Ares
_______________________________________—¿Quieres ser mi pareja de trabajo?, tenemos que hablar de lo que pasó ayer.
Me dejé caer en la silla más cercana a Max. Al parecer estaba de buen humor, lo de ayer había sido sensacional. Tobey me había dicho lo que había sucedido con Miguel cuando escapó. No dudo en que Chase lo cambie con los de riesgo.
—¿Qué detuve a Miguel de que escapara? -Sonrió con arrogancia. —Bueno en realidad solo me interpuse para detenerlo unos minutos. Por cierto traje tu camisa, la lavé antes de venir.
Max sacó de su mochila una camisa de cuadros, se la había prestado para que entrara a su casa sin ninguna mancha de sangre. No queríamos que unos de nuestros miembros fuera descubierto.
—Gracias Ares.
—No tienes porque agradecer. Siempre le presto prendas a mis amigos, a Jamie siempre le presto mis camisas.
De pronto los sonidos del salón cesaron. Unas voces provenían desde el pasillo. Inmediatamente las reconocí.
—¿Por qué traes esa cosa en la cabeza?
Mis compañeros alzaron la voz, ninguno quería escuchar esa conversación, incluyéndome. De pronto sentí un golpe en la cabeza, al girarme vi a una molesta Marlene.
—¡Eres un idiota!, ¿tienes idea de lo que me costó tu estúpido disfraz? -Marlene se cruzó de brazos. —Tuve que hacer un intercambio con Villa.
—¿Qué clase de intercambio? -Alcé una ceja, no creí que tuviera que hacer un trato con Villa, ese chico tenía una reputación pésima. Solía intercambiar cosas por lo que quería, ninguna de ellas era buena.
—Una cita.
No pude evitar soltar una carcajada. Pude sentir la mirada molesta de mi amiga.
—¡No es gracioso!
—¡Claro que lo es!, ese tipo primero intento besarme el año pasado por un pequeño trueque. Es interesante saber que le gustas. Además he oído que besa muy bien. -Sonreí con burla.
—Cierra la boca. Esta me la vas a pagar, ¿oíste bien?
—Claro. -Dije con sarcasmo.
—Hablo en serio Strano. Vas a pagarmelo como yo quiera. -Sin duda estaba molesta.
—Como digas Marlene.
Aquella chica parecía hablar en serio, en el fondo estaba preocupado por lo que podría pedirme para estar a mano.
—No entiendo porque sigo haciendote favores.-La chica se sentó en la mesa de al lado.
—Porque soy un encanto.-Comente mientras guardaba la camisa de cuadros. Max estaba callado. —¿Por qué otra cosa me harías favores?
—Por que si no ibas a molestarme y no pienso escuchar tus quejas en los próximos días. -Contestó ella con indiferencia.
—Pensé que porque eramos amigos.
—Eso es aparte, tengo que separar los favores con las amistades para conseguir lo que quiero Ares. -Me sonrió de lado.
Como adoraba esta chica, me agradaba más que Carolina.
—¿Sigues ahí Reeves? -Ella miro a Max por encima del hombro. Este se sobresaltó un poco. —Escuché lo que hiciste ayer.
—¿De verdad?
—Si y fue un poco tonto de tu parte, pero diste tiempo para terminar el trabajo. Es una lastima, me agradaba.
—¿Lo conociste? -Max parecía sorprendido.
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Sentimientos clandestinos
Teen FictionMax Reeves es transferido a una nueva escuela, donde su hermano estudia. En esta escuela es importante pertenecer a un grupo y Max lo debe de tener claro. Debe de seguir las reglas de la pandilla. 1°Somos todos o ninguno. 2°Jamás abandonar a un mi...