Capítulo 23

341 42 11
                                    

¿Ignorando mi invitación? ¿Mi carta?. Jimin no estaba seguro de haber escuchado bien. ¿Una carta? ¡¿Por qué él no había visto ninguna carta?! Salió rápidamente de su casa a checar su buzón y casi se ahogó cuando vió una carta ahí dentro. La tomó, admirando el fino envoltorio y cómo estaba tan pulcramente estampada. 

Jimin volvió adentro, ansioso de leerla. Se sentó en su sillón y abrió la carta lentamente, como si dentro de ella hubiera alguna especie de tesoro. La miró y casi sonrió cuando vió que estaba escrita a mano. La gente rica rara vez escribía a mano ahora, casi nadie lo hacía gracias a esas máquinas de escribir eléctricas que todos usaban. Pero no, Yoongi había escrito esto a mano, con tinta, había plasmado ahí sus palabras en oraciones. Yoongi hablaba tan hermoso, cada palabra hacía a los sentidos de Jimin ir hasta el límite, como si quisiera ser consumido por cada pensamiento y cada noción. Sus cartas deberían ser absolutamente magníficas. 






Cariño, 

Todas las tardes pienso en ti. A veces me siento aquí por eternidades, deseando ver tan solo una pizca de tu belleza. Cuando miro a través de las cortinas, mi corazón late desesperado: veo tu piel contra la luna vigilante. Ella complementa tu piel tan maravillosamente, cariño. 

Recuerdo tus labios de aquella noche. Es una maravilla que esos rojizos labios tuyos hayan sido hechos no solo para la locura de la música y las canciones, sino también para la locura de los besos. Quiero besarte una vez, y otra vez, y más, muchas más veces hasta que tus labios se mojen con los míos. 

Desearía hacer más que eso. 

Deseo verte con mucha menos ropa encima, quizá con ninguna. Deseo ver tus ojos de miel abrirse más grandes, tus mejillas colorearse aún más rojas. Deseo pasar mi lengua por cada rincón de tu cuerpo, saborear tu piel, sentir tu pulso en mi lengua. Quiero llevarte a mi cama y recostarte ahí suavemente. 

Deseo tanto cogerte hasta que llores, cariño. Deseo darte la vuelta y ponerte sobre tu suave estómago y cogerte como la hermosura que eres, hacer contigo el servicio de Venus, hacerlo de la forma más sucia, sentir tus labios calientes chupandome, cogerte entre tus dos pechos rosados, y






Jimin dejó de leer, sus ojos abiertos en sorpresa. «Qué carajo». Sus manos estaban prácticamente temblando mientras sostenían el papel, sus mejillas rojas, sus muslos apretados. Su pene se sentía duro contra el resorte de sus pantalones, lo que lo hizo gemir en disgusto. Disgusto hacia sí mismo, quizá aún más confusión. 

Se rehusó a seguir leyendo las cosas horribles escritas en ese papel. Estaba tan bien escrito, pero al mismo tiempo era tan ostentoso y descarado. Jimin no podía leerlo. 

Dobló la carta y la dejó a un lado, corriendo después a su estudio para terminar cualquier trabajo que tuviera pendiente. Cualquier cosa que le hiciera sacar esa carta de su mente. 

Eran las 7:35 y Jimin ya estaba vestido con un abrigo, camisa y pantalones apretados, aunque aún estaba en su casa. Quería irse, pero el pensamiento de tener que enfrentar a Yoongi hacía a sus interiores gritar. 

Su boca se secó. Estaba hambriento. Intentó pensar lógicamente, apretando más fuerte la canasta en sus manos. Tenía que ir.

Jimin salió de la comodidad de su casa y caminó hacia la de Yoongi. Llegó hasta la lujosa mansión y tocó la puerta. Se abrió y Yoongi apareció ahí, con un cigarrillo en su boca. 

"Quiero pensar que tienes un reloj o cualquier cosa que te diga la hora" dijo Yoongi, exhalando el humo mientras hablaba. 

"Llego tarde, creo que esa es una buena respuesta." Jimin dijo firme y caminó derecho, pasando a Yoongi. 

SOMEBODY TO LOVE. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora