Sus ojos castaños aun denotaban inocencia pese a su apariencia más madura, y aquella sonrisa siempre amplia y brillante adornaba su rostro. Su cuerpo había madurado, pues ahora era más alto, había ganado algo de peso y aquellas facciones infantiles habían sido reemplazadas por unas más masculinas.
—Hola señor Kim, ¿cómo se encuentra? Han pasado muchos años... —, dijo con tono dulce y aquella mirada brillante que el mayor recordaba de hace tantas primaveras atrás.
—Hola, Kyuhyun. Sí, ha pasado mucho tiempo.
Diez años... Habían pasado diez años desde la primera vez que aquel joven le había confesado su amor, solo era un niño en aquel entonces.
Diez años antes.
—Señor Kim... Usted..., usted me gusta, ¡estoy enamorado de usted!
Asombro sería la palabra correcta para lo que sintió en ese momento. Definitivamente no esperaba que ese jovencito de tan solo dieciséis años se declarara de aquella forma frente a él.
Cho Kyuhyun era un joven de preparatoria y él le daba clases particulares de canto. Siempre le pareció un muchacho centrado y algo serio, así que verlo con aquella mirada brillante y sus mejillas sonrojadas le descolocó.
—Kyuhyun...
—Sé... Sé que probablemente creerá que estoy confundido, ¡pero no es así! Yo realmente...
—Kyuhyun —le cortó— basta. Escucha —hizo una pausa tratando de buscar las palabras correctas—, no voy a negar que eres un joven bello, pero eres demasiado joven. Lo que sientes solo es admiración. Ya llegará tu momento para volar por ti mismo, entonces te enamorarás de alguien que te ame de vuelta.
Entonces Kanghoon se sintió un cretino cuando aquella expresión pasó de la ilusión a la decepción y los ojos del más joven se aguaron hasta que la primera lágrima corrió por su mejilla y terminó en el suelo.
Se acercó de a poco y acarició su hombro con suavidad, su corazón se contrajo cuando vio su rostro cubierto de lágrimas, pero simplemente no podía aceptar sus sentimientos pues era solo un niño. Y a pesar de que se lo pensó un momento, finalmente lo tomó del mentón.
—No llores, ya verás que para la siguiente primavera te enamorarás de alguien más —trató de consolarle mientras limpiaba su rostro.
—Yo no quiero a nadie más... —dijo el menor entre lágrimas—, yo lo quiero a usted.
Suspiró, el chico realmente tenía un gran enamoramiento por él, más no era un cretino como para aprovecharse de algo tan puro como eso. Lo apartó un poco y acarició sus cabellos. Y pese a que le había rechazado, sintió la necesidad de ayudarle a animarse un poco; así que, sin pensarlo demasiado, se agachó y besó su mejilla con dulzura.
—Anímate Kyuhyun, te ves más lindo cuando sonríes —le dijo con usa sonrisa.
La expresión del castaño poco a poco se iluminó y finalmente pudo ver una pequeña sonrisa.
Actualmente.
—¿Cómo se encuentra señor Kim? Veo que sigue luciendo igual de joven que siempre.
—Sabes que no soy tan joven como aparento —respondió con una sonrisa.
—Señor Kim, ¿recuerda lo que le dije en aquel entonces?
Claro que lo recordaba, solo que con los años aquel suceso quedó más como un recuerdo efímero sobre un jovencito enamorado de una persona adulta.
—Kyuhyun...
—Aun sigo pensando así —le interrumpió—, aun sigo amándolo de la misma manera, pero ahora sí tengo la edad para expresarlo, y también decirle que en todos estos años nunca pude olvidarlo.
Podía ver en sus ojos la sinceridad y eso conmovió al mayor, sin embargo, ¿a quién engañaba? Sonrió con melancolía.
El menor observó aquella sonrisa, esa maldita sonrisa, la recordaba...
Era como la de años atrás.
—Usted nunca me verá como un hombre, ¿verdad? —Preguntó con la voz rota. Y es que todos esos años solo le habían hecho creer que apenas estuviera frente al mayor, este lo aceptaría, que podría amarlo por fin.
—Somos tan diferentes Kyuhyun, algún día lo entenderás. Yo soy como un atardecer y tu una hermosa mañana.
—Pero yo...
—No puedo y nunca podré. Espero que me perdones en algún momento, verás que con el tiempo te olvidarás de todo esto. Y espero también que, al igual que aquella vez, aceptes esto como forma de disculpa y también..., como una despedida.
Al igual que años atrás, acunó entra sus manos aquellas blancas mejillas empapadas en llanto, con sus pulgares retiró algunas lágrimas y sus labios se encargaron de limpiar el resto, dejando en su paladar aquel sabor a agua salada, casi tan amargo como aquella despedida.
🥀🥀🥀
¡Buenas noches, Estrellitas. La Tierra les dice hola!✨️ 🌎
Aquí Zero dando señales de vida con algo de nuestro poderosísimo YeKyu.
¿Cómo han estado? ¿Me extrañan? Tengo tanto que contarles, espero en estos días subirles unas historias a IG para contarles como sigo con todo lo que me había estado pasando en los últimos meses. La verdad ha sido un enorme cambio y creo que para bien.
En fin, gracias por tanto. Las amo.
Zero, cambio y fuera nwn/
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