𝚄𝙽𝙴𝚇𝙿𝙴𝙲𝚃𝙴𝙳 𝙻𝙾𝚅𝙴

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟾

SeokJin miró por la ventana, desde en la tarde no había parado de llover, se inclinó más hacia adelante, su apartamento estaba apenas en el segundo piso, se inclinó más hacia adelante, pero la calle estaba vacía. Resopló de mala manera. Era ridículo, no esperaba que JungKook apareciera en su casa y armara un escándalo. Si eso sucedía solamente él tendría la culpa, había retado a la bestia.

A propósito, ese día había salido a medio día con el pretexto de ir a conseguir unos datos financieros sobre un edificio que la empresa quería derrumbar y modernizar. Se tomó todo el día. A pesar de las consecuencias que posiblemente esto traería, no andaría como un cachorro asustado atrás de JungKook simplemente porque él lo había amenazado.

Se preparó mentalmente para las consecuencias, lo primero que pensó es que JungKook aparecería en su casa.

No lo hizo.

Lo siguiente que supuso fue que, al no descubrirlo en la empresa, llamaría a TaeHyung y le contaría toda la verdad.

Jamás sucedió.

Acababa de hablar con TaeHyung y él no le mencionó nada, por casualidad, pregunto si él y su amigo tendrían planes esa noche. TaeHyung simplemente le contesto que desde en la mañana JungKook le dijo que tenía una cita, TaeHyung había reído y comentado que estaba ansioso por conocer a esa persona, puesto que desde hacía unos años no había visto a JungKook así, que ese alguien debería de ser especial porque JungKook había vuelto a sonreír. Ni siquiera había comprendido lo que quería decir, porque inmediatamente TaeHyung cambio el tema, como si hubiera dicho demasiado.

Miró su reloj, eran las nueve todavía, pero su supuesta cita tendría que haber sido tres horas atrás, ya había pasado tiempo suficiente como para que JungKook hubiera actuado. Pero seguía sin tener noticias.

—¡Ah! A mí que mierda me importa lo que haga ese hombre. —se dijo a sí mismo.

Pero volvió a ver el reloj. Después su celular. Nada; y esta espera lo estaba matando. Camino hacia la puerta, se puso una chaqueta, zapatos, tomó un gorro y un paraguas. Ni siquiera tuvo tiempo a pensar que estaba haciendo. En menos de veinte minutos estaba de regreso en el edificio del grupo Kim. Dejo su coche estacionado unos bloques más atrás, tomó su paraguas y camino hacia su destino y no podía creer lo que sus ojos vieron.

¡JungKook seguía ahí!

Fuera del edificio. El techo del edificio lo resguardaba de la lluvia, pero no del frio. Estaba vestido elegantemente, con una gabardina color café claro que le llegaba a las rodillas, pantalones grises claro y zapatos a juego.

Siempre le han quedado bien los colores claros, pensó, pero aparto rápidamente esos pensamientos. JungKook levanto la vista y lo miró, como un león que estaba a punto de atrapar a su presa, camino hacia él, los transeúntes se apartaban de su camino para dejarlo pasar.

Estaba furioso.

—¿Tienes idea de la hora que es? —acuso JungKook deteniéndose frente a él.

—Eso es lo que debería preguntarte. —dijo SeokJin colocando la sombrilla más hacia adelante para que alcanzará a cubrir a ambos. —¿No tienes algo mejor que hacer? —la verdad, el que JungKook siguiera aquí era toda una sorpresa y SeokJin no sabría decir en realidad como se sentía respecto a ello.

—¿Recuerdas lo que te dije que te iba a suceder si me desafiabas?

SeokJin sonrió, no sabía porque él no creía en que JungKook en realidad cumpliera esa promesa.

—Yo no prometí que vendría ¿O sí? —retó. JungKook iba a dar una contestación mordaz, pero cambio de idea.

—Pero viniste. —las palabras de JungKook eran más como un susurro.