Capítulo 39

265 32 2
                                    

Hay personas en el mundo que son perfectas. 

Una simple mirada a ellos y te atraen. Tienen belleza, habilidades, talento, hermosas sonrisas y ojos llamativos. No puedes comprender cómo existen, cómo pueden vivir sin tener defectos. Estás tan lejos de ellos que estás convencido de que no tienen problemas en su vida pues su existencia está simplemente más allá de la tuya. 

Jimin se sentía así con Yoongi. 

La inferioridad era una cosa, Jimin era simple: usaba el mismo abrigo los 7 días de la semana, ganaba apenas el salario mínimo en su trabajo, su cabello estaba cepillado de manera simple, su actitud era simple, todo sobre él era... ordinario. Jimin pasó 23 años de su vida sintiéndose ordinario. 

Yoongi no era ordinario en lo absoluto. 

Él era grandioso. Rebosante de lujo, riqueza, exudaba una elegancia que te hacia querer convertirte en él, pero al mismo tiempo estar con alguien como él. Yoongi era confiado en su comportamiento. Sus palabras eran elegantes, suaves, salían de su boca sin pensar, sin dudar. Era como si no fuera humano en absoluto, tan lejos y por encima de cualquier otra persona, tan perfecto. 

Asustaba a Jimin. Pero ahora, mirando a través de las puertas de madera y viendo al hombre de tez pálida acostado de espaldas, con los ojos cerrados, luciendo débil y más pequeño de lo que él lo había visto alguna vez, su percepción cambió.

Karina estaba dentro de la habitación con algunos médicos, discutiendo algo en voz baja. Parecía asustada, con los ojos un poco abiertos. Jimin esperaba que Yoongi estuviera bien. Mia se había ido hace media hora porque tenía que trabajar temprano al día siguiente y tenía que irse a dormir, pero Jimin decidió quedarse, olvidarse de la necesidad de dormir de su cuerpo, pues ahora mismo, Yoongi era más importante. 

"Gracias." Karina dijo suavemente, alcanzó la puerta y salió. Vio a Jimin, luciendo un poco agitado. "¿Por qué sigues aquí?" 

"Solo quiero saber si está bien, es todo" Jimin dijo suavemente y vio a Karina sacar un cigarrillo, encenderlo con la otra mano y luego dejar salir el humo de sus labios descoloridos. 

"No lo sé." Murmuró Karina, menos tensa de lo habitual, pareciendo nerviosa... Jimin nunca la había visto nerviosa antes. Karina también parecía ser perfecta en cierto sentido. "No fue un ataque al corazón, gracias a Dios". 

"¿Qué fue?" le preguntó.

Karina suspiró. "Un ataque de pánico. ¿Te imaginas? Es tan estúpido" se quejó, dándole otra calada al cigarro. "Tenía miedo de que se hubiera lastimado o algo peor, pero solo son sus estúpidos nervios siendo erráticos".

Jimin la vio alejarse. "¿Ataque de pánico? ¿Pero, por qué? Yoongi parece tan..."

Karina se rió entre dientes, pasándose una mano por su cabello oscuro. "Si se despierta, llámame". 

Jimin la vio alejarse por completo y luego se sentó en uno de los asientos de afuera.

Una enfermera pasó junto a él y suspiró. "Realmente deberías irte a casa. Éste no es lugar para que un joven como tú pase la noche." 

"M-mi amigo está ahí. Solo necesito asegurarme de que esté bien" Jimin dijo suavemente.

La mujer sonrió. "No te preocupes, se lo diré cuando esté despierto. Deberías irte a casa y descansar un poco". 

"Estoy bien. Me sentiré un poco mas tranquilo si me quedo" dijo Jimin, viendo salir a los médicos. "Oh- um- está- ¿está bien?" les preguntó levantándose. 

"Está bien, ésto le sucede a muchos hombres. Solo está trabajando demasiado. Desde la depresión le han dado a muchos hombres el trabajo de diez. No es de extrañar que se pongan un poco ansiosos. Pero no debes preocuparte, él estará bien mañana en la mañana" El doctor se rió entre dientes. "¿Su esposa sigue aquí?" 

"Ella- ella se fue, creo" dijo Jimin. Vio a los médicos asentir, dándose la vuelta para alejarse. "¿Puedo pasar la noche allí?" les preguntó, y los vió asentir algo duvitativos. Sonrió y entró en la habitación, viendo a Yoongi. 

"Hola" susurró, acercándose a él. "Tenía miedo de haber sido yo la razón por la que recaiste. Parece que fue solo tu trabajo" dijo, tragando saliva al ver cómo dormía. Por supuesto, no podía escuchar, pero Jimin sintió la necesidad de continuar. "Karina se fue. Mia también. No creo que debas estar solo, así que me quedaré".

Jimin miró a sus alrededores y vio un sillón en la esquina con un cojín encima. Se inclinó queriendo presionar un beso en la frente de Yoongi pero era demasiado arriesgado, ya que había una gran cantidad de enfermeras afuera demás de la débil puerta. 

"No debí haberme enojado contigo" dijo pasando los dedos por el brazo de Yoongi. "Yo solo... Eres mucho mejor que yo, no entiendo por qué pensé que querías hacerme algo en primer lugar" rió por lo bajo, y luego tragó saliva, mordiéndose el labio. "Eres- eres tan hermoso, Yoongi... No quiero enamorarme de ti. Eres un hombre, y yo también. Deberíamos poner límites más estrictos en situaciones como esta. Pero... no puedo evitarlo. Eres tan hermoso".

Jimin miró al hombre por unos segundos más. 

"Lo entiendo. Un hombre como tú durmiendo con otras mujeres, es extraño que no haya hecho tal suposición antes" suspiró dándose la vuelta y caminando hacia el sillón. "Las mujeres probablemente se arrojan sobre ti, igual que yo lo hice" dijo riendo para sí mismo, y luego se sentó, colocando los pies sobre el costado de la silla y apoyándose en la cabecera.

Jimin miró a Yoongi por unos segundos más, y luego cerró los ojos quedándose dormido. 









SOMEBODY TO LOVE. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora