[¹³]

1.5K 166 21
                                    

La misión que tanta preocupación causaba en el corazón de Kazumi finalmente había concluido, por lo que la llegada de sus amados hermanos ya estaba cerca.

Con rapidez terminó de hacer el almuerzo, pues suponía que el equipo vendría con mucha hambre por lo que los compensaría con una buena comida hecha en casa.

— ¡Ya vienen! — la voz dulce de su aprendiz resonó por toda la casa, la rubia apagó la estufa y salió rápidamente a la entrada de su hogar.

— ¡Apurate, mami! — ordenó el pequeño Aikawa, el cual estaba estaba terminando de ponerse sus sandalias para salir.

Una sonrisa divertida se plasmó en el rostro de la mayor tras ver la emoción de su hijo, el cual parecia estar estresandose al ver cómo su madre se ponía con calma aquellas sandalias ninjas.

Kazumi tras asegurarse de portar sus armas shinobis cargó a su hijo y salió de su casa con la Hyuga atrás de ella, se aseguró de poner los seguros correspondiente al lugar para después ir lo más rápido posible a la entrada de la aldea.

Había estado impaciente por verlos, y durante todos los días que sus pequeños hermanos estuvieron fuera su corazón sufría en silencio, el miedo de que algo les pasara y los perdiera era algo que la agobiaba todo el tiempo.

Cuando llegó a la entrada bajó a su hijo, le acomodó su ropa para después ponerse de pie y mirar con anhelo el camino.

— Están a pocos metros — informó la Hyuga mientras jugaba con sus manos a causa de los nervios que le causaba el volver a ver a aquel rubio que tanto quería.

— Tranquila, Hinata — la mayor posó su mano en la cabeza de la menor para transmitirle calma.

Cuando sus hermanos pronto fueron divisados la alegría empezó a inundar los corazones de los jóvenes, el temor que agobiaba a la Aikawa desapareció y la felicidad la suplantó.

Tanto Sasuke como Naruto al ver a aquella joven que los cuidó por años olvidaron lo que pasó en la misión y corrieron a los brazos de la mujer, la cual se agachó mientras extendía sus brazos.

Cuando los menores sintieron el calor que Kazumi emanaba pequeñas lágrimas se asomaron en sus ojos, pues en aquella pelea que tuvieron solo hubo un solo miedo, y ere no poder volver a ver a aquella que renunció a todo por ellos, por criarlos, por amarlos.

— Mis niños — susurró la mayor aferrándose a los Genin's.

Sakura miró con incredulidad el hecho de que su amado se mostraba tan débil a lado de aquella mujer, pese a que le explicaron algunas cosas seguía sin entender completamente.

— Algo pasó — afirmó la Aikawa mientras se separaba y dejaba que su hijo abrazara a sus tíos — Kakashi — la voz que usó para llamarlo causó cierto escalofrío en el mayor.

Aquel miedo que sintió el peliplateado fue borrado dejando paso a la sorpresa al recibir un abrazo por parte de aquella que cuidó como a una hermana.

En esos momentos la Haruno se sintió excluida, pues la Hinata abrazaba a Naruto y Takeo se aferraba a Sasuke, el cual sonreía intentando calmar a su sobrino.

La pelirrosa mordió su labio al sentir que ese no era su lugar, sintió que ella no debía de estar en ese equipo, que inicialmente debía de ser de la Hyuga, no de ella.

— Sakura — la voz de Kazumi la sacó de sus pensamientos, antes de que pudiera decir algo los brazos de la Aikawa la envolvieron en un cálido abrazo — me alegra que estés bien.

El corazón de la menor se rompió al escuchar aquellas palabras, sus padres no habían ido a recibirla, ni siquiera la habían despedido de una manera buena, y el recibir aquella muestra de afecto de la rubia le hacía sentir especial, le hacía sentir querida.

My Sweet Peace » [Uchiha Itachi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora