Salgo de la habitación arrastrando mis pies sintiendo un fuerte dolor de cabeza. No sé que va a decir Cristian, pero lo que algo que estás de acuerdo es que nuestras madres son las más importantes.
Bajo las escaleras y voy directamente a la sala. Él está sentado en uno de los muebles con la mirada perdida.
―Buenos días― Es la primera vez que le doy un saludo. Su mirada azul se encuentra con la mía.
―Buenos días― Lo observo por un momento y detallo unas grandes ojeras.
¿Acaso no ha podido dormir?
―Necesitamos hablar― Me siento delante de él.
―Dime―
―Bien sabes de qué.
―No sé.
―¿Me vas a hacer decirlo?―Encoge sus hombros restando importancia.
―No sé de lo que hablas―Tomo un fuerte respiro conteniendo las ganas de irme encima y golpearlo.
―De hacer eso...
―¿Qué es hacer eso?.
―Sabes de lo que hablo.
―No, no lo sé― Su expresión cambia y parece divertido.
Cierro los ojos y cuento hasta 10.
―Vamos a tener un hijo.
―¿Qué?― Se levanta de un salto ―¿Cómo que vamos a tener un hijo?― Camina de un lado a otro ―¿Cuándo pasó? Si ni siquiera hemos estado juntos― Su sarcasmo me enferma.
―¿Sabes qué? Vete a la mierda―Me levanto y me doy la vuelta para salir.
―¡Espera!― Me toma de la muñeca ―Lo siento.
―Si no vas a tomar las cosas en serio es mejor que lo dejemos así.
―No podemos dejarlo así y lo sabes―Se pasa la mano por el cabello ―Siéntate y hablemos.
―¿Vas a hablar como persona madura?―Mueve sus hombros.
―Lo intentaré―Ruedo los ojos y me siento tomando un poco de distancia de su cuerpo. Lo escucho resoplar antes de cruzar su pierna sobre la otra.
―Debemos...―Respiro hondo tomando fuerza ―Debemos empezar a intentarlo.
―Ok, todo por nuestras madres―Dice.
―Pero tengo algunas reglas―Enarca una ceja.
―¿Reglas?―Cruza los brazos sobre su pecho ―¿Qué reglas?.
―Nada de besos―Digo ―Nada de caricias y mucho...
―¡Estás loca!― Se levanta furioso ―¿Acaso no sabes como se empieza las relaciones sexuales?.
―No necesitamos nada de eso, vamos a lo que vamos.
―¿Y según tú, cómo sería?.
―Pues...― Me pongo nerviosa ―Eso...―
―¿Qué es eso?.
―Penetrarme y venirte y ya.
―¿Acaso no quieres disfrutar? ¿Sentir?.
―No creo que pueda llegar a sentir algo contigo―Le digo.
―¿Estás segura?.
―Lo estoy.
―Bien―Dice y se da la vuelta para salir de la casa.
―¿Para dónde vas?―Me levanto y voy detrás de él.
―No pienso tener sexo contigo―Dice sobre su hombro ―No de esa manera.
―Pero...
―Nada de, pero...―Se da la vuelta ―¿Acaso crees que los hombres se mantienen con la polla levantada? Nosotros también necesitamos de un estímulo, hasta para masturbarse necesitamos ver o tocar.
―¿Tienes que ser tan grotesco?―Hago una mueca.
―Oh, no sabes lo que te va a gustar que te hable sucio―Da un paso hacia mí ―Y no sabes lo mucho que disfrutarás al estar conmigo.
―Eso nunca.
―Nunca digas nunca―Guiñe su ojo y se da la vuelta.
―Entonces... no vamos a tener sexo.
―No de esa manera, si de verdad quieres quedar embarazada, vamos a hacerlo a mi manera―Se detiene en la puerta corrediza que da a la terraza ―Si aceptas, te estaré esperando esta noche en mi habitación.
Sale dejándome con la boca abierta.
¿Hacerlo a su manera?
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una gran idea
RomanceEllos crecieron juntos y en secundaria ella decidió confesar su amor delante de toda la escuela pero lo único que recibió fue burlas y repudio por todos los estudiantes. Ese amor se convirtió en odio y fueron enemigos desde entonces. Para quitarse...