Preparo mis útiles en la mochila, algo furiosa.
- No seas tan pesimista, mi amor... -dijo mi madre dando una calida caricia a mi rostro-.
- ¿Cómo quieres que no lo sea? No pensaron ni siquiera un poco en mi al tomar esta decisión -respondí, enfadada-
- ¡No empieces otra vez!, no quiero pelear. Tienes que aceptarlo, es lo mejor... -dijo, exhausta-.
- Ahora ni siquiera voy a poder ver a mis amigos que conocía desde pequeña, ¿Acaso eso te parece bueno? ¿Habernos mudado tan lejos te parece bueno?
- Ya vas a poder tener nuevos amigos en esta escuela. Te lo aseguro -Dijo, con lágrimas en sus ojos-. Perdón hija, yo se que te cuesta todo este cambio, pero es el trabajo de tu padre el que nos hace ir de aquí para allá. No es mi culpa...
- Esta bien, ya esta... -seque con mi pulgar las lagrimas que caían de sus ojos-. Con el tiempo supongo que me acostumbrare... -Le di una sonrisa fingida con el fin de brindarle tranquilidad-. Bueno, debo irme. Se me hace tarde...
- Bueno hija, cuídate ¿Si? - Me dio un beso en la mejilla-.
- Lo Hare mamá, ¡Cuídate tu también! -la abrace-
Luego de salir de mí casa nueva, me dirigí a la parada del bus. Había varias personas esperando allí, pero alguien me llamo la atención. Llevaba una camisa blanca, su color de piel era tostada, unos labios sobresalientes, y grandes ojos. Tenía el pelo revuelto, debido a que se lo llevaba para atrás a cada rato, nervioso al parecer. En fin, era realmente hermoso. Según mis suposiciones, estaba llegando tarde a algún lugar, ya que miraba el reloj que llevaba en su muñeca, cada 5 segundos.
A lo lejos divise que se acercaba mi bus. Al parecer iba a subir al mismo que yo, ya que movía sus brazos de forma exagerada para que frene. Me reí ante esa situación.
Finalmente, llendo rumbo a la escuela, no podía dejar de mirarlo. Tenia algo en él, que lo hacia especial.
Bajamos en la misma parada, y lo seguí de manera inconsciente. Moria de curiosidad por saber hacia donde se dirigía. De un momento a otro, me percate de que estaba dentro de mi nueva escuela. Había demasiados alumnos en la entrada principal, y lamentablemente lo perdí de vista. Lo busque, y busque pero no logre encontrarlo.
- Hola, ¿Eres Nueva? -Dijo un chico con una voz grave, y seductora a la vez-.
- Si, este es mi último año -intente ser amable-.
- Ah, es mi último año también. Supongo que iremos en la misma aula... -dijo, sonriendo-.
- Si, supongo que si... -reí nerviosa-.
- ¿Cómo es tu nombre? -Cuestiono, tímido-
- Mi nombre es ____ ¿Y el tuyo?
- ¡Que lindo nombre!, el mío es Yongguk...
- Gracias, el tuyo también es lindo...
- No lo creo, tu nombre es mas lindo... -negó rápido, logrando que nos riéramos -.
- Al parecer ya es hora de entrar ¿No? -Dijo, mirando hacia la puerta principal-.
- Si, todos están entrando. ¿Vamos?
-Vamos... -asintió con una sonrisa-
Ya dentro del aula, nos ubicamos en los asientos de atrás. Yongguk se sentó detrás de mí. Luego de unos 5 minutos apareció la directora a darnos la bienvenida.
-...Espero que puedan adaptarse, y si se sienten incómodos con algo en especial pueden avisarme así podré buscar la solución al problema. Bueno, creo que ya dije todo. Ah, si... me falto decirles algo. Hoy viene un profesor nuevo de matemáticas, me gustaría que en lo posible se comporten correctamente, y no lo hagan sentir incomodo. Ahora si, me retiro -hizo una reverencia-
Al retirarse la directora, todos comenzaron hablar sobre como sería el profesor, que edad tendría, etc. En lo que se demoraría en llegar, saque mi cuaderno y me puse a dibujar. No se porque razón, pero comencé a dibujar al chico que había visto hoy. Mientras sonreía como idiota, seguía dibujando, y dibujando. Hasta que sentí que me tocaron el hombro.
- Creo que deberías dejar de dibujar... -susurró yongguk a mi oído-.
- ¿Qué? ¿Por qué? -cuestione, sin comprender-.
Me hizo una seña para que mirara hacia delante. Mis ojos se abrieron ampliamente, y tal fue mi sorpresa que no salían palabras de mi boca.
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''Un nuevo Comienzo'' - Daehyun&Tu
RomancePROLOGO Cambio de ciudad, cambio de escuela, de absolutamente todo. Es lo que ocurre la mayoría de las veces. ¿Debido a que? Al trabajo de mi padre. Ya me acostumbre a este tipo de cosas, pero en la ciudad actual a la que me mude voy a poder experim...