Grandes consecuencias se acercaban a Hashirama, sus intenciones no eran malas; quería volver a ser el amigo especial de Madara, al mismo tiempo que quería encontrar la manera de ser un buen padre. Cancelar una boda que lleva tres años siendo planeada no era nada fácil, teniendo encima el problema de contratos que tendría su empresa y empleados. Terriblemente su estabilidad económica dependía demasiado de la familia Uzumaki o, más bien, de esa boda.
Demasiados problemas estaban a punto de golpear a Hashirama, era demasiado difícil ser el heredero de toda una generación de empresas. Aunque esos problemas eran olvidados en segundos cuando estaba en compañía de Madara.Los primeros días habían sido complicados, Hashirama era el único que se la pasaba hablando, buscaba cualquier momento para poder hablar del pasado con Madara, sus esfuerzos eran inútiles, puesto que Madara evitaba o ignoraba sus palabras. ¿De verdad Hashirama se había enamorado de alguien tan obstinado como Madara?
A pesar de esos contratiempos, la tensión disminuía cada día, ya no eran necesarios pequeños bocadillos para tener el primer tema de conversación. Por último, la tensión sobrante fue borrada el día de cumpleaños de Madara; una gran caja de regalos fue entregada a la puerta de su habitación, con múltiples tarjetas, dulces, peluches. Todos habían sido cortesía de Hashirama, fueron aproximadamente treinta regalos distintos.
— Guardé cada regalo que compré durante los años pasados, ahora que regresaste puedo entregarlos, feliz cumpleaños MadiSí Madara no fuera bueno disimulando, muchas personas habrían visto la felicidad que ese detalle despertó en su ser, no sólo por qué estaba cegado por los materiales, sino que la muestra de que Hashirama en verdad había recordado su cumpleaños por un largo tiempo, había sido altaneramente hermoso.
Siguieron transcurriendo los días, en los cuales las visitas ya eran habituales, Obito, que había estado atento a esas visitas, comenzó a preguntarse a qué se debía. Hablando todo con Deidara.
— Madara no dejó que yo viera a Hashirama, aunque él si puede verlo, aún después de que haya estado enojado con él ¡Es injusto! ¿No lo crees, Dei?
— Honestamente, a mi me da igual lo que hagan tus padres
— ¿Mis padres?
— El Uchiha es tu “padre verdadero” y el Senju es como un segundo padre para ti ¿Ahora entiendes?
— Si, llegué a malinterpretar lo que dijiste... Desde que me dijiste lo de Sasori, he estado sobre pensando sobre las relaciones amorosas...
— No le des muchas vueltas al asunto, cómo dijiste, para tí es algo extraño...
— También lo pienso demasiado por tí. Desde ese día has estado algo distanciado de mi
— ¿Tiene algo de malo?
— Nada, pero si no tienes ningún problema ¿Pasarías el último día del año conmigo? Posiblemente Madara tenga asuntos que resolver y no quiero quedarme sólo en casa, además no confío en mi tío, es demasiado sociable
— Hm, no podré acompañarte en tu casa
— Oh... No-No hay problema... Tu familia va a llegar, tienes a Konan, tienes más cosas que hacer... Yo-
— Por qué la pasaremos en el festival, juntos, es tu primer año aquí en Konoha, debes disfrutar tu primer festival
— Deidara... ¡Eso es perfecto! Mi primer festival ¡Contigo!
— Si, ahora no grites mucho, los demás van a saber dónde estamos y no quieres eso ¿Verdad?
— Tienes razón — Obito sacó el trozo de tela azul, entregándolo a Deidara — Debí de dártelo hace ya unos días, no es nada comparado con lo que hace Konan o tú... Te gusta hacer figuras de arcilla, ví las fotos en tu celular... Pero de verdad me esforcé mucho para que te guste, quiero que lo conserves, en Inglaterra por estos días damos regalos a las personas importantes-
— Me gusta, es sencillo, lo pondré en mi museo del arte
— ¿Algún día me dejaras ver todo lo que tienes allí dentro?
— Sí, crearé la arcilla explosiva, y cuando yo muera todas mis figuras explotarán, dejando mi marca en el mundo
— Eso se escucha como terrorismo...
— Entonces seremos terroristas, tú estarás conmigo el día que yo muera, hmLos días de festivales dieron inicio, por las noches Konoha era iluminado por lámparas brillantes, puestos de comida y juegos llenaron el centro de la cuidad. Fuegos artificiales le hacían compañía a las estrellas en el oscuro cielo, montando un espectáculo de fantasía, las noches tenían más vida, llenas de alegría y entusiasmo. Las horas restantes de ese año fueron inolvidables, tanto que cada habitante de Konoha olvidó sus problemas, sin preocupaciones abundaban por las áreas, terminando con los problemas de muchos.
Aquellos anhelados festivales finalizaron, junto con ellos, cómo si se tratara de una escena cliché en series románticas, también finalizaba un dulce y sincero beso.
— ¡Lo ves! Cómo siempre, el buen Izuna tenía razón
— Creí que estabas exagerando, pero de verdad ellos están...
— Así es ¡Necesito que él lo vea!
— Mi pequeño Obito... ¡Ha dado su primer beso!
— ¿Cómo sabes que es el primero?
— Me dijo que nunca había besado a nadie y ahora... Se lo entregó a Deidara
— Shh, nos pueden escuchar, Hashirama debes evitar gritar tantoA pocos metros estaban escondidos Hashirama e Izuna, espiando aquella escena, dónde por impulsos, Obito besó a Deidara. Izuna no desaprovechó la oportunidad, yendo directo a buscar a Madara para contarle.
Por toda esa noche, Obito no llegó a casa, presentándose hasta el siguiente.
¿Había sido bueno que Madara haya dejado a Obito solo aún sabiendo lo que podría ocurrir?Adiós festivales, hola... Boda.
Cómo si no hubiera pasado, Obito y Deidara continuaban hablando, Madara seguía siendo profesor con visitas “secretas” de Hashirama, Tobirama e Izuna... Ellos seguían jugando con los celos del otro, cayendo en el mismo truco una y otra vez, cada fin de semana e ignorando que durante dos días compartieron cama.
Así acabó el mes de enero.Últimamente, Mito había estado quedándose en casa de Hashirama, para poder adaptarse a ese lugar y no tener inconvenientes durante su embarazo. Claro, sin compartir habitación. Aún no estaban comprometidos oficialmente, así que el compartir una habitación no era muy ético.
Un día viernes por la noche, Hashirama llegó, ignorando a Mito y dirigiéndose directamente a su habitación, llegó tan cansado que no comió nada. Mito preocupada, subió para darle un vaso de leche, entró con cuidado.
Cerca de la cama de Hashirama, se sentó, observándolo mientras dormía.
— Hashirama... Espero que pronto llegue nuestra bodaMito pasó su mano por el rostro de Hashirama, deteniéndose en su mejilla. Balbuceando, Hashirama habló, tomando la mano de Mito.
— Amo...
— ¿Estás despierto?... — Sin recibir respuesta alguna, Mito sonrió para si misma — Olvidé que a veces dices cosas mientras duermes...
— Te... Amo...
— Hashirama, tu lo sabes desde hace años, yo también te a-
— Madara...Mito quitó bruscamente su mano, al mismo tiempo que veía el abrigo que Hashirama portaba, un abrigo que no era de él, puesto que no se había llevado ninguno por la mañana.
— Fuiste a ver a MadaraUna y otra vez, Hashirama repetía el mismo nombre, dándole diferentes apodos y de distintas maneras, con cualquier emoción, entre ellas, un tono triste.
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· Cadenas rojas · | MadaHashi/HashiMada
Fiksi PenggemarAl ser tan solo niños, Madara y Hashirama son envueltos en los conflictos de sus familias, comienzan a ser amigos, pero al ser pertenecientes a familias muy estrictas, son separados de la peor forma. Apesar de eventos ocurridos entre ellos, logran...