- Capítulo 4

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Me sentí completamente tonta cuando me desperté muriendo de calor y empapada de sudor.

Me preparé un baño al instante y me puse ropa limpia. Mi desayuno fueron dos tostadas con miel y un vaso de zumo.

Sí. Había soñado algo inapropiado. Demasiado inapropiado.

Intenté apartar de mi cabeza ese pensamiento y empecé con mis tareas diarias. Atendí a los clientes que llegaron durante la mañana.

Por el mediodía, después de comer. Me senté en mi sillón a leer un libro. Aunque no podía concentrarme.

Tengo que ir a verle. No es una opción...

Mientras ese pensamiento inundaba mi mente alguien llamó.

Cuando abrí y lo encontré a él no supe como mirarle a la cara después de haber tenido ese sueño...
Me ruboricé dejándolo pasar.

- Necesito una poción, _____. A parte de la del Shaod en la que supongo que estás indagando.

- Sí, mi señor. Estoy en ello. ¿Qué necesitas?

- Algo que me mantenga despierto -dijo.- Simplemente eso. Que no me dé sueño por las noches. Por lo menos el día que la tome.

- Eso puede no ser muy saludable... -dije buscando el vaso que había preparado hacía poco para dormirme; con añadir otra planta tendría el efecto contrario.

- Da igual. Requiero no tener sueño. Es por un asunto personal.

- Entiendo.

Preparé la poción en menos de diez minutos.

Recordé algo. Me ruboricé de pies a cabeza. Todo había tomado sentido...

- Mi señor. Me temo que... la poción tiene efectos secundarios. Son leves pero... los tiene -dije nerviosa.

- ¿Cuáles? -alzó una ceja.

- Discúlpeme... em... -tragué saliva.- ¿Los sacerdotes derethi hacen voto de castidad?

Hrathen frunció el ceño. Desconcertado. Yo estaba roja como un tomate.

- ¿Qué tiene eso que ver?

- Bueno...

- No -dijo antes de que contestara.- Hay algunos que incluso están casados.

- V-vale. Verás... no quería que pecaras, en cierto modo. Una de las plantas que hay aquí, a parte de servir para adormecer o despejar (depende de la cantidad y la planta con la que se combina) es un fuerte afrodisíaco.

El hombre chasqueó la lengua.

- ¿Hay algún modo de evitar eso?

- Lo buscaré, mi señor.

Hrathen marchó y yo me quedé haciendo mezclas.

Me sentí bastante tonta. Solía tener buena memoria para estas cosas pero... al final me vería obligada a sacar mis libros de plantas. Cuando me hice la poción para dormir también se me había olvidado esa propiedad... y por eso había soñado esa cosa.

Por lo menos ahora tenía más sentido.

Lo peor de todo fue que no encontré ninguna manera de quitarle los efectos a esa maldita planta. Tenía que añadirla sí o sí a la poción y la única manera de contrarrestar sus efectos era añadir algunas otras. No sabía cuáles añadir ni qué combinación sería la correcta. Suspiré y me digné a preparar otra poción para evitar el sueño bastante floja. Duraba apenas unas horas. La que quería preparar originalmente te mantenía 1 día entero sin ganas de dormir.

PECADO | Hrathen x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora