· Cadenas rojas · | MadaHashi/HashiMada

Xlll

“Alguna vez escuché una frase que ahora es más que clara para mí:
Los ojos son la ventana del alma”

Tobirama tomó aire con un suspiro hondo, por su atención hacia el camino, no pudo girar para ver a Obito así que comenzó haciéndole una pregunta a Obito
— Cuando te enamoraste la primera vez ¿Te miraste al espejo esos días?

Sí Obito no conociera la seriedad de Tobirama, esa pregunta parecería algo para evitar el tema, no le dió mucha importancia a eso, aunque tampoco dejo la respuesta vacía
— Obviamente no lo hice, una amiga, Rin, fue mi primer amor, pero nunca me miré al espejo ¿Por qué lo haría?

Tobirama acomodó el espejo del auto, logrando ver así a Obito y frunciendo el seño
— ¿De verdad Rin te gustaba?
— Sí, ella fue la primera amiga que tuve, me apoyaba en todo-
— No se trata de que alguien sea amable contigo, Obito, cualquiera puede ser así, lo que debes tener en cuenta es sí tuviste un sentimiento de amistad o de amor por ella, no te confundas
— ¿Y cómo voy a saber eso? ¡Es lo mismo! Fue amable conmigo
— Piensa bien cómo fue tu relación desde el primer día, sin ignorar el mínimo detalle

Obito rebuscó entre sus memorias en Inglaterra, recordó poco del inicio de su amistad con Rin, pensó en cada segundo que estuvo con ella y, Tobirama le había abierto los ojos; nunca le gustó Rin, sólo había sido un capricho suyo por las constantes burlas que le hacían sobre ella, en realidad nunca le dió importancia a otros asuntos, ni siquiera cuando Rin le dijo que había conseguido a su primer novio.
— Por tus ojos puedo saber que ya tienes una respuesta
— Nunca me gustó...
— Esa es la maldición Uchiha, Obito
— Sigo sin entender
— Todos ustedes, son malos transmitiendo lo que sienten, sin embargo, tienen una condición asombrosa, sus ojos; no puedo explicar a profundidad ésto, sigo sin conocer bien el tema ¿Por qué la pregunta?
— La pregunta debí de haberla hecho hace bastante, Madara fue quién me dijo que tú sabías
— Siendo así, creo que no debo mentirte — tras escuchar, la intriga se apoderó de Obito, no podía esperar que Tobirama sugiera hablando — Bien, sus ojos son algo especiales, al no poder transmitir lo que sienten, sus ojos se encargan de hacerlo y es algo que entre ustedes pueden notarlo, cuando alguien se siente bien o mal, orgulloso o enfadado, todo eso los Uchiha pueden saberlo
— ¿Y tú cómo lo sabes?
— El peor enemigo de un Uchiha, es el amor, ustedes pueden amar con pasión a alguien, pero sí a esa persona le sucede algo, ustedes pueden volverse hostiles, sus ojos son algo maravilloso y peligroso a la vez

Todo eso sonaba de fantasía, una capacidad así era para asombrarse, pero por más que intentaba entender, era inútil. Obito no podía terminar de comprender lo que escuchaba así que Tobirama, que lo miraba de vez en cuando por el espejo, se le ocurrió algo para hacerlo entender
— ¿Nunca has visto a Madara cuando está cerca de mi hermano?
— Sí, hay una tensión sobre ellos cuando están cerca
— Pero sus ojos... ¿Has visto los ojos de Madara cuando está con mi hermano?
— No
— Ese es un problema...
— P-pero sí vi los de mi tío Izuna
— ¿De Izuna?
— Madara me dijo sobre la “maldición” cuando le conté del día que tú y mi tío discutieron po-
— Tu tío reflejaba un sentimiento que pudiste ver, una vez que lo has hecho tú también has entrado a la maldición de su familia, tus ojos serán más expresivos cuando encuentres a la persona indicada para tí, pero depende de ustedes sí quieren que esa persona vea lo que de verdad sienten
— ¿Y cómo es que tú supiste de esa condición de mi familia?
— Soy muy observador en algunas cosas, quisiera seguir hablando sobre sus ojos, pero ya llegamos a tu casa
— Hoy el camino fue más corto de lo normal...

El auto se estacionó unos cuantos metros antes de la casa Uchiha, Tobirama salió al igual que Obito, lo acompañó hasta la puerta, donde Obito recordó la segunda pregunta que debía hacerle
— Tobirama
— ¿Qué?
— Primero; ¿Por qué me asignaste a Deidara cómo tutor?
— No sé, no tenía planeado eso y Deidara fue mi primera opción disponible, además de qué convivir con alguien también le ayudaría a él
— La pregunta más importante... ¿Qué es lo que de verdad sientes por mí tío Izuna? Es mucho más qué una simple amistad... ¿Qué sientes por él?

La respuesta no fue dada de inmediato, Tobirama revolvió el cabello de Obito y la voz que transmitió, no fue nada parecida a la firme y sería de siempre
— No quiero qué estés en problemas de tu tío y yo, voy a arreglar todo ¿Bien? Ahora entra a casa, Madara debe de estar esperando
— ¿No vas a entrar? Hashirama puede estar ahí
— Por hoy, te dejaré aquí, espero poder entrar la próxima semana
— Adiós Tobirama
— Adiós Obito

Obito entró a casa, Hashirama estaba sentado en la sala. En cuanto llegó, Hashirama notó su presencia, entonces fue hacia él, buscando a alguien más
— ¿Estás bien? Hashirama
— ¡¿Dónde está?!
— ¿Dónde está quién? Vengo solo, bueno Tobirama me vino a dejar pero ya se fue
— ¡La jovencita que te acompañaba! ¡Tu novia!
— Hashirama, no tengo ninguna novia, ¿De donde sacaste esa tontería?
— Tobirama dijo en un mensaje-
— Vio mal, no era mi novia, estaba con un... ¡Era mi amigo! Deidara
— ¡Cierto! Habías salido con él, lo olvidé ¿Qué te hiciste?
— Pude volver a ser cómo fui...
— Te ves muy bien Obito, todas las chicas te van a amar, igual que a Madara
— ¿No te molestan las cicatrices de mi rostro?
— Son algo llamativas, sí, pero no tengo ningún problema en que las tengas, son parte de tu vida
— Las escondí todo este tiempo para nada...
— Lo importante es que tú te sientes mejor, incluso parece que estás más seguro
— Lo estoy, pero ¿Y Madara?
— Fue arriba, recibió una llamada del trabajo
— Bien, voy a ir a bañarme, le dices que ya llegué
— Claro Obito, recuerda que mañana voy a venir por tí, así que termina cualquier tarea que tengas
— ¿Ya te vas a ir?
— Sí, tengo una casa que debo limpiar, solo estoy esperando a Madara, nos vemos mañana Obito
— Hasta mañana Hashirama

Obito subió a su habitación, no tardó en que Madara bajara.
Al momento de reunirse con Hashirama, él lo abrazó
— ¿Por qué el abrazo?
— Tienes a un hijo maravilloso, cuidalo mucho
— Viste el cambio que hizo...
— Déjalo, no le reclames nada, es apenas un joven y tiene derecho a divertirse, sanamente claro
— ¿Quieres que te vaya a dejar?
— ¿Podría quedarme a dormir hoy? Tobirama no me va a acompañar está noche y no quiero estar solo

Antes de dar una “Sí” Madara fue interrumpido por una llamada hacia Hashirama. Él la recibió sin problema, al finalizar, no parecía tan feliz.
Se acercó nuevamente y recargó su cabeza en el hombro de Madara.
— ¿Sucedió algo?
— Madara... Mito regresó a Konoha, su viaje ya finalizó
— Tranquilo, no debes alterarte, no va a pasar nada malo ¿O sí?
— Tengo miedo, Madara, las noticias que tenga Mito pueden ser malas... Regresaré a casa, no podré quedarme
— Ve con cuidado, no te alteres
— Pero-
— ¡Es una orden! Obedece a la cabeza de la familia Uchiha

Hashirama se separó de Madara, regresando a su casa...
— Madara, perdoname por favor...