Una promesa de primavera

417 30 43
                                    

Kyuhyun, con apenas cinco años, fue inscrito por sus padres a clases de taekwondo para que desde corta edad aprendiera sobre disciplina y desarrollara su gusto por el deporte, además de considerarlo una buena idea para que él pudiera hacer nuevos compañeros con los cuales convivir, pues era un niño callado e introvertido. Pero sus deseos estaban muy lejos de hacerse realidad, dado que en lo último en que Kyuhyun pensaba era en hacer amigos, conforme se fue convirtiendo en uno de los mejores taekwondoístas de su categoría.

Pero eso cambió cuando un niño de cabellos negros, llamado Kanghoon, entró como parte de su misma categoría al ser solo algunos meses mayor que él, según lo que este mismo dijo cuando se presentó frente a todos. A Kyuhyun no le parecía nada extraordinario ese niño, de hecho, este no parecía esforzarse más de lo necesario y constantemente lo veía perderse en quién sabe qué, viendo a la nada como tonto.

¿Cómo es que ese niño raro era supuestamente uno de los mejores?

Su mamá y su papá le habían dicho que para ser el mejor en algo tenía que esforzarse, así que él lo hacía constantemente. Siempre trataba de ser el mejor en todo pues quería que sus padres lo felicitaran, porque cuando lo hacían, una sensación que desconocía se albergaba en su pechito; no podía explicarlo, era como estar feliz, pero estaba seguro de que era algo diferente porque ya había estado feliz en otras ocasiones.

Kanghoon desvió la mirada de la ventana y por fin regresó al mundo real, volteó a su derecha y vio a un niño de cabello castaño mirarlo feo, como si le hubiese hecho algo malo. Lo miró de manera curiosa con sus orbes negros y notó cómo el pequeño comenzó a desviar de a poco la vista hasta apartarla por completo.

Niño feo, esto no se quedará así —murmuró el pequeño castaño enfadado al darse cuenta de que se sintió intimidado por la mirada del otro.

Eso no contaba, sus ojos eran feos, daban miedo. Volteó a verlo nuevamente y este le sonrió mientras levantaba su manita para saludarlo de manera discreta porque su sanbonim estaba explicando algo acerca de lo que aprenderían en las siguientes clases, de inmediato se volvió hacia enfrente, ignorando por completo al pelinegro.

—Hola. —Escuchó más tarde el menor mientras guardaba sus cosas para esperar a que sus padres llegaran por él.

—...

—¿Hola?

—No me hables.

Kanghoon hizo un puchero, ese niño era un grosero.

—Eres malo. Mi omma dice que debes responder cuando alguien te saluda, es por cortesía.

—Yo no te pedí que vinieras a saludarme.

—Solo estaba siendo amable, podemos ser amigos y...

—No seré amigo de alguien como tú.

—Eres un mal dongsaeng. Ya no te hablaré, no me gustan las personas groseras.

—¡Kanghoon, llegaron por ti!

El pelinegro ni siquiera se molestó en despedirse, solo se dio la vuelta y corrió hacia donde estaban sus padres, dejando solo al menor.

Unos meses después se les informó que habría un torneo de primavera, así que una persona de cada categoría representaría a su doyang y para elegir al mejor, tendrían que combatir entre sí.

Kyuhyun se sentía seguro, o al menos eso fue hasta que le dijeron que tendría que pelear contra Kanghoon. Tragó duro, no porque le tuviera miedo, sino porque ese niño era ligeramente más alto que él y ya lo había visto pelear en otras ocasiones; realmente sí era bueno.

Fanfics KyuSung-YeHyun y algo más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora