Capítulo 53

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Antes de que Yoongi pudiera hacer algo, su cabeza fue empujada debajo del vestido de Karina, justo frente a su entrepierna. Ella se bajó las bragas lo suficiente como para que los labios de Yoongi se encontraran con su piel flexible, empujó la cabeza de su esposo más adentro y él mantuvo sus brazos inertes a sus costados comenzando a chupar, frotando su lengua sobre sus pliegues y escuchándola jadear contenta.

Karina gimió y continuó empujando la cabeza de Yoongi de un lado a otro, tomando el control. Él puso sus manos sobre sus muslos para mantener el equilibrio, pero sintió el pie de ella presionar con fuerza contra su pene bajo su ropa y tuvo que soltar sus manos. 

"Buen chico", mencionó Karina.

Yoongi sintió la ira y la humillación arraigándose profundamente dentro de él, pero simplemente continuó complaciéndola, lamiendo su piel rosada mientras ella se reía de sus acciones. 

Después de unos minutos Karina gimió y se mordió los labios, viniéndose en la boca de Yoongi, y apartó la cabeza de su esposo con brusquedad respirando pesadamente. 

"Duerme en el sofá", le dijo y se dio la vuelta para irse hacia su habitación, sin mirar atrás. 

Yoongi se limpió la boca con el dorso de la mano y se apoyó contra la mesa del bar, respirando con dificultad. Desde que la conoció siempre la había dejado tomar el control y que se saliera con la suya. Cuando eran más jóvenes, él no era el hombre arrogante y confiado que era ahora, había crecido cerca de gente fuerte y dominante, así que, por esa razón siguió a alguien que naturalmente se comandaba a sí misma. Karina le había dado la confianza que tenía ahora, pero se negaba a dejarlo cambiar cuando estaban solos.

Quiere que Yoongi ceda a su control todo el tiempo sin replicar. 

Yoongi se levantó del suelo y entró a su estudio, tomando el teléfono negro para llamar rápidamente a un número, se puso el metal negro contra la oreja y esperó pacientemente, los pitidos sonando durante lo que parecieron años. Finalmente, se encontró con un aturdido e incoherente:

"¿Hola?" 

"Jimin" dijo Yoongi en voz baja, apoyándose contra la pared. "Lo siento, no quise despertarte-" 

"M-me acababa de ir a dormir, está bien. ¿Qué pasa?", preguntó el rubio, la preocupación siendo evidente en su voz. 

"Nada" contestó Yoongi poniendo una mano contra su frente, apretando ligeramente su sien para que su dolor de cabeza desapareciera. "Solo quería escuchar tu voz." 

Hubo un momento de silencio, y luego se escuchó una pequeña risita. 

"Estoy aquí, Yoongi. ¿Ya me extrañas?" 

"Sí, mucho." susurró con los ojos cerrados. "Desearía que estuviéramos en Francia". 

"Yo también. Es mucho más fácil quedarme dormido cuando me abrazas", Jimin dijo en voz baja.

Ni uno de ellos estaba hablando demasiado alto. 

Yoongi se sorbió la nariz, sonriendo. "¿Puedo verte mañana?" 

"Sí, por favor." 

"Bien. Te veré entonces. Al menos ahora tengo algo que esperar", dijo Yoongi, escuchando un pequeño chillido tímido desde el otro lado de la línea, y solo sonrió con cariño a la imagen mental de Jimin sonrojándose, probablemente girando su dedo alrededor del cable de su teléfono. 

"B-buenas noches, Yoongi". 

"Buenas noches, Jimin" le susurró, escuchando al chico lanzarle un pequeño beso antes de colgar el teléfono.

SOMEBODY TO LOVE. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora