¡Hyung, hyung, hyung!

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Y ahí iba el delirio andante del castaño, aquel chico de mirada penetrante y oscura, piel morena y cabello como la noche.

Un suspiro escapó de sus labios al verle tan guapo como siempre, tenía un estilo con el que fácilmente podía pasar como un modelo de revista, era carismático y toda la universidad lo amaba.

Kim Jongwoon, un hyung de último año que jugaba en el equipo de baloncesto, acá entre nos, el pequeño castaño no era un fanático de los deportes pero nunca se perdía de los partidos del equipo con tal de ver a aquel hyung de cabellos azabaches.

¿Cómo se había convertido en un acosador de primera?

Eso es una larga historia.

Flashback

Kyuhyun iba como siempre cada vez que salía de sus clases, en su videojuego portátil, completamente ido del resto del mundo, se disponía a cruzar la calle pero de pronto un grito lo alertó.

—¡OYE CUIDADO!

Volvió su vista a un lado y sus ojos se abrieron al ver demasiado cerca un coche, cerró los ojos esperando el impacto y si llegó pero no como lo esperaba, cuando abrió los ojos se vio a un lado de la calle con un chico encima de él.

—¡¿ERES IDIOTA O QUÉ?! ¡¿TUS PADRES NO TE ENSEÑARON A CRUZAR LA CALLE?!

Su mirada se encontró con unos ojos negros, su salvador lo miraba con evidente enojo por haber sido tan descuidado, aunque quería hablar para darle las gracias, sus palabras se habían quedado atoradas en su garganta por alguna razón.

—Yo...

—Y ese idiota no tenía intención de detenerse.— El chico tomó una respiración para calmarse y se levantó del suelo— Perdón por gritarte ¿estás bien?— Preguntó ofreciendo su mano al castaño.

—G-gracias estoy bien— Respondió tomando aquella pequeña mano.

—Soy Jongwoon, Kim Jongwoon

—Cho Kyuhyun... Yo... Gracias... P-pero debo irme.

Fin del flashback.

Y huyó, huyó patéticamente esa vez, eso había pasado hace tres años, y aunque había agradecido de manera adecuada algunos días después, la realidad era que no cruzaba palabra con el pelinegro más que un par de veces en la semana cuando este iba a la biblioteca a buscar libros para sus tareas.

El castaño trabajaba a medio tiempo en la biblioteca local, y había descubierto que aquel hyung no solo era hábil para el baloncesto, sino también para la escuela.

Y por eso ahí estaba ahora, detrás del mostrador, observando a Jongwoon ser hermoso como siempre.

—Hola Yesungie hyung.

Y su encantó se rompió al escuchar ese estúpido y cursi apodo taladrar sus oídos.

—Hola Wookie-ah— El pelinegro despegó la mirada del libro y le sonrió al recién llegado.

Kyuhyun frunció el ceño, aquel enano paliducho y con voz chillante había estado acaparando a Jongwoon desde las últimas dos semanas.

Él se esforzaba tanto para captar la atención del pelinegro, siempre recibiéndolo con una sonrisa, despidiéndose igual y llegaba el enano maldito a quitarle toda la atención que tanto le costaba conseguir. La primera vez que lo vio junto a su hyung quiso tomar una enciclopedia y tirarla sobre su cabeza para luego gritarle "¡Jongwoon hyung es mío!" pero se controlaba.

El moreno y el más pequeño se despidieron, Ryeowook salió de la biblioteca con una sonrisa y Jongwoon se acercó al mostrador.

—Hola Kyuhyun-ah ¿qué tal el trabajo?

Fanfics KyuSung-YeHyun y algo más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora