"El camino hacia la perdición" [Taekook]

Capítulo cuatro

A veces odiaba no tener amigos para poder distraerse, le costaba hacer amigos y es que hasta parecía que ni sus propios compañeros del coro querían hablarle. No sabía si eso se debía a sus padres que no eran tan bien vistos en el pueblo, sobre todo por su papá que por su carácter fuerte se había peleado con fácilmente más de la mitad del pueblo.

La gente muchas veces murmuraban cosas de su familia pero a él en realidad no le importaba, porque si él pudiese también murmuraría de su propia familia.

Quizás por eso está tan desesperado en caerle bien a Taehyung y había estado enfrente de un espejo practicando por horas de qué hablar para no aburrirlo. Tenía cero habilidades sociales, pero en serio quería volver a sentir que tenía un amigo, solo un amigo, no pedía nada más.

Estaba cansado de la monotonía, de la soledad de sus días, de que su vida se tratara solo de hacer ejercicio, ir a la iglesia, leer la biblia, cantar en el coro y dar clases en una "escuela" -si así se podía llamar- en donde asistían niños que se les dificultaba muchas materias o que no tenían dinero para asistir a una escuela de verdad. Lo de dar clases si amaba con toda su alma, sobre todo cuando se sentía querido por todos sus pequeños alumnos pero que no lo malentiendan, él también amaba ir a la iglesia y cantar en el coro, solo que deseaba un poco más de emoción a su vida dentro de los parámetros que permitía Dios.

Luego de haber practicado por unos varios minutos más, respiró y salió de su cuarto.

Caminó hacia la cocina con la intención de ayudarle a su madre, aprovechando que su padre no estaba en casa. La encontró cortando algunos vegetales y frutas para la comida.

—Deja te ayudo —Dice Jungkook con una sonrisa intentando tomar el cuchillo junto con lo que ella picaba pero esta no lo soltó sacudiendo la cabeza en negación.

—No, sabes que a tu papá no le gusta verte haciendo esas cosas.

—Mi papá no está aquí, deja que te ayude, te ves cansada.

—No, Jungkook, ya basta, ya sabes lo que le pasó al hijo de Dongyeon por hacer cosas de mujeres.

—Lo que le pasó al hijo de Dongyeon por hacer cosas de mujeres —Coreó cansado Jungkook junto a su madre sabiendo perfectamente lo que esta diría, era lo que todo el tiempo le recordaban— Pero yo no soy el hijo de Dongyeon, no me volveré gay por ayudarte —La mirada que le lanzó su madre le dió a entender a la perfección que no iba a ceder ante sus palabras.

Suspiró cansado mientras se sentaba en el comedor junto a la cocina viendo como su madre cocinaba tan cansada y lo doloroso que se le estaba haciendo. Su corazón se rompió, odiaba verla tan cansada con todo lo que le tocaba hacer en la casa.

—Te levantaste más temprano de lo usual —Comenta su madre intentando sonreír para que su hijo no estuviera tan preocupado— ¿A qué se debe?

—Solo me quise levantar más temprano a hacer ejercicio, creo que eso haría que me rindiera más el tiempo —Mintió.

No quería que su madre le contara a su papá que se comenzaría a ejercitar con Taehyung. Su padre por alguna razón que no entendía odiaba a Taehyung, siempre lo miraba de arriba a abajo con desaprobación y siempre le advertía a Jungkook que se dejara de juntar con ese niño "raro", pero Jungkook siempre de pequeño buscaba la forma o excusa para seguir hablando con Taehyung y es que no lo podemos culpar, el castaño era el único amigo que este tenía, el único que lo hacía sentir normal.

Ahora no sabía si se iba a seguir sintiendo de la misma forma con Taehyung porque lo poco que ha socializado con él no ha sido tan bueno. Ahora tenían tan poco en común y sus pensamientos eran tan distintos que chocaban regularmente pero seguía queriendo que fuera su amigo. No sabía qué tan desesperado se veía pero de verdad quería tener un amigo, estaba cansado de vivir sin alguien a quien comentarle sus miedos e intereses.