Me desperté escuchando la tormenta en el exterior.
¿Otra vez?
El tiempo estaba bastante extraño. Los nubarrones habían vuelto.
Me di un baño relajante y me tomé mi tiempo.
Salí de él y me sequé, poniéndome un fino vestido. Era bastante atrevido y incluso transparentaba un poco. Pero... ¿qué importaba eso cuando no iba a venir nadie?
Llamaron a la puerta.
- Está cerrado -dije mientras ponía mermelada de frutos rojos sobre mis tostadas.
- Soy yo, ______.
Di un saltito y una sonrisa cubrió mis labios. Corrí a abrir la puerta.
- Veo que ahora eres tú quién va a fregar mi casa.
Él sonrió levemente y pasó. Estaba empapado.
Puse una tostada en mi boca y fui a buscar toallas en el baño. Volví con ellas y tiré una sobre una silla.
Él se sentó encima.
Me quedé de pie delante de él. Su cabeza llegaba más o menos por mi pecho. Era alto, y eso lo demostraba.
Le sequé el pelo con cuidado con la toalla. Luego se la pasé por el rostro delicadamente.
- ¿Qué haces aquí? -dije mientras él se levantó y se empezó a quitar la armadura escarlata.
- Verte -anunció dejando la pechera empapada en el suelo.
Quitó su capa y yo la cogí. La escurrí un poco y terminé tendiéndola en unas cuerdecitas junto a la otra ropa que tenía tendida.
- Qué raro verte sin armadura -susurré casi para mí misma mientras dejaba sus guantes en una mesa. Quitó los protectores de sus piernas y brazos.
Él no dijo nada hasta que terminó.
La camisa que llevaba de bajo aún estaba mojada, igual que el resto de su ropa.Sonreí levemente acercándome a él y sentándome en el pequeño sillón de delante suyo. Crucé las piernas acordándome medio ruborizada del vestido que llevaba.
Comí una tostada.
- ¿Se ha inundado tu capilla?
Hrathen asintió.
- No mucho.
Reí.
- Muy bien. Dilaf se ocupará de eso. Mientras tanto su gyorn ha... escapado de sus deberes.
Hrathen sonrió levemente. Me fijé por primera vez en que tenía un brazo vendado.
No dije nada acerca de eso.
Terminé levantándome cuando terminé mi desayuno de un bocado.
- Esto es más importante -terminó diciendo.
Sonreí.
- Oh, me siento halagada.
- Esa es la intención.
- ¿A parte de presentarte sin avisar? Esto no es una capilla. Podría... haberme vestido decentemente por lo menos.
Le di la espalda para ordenar mi mesa de trabajo.
- No. Así estás preciosa.
Noté que me ruborizaba. Me di la vuelta lentamente. Le miré de soslayo.
- Podría decir lo mismo. Pero la armadura te favorece más.
- Oh vamos -sonrió.
Por unos instantes sentí pura felicidad brotar de mi interior. Verle así era reconfortante.
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PECADO | Hrathen x Tú
FanficEres una herborista que trabaja en Arelon, hija de un bajo noble y que está muy interesada en Elantris. Tus conocimientos resultan útiles a un sacerdote que llega a tu ciudad para predicar el Shu-Dereth.