Esa noche, incluso habiendo tomado la poción me dormí sin poder experimentar nada.
El día siguiente lo pasé experimentando en unas pociones a petición de unos clientes. Por suerte me mantuve despierta gracias a la poción, aunque sus efectos secundarios tenían cierta influencia en mí. Me pregunté si a Hrathen también le causaba eso...
Después de cenar (aún había luz en el cielo) fui a la capilla derethi y me senté en un banco unos minutos. No rezaba, no. Pero ese lugar era tranquilo, me calmaba estar allí.
Mis pensamientos se desviaban a pensar en él.
No comprendía del todo su actitud cercana conmigo. En esos mismos instantes él estaba en una plaza cercana dando un discurso. Yo lo sabía y aún así no había acudido. Pensaba que lo mejor era no verle.Pasaron unos minutos más y la charla terminó. Hrathen entró a la capilla.
Aparté la mirada al instante y me quedé allí sentada con los ojos cerrados.
— ¿_______? —su voz rompió mi silencio. Abrí los ojos.
— ¿Sí?
— Tengo que hablar contigo —dijo.
Asentí y me levanté para seguirle. Como hacía siempre.
Me senté en la silla delante de su escritorio. Lo había hecho tantas veces ya...
— ¿Has probado la poción?
— N-no... lo siento. Es que me dormí...
— No pasa nada. Pruébala esta noche si puedes —dijo.— De momento no es algo urgente.
Asentí. Me moría de ganas de preguntarle para qué la quería pero... era mejor no decirlo.
Él se levantó a dejar unos papeles sobre una mesa. Le miré de reojo. Yo no solía retirarme hasta que él lo ordenaba así que me mantuve quieta en mi asiento.
— Y tú... ¿cómo estás?
Tragué saliva. ¿Hrathen preguntándome por mi vida personal?
— Bueno —dije con voz baja— No lo sé.
Se sentó delante de mí de nuevo. Yo me estaba empezando a ruborizar sin motivo aparente. Me ponía nerviosa cuando se mantenía callado.
Hrathen me miró a los ojos.
— No te juzgo. Es difícil pasar por lo que has pasado.
— ¿Pero... no deberías... seguir con tu trabajo? —dije con cautela.
Él sonrió.
— Debería. Pero ahora mismo no hay nada qué hacer. Ya he hecho todos los discursos que tenía que hacer hoy —dijo.— No me cambies de tema que te veo.
Sonreí levemente. Y a la vez apenada.
¿Por qué se preocupa tanto por mí? Si no me ama...
— No sé. Es que se siente todo... irreal. Por eso no sé como me siento —admití.
— Comprendo —dijo.
— ¿Por qué preguntas? —No pude resistirme a decir.
— Porque si no me lo explicas a mí ¿a quién se lo contarás?
— ¿Insinúas que no tengo amigos? —sonreí.
Él asintió.
— Oye... —reí.— Sí tengo. Aunque no cercanos. Y no son muy confiables.
— Eso no son amigos, ______.
Hrathen se levantó mientras lo decía y se acercó a mí silla. Me tendió la mano.
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PECADO | Hrathen x Tú
FanfictionEres una herborista que trabaja en Arelon, hija de un bajo noble y que está muy interesada en Elantris. Tus conocimientos resultan útiles a un sacerdote que llega a tu ciudad para predicar el Shu-Dereth.