· Cadenas rojas · | MadaHashi/HashiMada

XXVIII

Días antes de la boda: Tres semanas

El fin de semana llegó, Hashirama no había vuelto a hablar con Madara durante esos cortos días, luego de haber entregado las invitaciones sobrantes, no regresó al colegio, no respondió llamadas o los mensajes entrantes, ni siquiera los de su futura esposa.
Tampoco había visto a Mito, en esos días no regresó a casa pues había ido a visitar a su abuelo.

Domingo por la noche, Mito volvió.
— ¿Por qué no respondías? Creí que te había sucedido algo
— El cansancio es mucho por estos días Mito, tengo que terminar de firmar papeles, debo de terminar todo antes de la boda
— Sobre eso... Mi abuelo dijo que las invitaciones ya se entregaron
— Sí, los doscientos invitados principales ya recibieron las tarjetas, tu abuelo me dijo que él se encargaría de los otros doscientos
— ¿Por qué no me dijiste? Lo entiendo de mi abuelo, nunca me dice sobre esta clase de cosas, pero tú, creí que me dirías
— Lo siento, estuviste ocupada estos días, quería ayudar
— De acuerdo... Gracias por eso, pero aún así pudiste decirme
— Ya no volverá a ocurrir
— Hashirama, quiero que de verdad te cases conmigo sin sentirte obligado, por eso creo que es necesario que te diga-
— Mito, ya te he dicho que no me siento obligado, lo hago por qué quiero y no hay nada que me podrá hacer cambiar de opinión

Algunas veces, la terquedad de Hashirama era un problema. Ya habría otra oportunidad para que Mito resuelva “esos asuntos”

Un nuevo lunes comenzaba, Hashirama había llegado a su oficina, sorprendentemente, Madara lo estaba esperando.
— Madara...
— Tu secretaria me dejó pasar, creí que llegarías más tarde
— Tengo mucho trabajo...
— Entiendo, ¿Dónde están los papeles que debo firmar?
— Madara, ¿Estás bien? Después de lo que pasó es el colegio-
— No quiero ser descortés, pero a ti no te debería importar nada sobre mí, solo vengo a firmar esos papeles
— ¿De nuevo vas a alejarte?

Hashirama se sentó, recordando los días en los que Madara solía trabajar junto a él. Días que ahora, por desgracia, ya no volverían.
— Quiero escuchar lo que tienes que decirme
— No tengo nada para decir, vine porque tú me lo pediste
— Madara, estás enojado conmigo y lo sé, ¿Por qué?
— No estoy enojado, pero lo pensé con calma y es mejor que empecemos a alejarnos, estás por casarte y comenzarás una nueva vida, ya no tendrás tiempo para mí
— ¿Eso es todo? Es muy tonto, a ti nunca te ha importado eso, no trates de engañarme diciendo que lo haces solo por mi nueva vida
— Es la verdad, Senju
— ¡Lo sabía! Cada que me dices Senju es porque hay algo más, estás enojado por... ¿La boda?
— ¡No Senju! ¡No es por la boda! ¡¿Por qué no lo entiendes de una maldita vez?! A mí ya no me importa, solo quiero vivir tranquilo, ¡No me importas tú!

Hashirama se levantó, fue hacía dónde Madara se encontraba sentado y lo tomó del saco que llevaba
— ¡¿Entonces por qué vuelves a hacer esto?! Sucede algo entre nosotros, tú decides tratarme como basura y te alejas
— Eso no es cierto
— ¡Lo es! ¿Que hiciste la primera vez? ¡Me gritaste y te fuiste a Inglaterra! ¿Que sucedió la segunda vez? ¡Te alejaste y te fuiste a trabajar al colegio! ¡¿Que estás haciendo ahora?! ¿Volverás a irte como haces once años? ¿Te irás a dónde no te encuentre?

Madara desvió la mirada, no quería seguir viendo el rostro de Hashirama, no en ese estado.
— Mira, entiendo que tengas otras razones, es solo que siempre haces lo mismo, Madi de verdad quiero seguir a tu lado, pero no de esta forma, me estoy empezando a cansar de tu actitud tan fría conmigo
— Si de verdad te estás cansando, ¿Por qué sigues buscando la forma de que me quede?
— Por qué te quiero, pero todo tiene un límite Madara, estoy alcanzando el mío y es algo que tú mismo estás controlando... Repites las mismas acciones cada que tenemos un problema, ¿Por qué lo haces? Sabes que yo también me enojo por cosas que tú haces, pero eso no significa que voy a alejarme, te he dado muchas oportunidades
— Nunca te pedí que lo hicieras... Sigo haciendo lo mismo porque sé que siempre vas a regresar, sin importar que haga, estás conmigo y lo seguirás haciendo, y no lo entiendo, tu cariño hacía mí, es absurdo... Pero yo no tengo ningún sentimiento hacia tí, odio el día en el que nos conocimos, odio el día en el que regresé a Konoha, te odio a ti y tu estúpido comportamiento

