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Capítulo 1. Noticias y nuevos compañeros.

Me levanto. Visto. Cepillo. Aseo. Rutina de todos los días de mi vida antes de ir a la tortuosa secundaria - O cómo yo le diría la apreciada cárcel -...

"En una hora estoy allá" - Lilian

A las 6 de la mañana me despierto y hoy no es una excepción –desafortunadamente para mi–.

—Buenos días mi niña. El desayuno está servido —dice mi madre al entrar por la habitación con su típica sonrisa dulce y su voz ligeramente aterciopelada.

—Buenos días mamá. Bajo en un segundo, ¿si? —dije mientras visualizaba mi reflejo en el espejo y perfeccionaba mi cabello que ahora estaba trenzado.

Salió de la habitación y termine de coger mis materiales para la secundaria y bajé las escaleras para ver el dichoso y delicioso desayuno que en este momento me esperaba con ansias para ser devorado.

Granola , yogurt, frutos rojos, dos tostadas de pan con una fina capa de mantequilla de maní, huevos con tocino y un zumo de naranja.

Esto si es vida.

—Linda.—halagó observándome de pies a cabeza a penas me acerqué al comedor.

—Gracias —respondí.

—Grace, tengo buenas noticias. —dijo con tono entusiasta mientras sus ojos obtenían un pequeño brillo aumentando un poco mi curiosidad —¿Adivina quien llega este fin de semana? —canturreó

—¿Quién?.—dije pareciendo tranquila aunque por dentro me carcomía la curiosidad mientras daba una mordida a mis tostadas.

—Tu padre.—confesó, luego de darle un sorbo al café. Casi escupo el Zumo.

— ¡¿Es en serio!? —exclamé un poco bastante emocionada mientras me lanzaba a abrazarla.

Mi padre trabaja para una compañía japonesa que fabrica teléfonos de ultima generación hace unos 2 años atrás y hace poco tuvo que mudarse a Japón.

Me dirigí a la puerta y abrí mientras tomaba del cuenco a un lado de la puerta las llaves del auto. Mi hermoso y amado Volkswagen 

—Hola guapa.—dije a Lilian que estaba a un lado de la puerta de mi apartamento—Me encanta tu sombrero.

—Gracias.—añadió—Tu estas fantástica.—halagó.

Entre risas, anécdotas graciosas y más bajamos al estacionamiento.

Al entrar al automóvil. El silencio reinó. Hasta que Lilian encendió la radio en la cual sonaba una de mis canciones favoritas.

—¿Has oído hablar del chico nuevo?—dijo ella moviendo sus cejas sucesivamente de arriba a abajo, abajo a arriba

He aquí La gran reina cotilla Lilian O'Connor mi gran –loca y maniática– mejor amiga.

—No,—respondí —y tampoco me interesa. Pero para hacerte sentir bien, ¿quién es?

—Es de intercambio y viene de Irlanda —dijo ella riendo por mi comentario mientras rebuscaba en su mochila.

—¡Que bien!.—dije. El sarcasmo goteaba por montones.

—Mira es éste. —dijo mientras extendía la pantalla de su móvil con una fotografía de un chico

Quizá pudiese llegar a uno de los chicos mas lindos que mis ojos habían presenciado o... quizá no.

Be happy with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora