanos silenciosos junto a las hermanas de hierro hicieron una leve reverencia, frente a ellos tenían a dos ángeles, esto no sucede todos los días.
-Hermanos Herondale, tengan cuidado -dijo él hermano Jeremiha.
Posteriormente se retiraron, hasta solo quedar con los jóvenes Shadowhunters y la Inquisidora.
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Por el ángel || Alec Lightwood
FanfictionLos Shadowhunters son los encargados de mantener a los mundanos protegidos de los ataques demoniacos y de cualquier ex Shadowhunter que quiera apodarse del control total de los subterráneos.