Hashirama soltó a Madara, él volvió a verlo y, tal cómo hacía cuando tenían díez años, Hashirama estaba llorando, escondiendo sus ojos con su mano. Madara quería abrazarlo y decirle que todo lo que le había dicho era mentira, pero sí quería que Hashirama se casara y ya no hubiera ningún sentimiento que los uniera, debía guardar silencio.
Hashirama quitó su mano de sus ojos y secó las lágrimas que aún caían
— Con que éste es el verdadero Madara Uchiha, del que mi padre siempre me quiso lejos... Por fin conozco al horrible humano que hay detrás del honorable nombre
— Hashi-
— Los papeles están en mi escritorio, trata de firmarlos rápido y se los entregas a mi secretaria
— ¿Y tú?...
— Voy a salir, ya no te quiero ver y por cierto — Hashirama tomó la mano de Madara y le entregó el anillo — Izuna tenía razón, eres un excelente clon de tu padre, hasta luego, presidente Uchiha

No le importaba que su hermano, algunos conocidos de la familia o personas ajenas pensaran eso, sin embargo, que Hashirama le hubiera dicho eso, le hacía saber que se había portado como un total idiota.
Todo era por la felicidad de alguien a quien amaba... O eso creía.

Martes en el colegio, Rin seguía de visita en Konoha, Obito le había terminado de mostrar algunos lugares importantes para él.
— ¿Cómo está Deidara? Ya no lo volví a ver después de que se fue
— Ha estado bien, me dijo que hoy volvería a estar conmigo
— Obito... ¿Deidara y tú tienen alguna relación? No lo malinterpretes, es que cuando llegué lo noté un poco celoso y creo que no le agrado
— ¿Por qué todos piensan eso? Deidara no odia a todo el mundo, él es así, el hecho de que su mirada sea un tanto escalofriante no significa que sea así, Rin por favor, Deidara es una persona muy amable y especial
— No lo quería decir de esa manera, discúlpame, pero quiero regresar a Inglaterra con una nueva amistad y Deidara me parece el candidato perfecto, es atractivo y-
— ¿Atractivo? Rin, ¿Piensas eso de él?
— Por su puesto, si algún día tengo un novio, quiero que sea cómo Deidara
— ¿Cuál fue la pregunta que me hiciste hace un momento?
— ¿Sí Deidara y tú tienen una relación? ¿Esa pregun-
— Deidara es mi novio desde hace unos días, así que cuida lo que dices sobre él

Rin nunca había visto a Obito con esa expresión, le transmitían miedo, por suerte, el tan querido rubio llegó.
— Konan necesitaba ayuda con un vestido de novia, por eso me tardé en llegar

Sin previo aviso, los labios del azabache se juntaron con los de él, aún era alarmante que sucedieran esa clase de cosas entre ellos. Luego del repentino beso, Obito acercó a Deidara, abrazándolo.
— Cómo te dije Rin, Deidara es mi novio
— Obito... ¡No hagas eso sin decirme!

La chica quedó impactada por tal acción, no por saber que a su amigo le gustaban los hombres, sino que ahora Obito había dejado de ser tan tímido en ciertos aspectos.
— Rin, lamento haber rechazado tu propuesta para salir
— No te preocupes, no siempre podemos hacer algunas cosas, pero espero que podamos salir antes de que me vaya
— ¿Te vas tan pronto?
— Solo vine a visitar a Obito unos días, iba a ser transferida pero otra compañera fue elegida
— Lo siento sí la primera impresión que tuviste de mí fue mala, estaba confundido con la relación que tenías con Obito, pero un amigo mío me hizo entender que Obito tenía otra vida antes de conocerme
— Aceptaré tu disculpa con la única condición de que hoy si salgas con nosotros
— Supongo que hoy no tengo nada que hacer

La vida era interesante, mientras alguien mejoraba cómo persona y con su alrededor, alguien más sufría por acciones que, de alguna manera, le hacían un bien o un mal a un tercero.

Viernes.
En la casa de la futura familia Senju - Uzumaki, Mito esperaba a que Hashirama llegará, teniendo frente a ella los papeles que posiblemente acabarían con el matrimonio que aún no comenzaba.
Días antes de la boda: Dos semanas

Buenas!
El capítulo de hoy creo que es un poco corto, espero le guste ^^
— H