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En la ciudadela, se encontraba una rubia sintiendo como su muñeca ardía, alrededor de ella se encontraban las hermanas de hierro haciendo una especie de barrera, debido a que el dolor que Jade sentía era tan grande que sus runas y ojos brillaban, cada hermana tenía una adama, las cuales jade encendía sin querer. Maryse se encontraba entre las hermanas, pero ella estaba unos pasos detrás, sosteniendo un cristal aletheia para que Jade no perdiera sus recuerdos felices 

-¿Estas lista? -pregunto Cleophas- Este solo era el comienzo, por cada trazo borrado, vendrán recuerdos a tu mente, se fuerte -la hermana se hinco y con la estela fue borrando la runa.


Una Jade de 11 años se encontraba tocando el piano en una de las salas de la clave, cuando su abuela entró. 

-Jade, cariño -Imogen se acerco- A partir de hoy, las cosas se pondrán difíciles, la clave quiere casarte con alguien de prestigio cuando cumplas la mayoría de edad y yo no permitiré que mi nieta sea parte de un juego, ve a Nueva York, busca a los Lightwood, específicamente a Maryse y entregales esto -le dio un sobre- Usa tu poder angelical, ve.

Jade hizo caso, tomó su estela y creó un portal para ir al instituto que anteriormente se le había dicho, se acercó a uno de lo shadowhunters y pregunto por Maryse, amablemente la condujeron a la habitación que tiempo después entendería que ese era el lugar del director. Al entrar lo primero que vio fue a un niño de aproximadamente su edad de ojos azules que la miraban con una sonrisa.

-Te pareces a Jace -dijo el niño.

-¿Quién es jace?

-Jace es mi hermano -dijo Alec- Estoy seguro que será mi parabatai en unos años -Maryse, quien ya esperaba esta visita miro a Jade y al ver lo bien que se llevaba con su hijo, supo cómo salvar a la hija de Stephen.

-Alexander, ¿Me das unos minutos con Jade? -pregunto Maryse.

-Lindo nombre -dijo Alec- Dime Alec -se acercó a Jade y le dio un beso en la mejilla para después retirarse.

-Imagino que sabes porque estas aquí -dijo Maryse.

-Sí -dijo Jade- Y yo imagino que me casare con su hijo para evitar lo inevitable -dijo ella.

-Eres muy lista -dijo Maryse.

Los días que estuvo ahí conoció a los hermanos de Alec y a Jace, Izzy juraba que ambos rubios eran hermanos por su gran parecido, incluso Robert se los dijo pero lo descarto inmediatamente, debido a que los Herondale solo tuvieron un hijo vivo, por desgracia el otro pequeño murió cuando Celine lo hizo y Jace, era un Wayland, hijo de Michael Wayland. 


La escena cambió y ahora estaban Izzy y Jade una frente a la otra, diciendo el juramento parabatai frente a los hermanos silenciosos, los LIghtwood no podían creer que izzy la pequeña de Robert, haya tenido primero a su parabatai que Alec, aunque sólo tendrían una diferencia de una semana entre estas dos parejas de guerrero. 

-No me ruegues que te deje -comenzó Isabelle 

-O que regrese cuando te estoy siguiendo -siguió jade. 

-Porque a donde tu vayas yo iré... -ambas seguían con el juramento cuando las runas de jade se encendieron a un tono dorado por primera vez, al mismo tiempo que las de izzy, ambas se habían convertido en parabatai, unieron sus almas para pelear juntas contra el mundo de las sombras. 


Hubo otro cambio en la mente de Jade. Ella ahora se encontraba siendo la jefa del instituto de Londres a la corta edad de 15 años, muchos de los habitantes de dicho instituto no estaban de acuerdo con esta decisión, hasta que la vieron tomar su cargo, todos decían que era la misma copia de Stephen. Este cambio fue demasiado radical para Jade, debido a que tuvo que dejar a su parabatai, pero no fue por mucho tiempo, debido a que la rubia mandó un comunicado al instituto de nueva york donde les decía que en ese instituto Isabelle Lightwood sería entrenada para convertirse en una de las mejores shadowhunters que tendría su generación, desgraciadamente tiempo después izzy regresó a nueva york, pero nunca dejaron de comunicarse.

Por estas fechas el instituto de Londres renovó los acuerdos con los subterráneos, en dicho lugar cualquier shadowhunter que quisiera salir con un subterráneo, lo haría puesto que jade decía "No importa lo que sea, sino lo que te hace sentir", claro está que esta decisión hizo enfurecer a la clave, pero Jade tenía todo un instituto a su favor, fue aquí cuando conoce a Magnus Bane, un brujo sorprendentemente mágico, según palabras de ella.

Después de largos años, los tratados que quería hacer Stephen Herondale, habían sido completados por su primogénita, ahora el instituto de Londres era uno de los institutos con mayor reconocimiento por la clave, este instituto se volvió neutro de acuerdo a la convivencia entre shadowhunters y subterráneos, tanto así que cada subterráneo que necesitará hogar, fue acogido en dicho lugar, Jade acondicionó áreas debido a las necesidades de cada uno, también fue aquí el primer lugar donde se les dejó de decir subterráneos a todo aquel que tuviese sangre demoníaca.


Un cambio más y ahora veíamos a una jade de 18 años, frente a ella se encontraba el mismo niño de ojos azules, solo que ahora era todo un adulto y se encontraba hincado frente a ella.

-Jade Herondale, ¿Me concederías el honor de ser mi esposa? -pregunto. 

-Acepto -dijo Jade sonriendo y ambos se fundieron en un beso, durante los años que se conocían su amistad creció hasta convertirse en amor, o por lo menos eso creía una de las dos partes.

La boda de ambos jóvenes se celebró tan solo 5 semanas después, ambos se notaban felices, bailaban de un lado a otro, sonrían en cada esquina, fue aquí donde Jade comenzó a dudar sobre la carta que había encontrado en la oficina de su difunto padre, los Herondale habían tenido dos hijos, una niña y un niño, ambos nacidos el mismo dia pero con dos años de diferencia, dicho día era el 18 de enero.


Fuera de la mente de la rubia, las hermanas de hierro junto a Maryse miraban cada imagen que salía de la cabeza de la joven que estaban protegiendo, la runa en su muñeca quedó borrada, dejando un espacio en blanco. Maryse miraba con nostalgia cada imagen que desprendía la joven, pero ésta en el suelo lloraba siendo incapaz de sostener sus lágrimas. Cuando la hermana Cleophas dio por terminado el proceso, Jade despertó, no debido al dolor que sentía físicamente, sino al dolor tan grande que tenía dentro de ella, al parecer dejar ir a persona que más amo no era un juego sencillo, quién iba a pensar que una simple farsa, se convertiría para ella en lo más preciado.

En el instituto de nueva york, Izzy se encontraba entre sus sábanas llorando en el pecho de su hermano, Jace miraba todo desde la esquina de la cama, pensando en la rubia y lo fuerte que era, mientras que Alec sentía un dolor en el pecho, ¿Dejarla ir fue lo correcto? 

Por el ángel || Alec Lightwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora