Escencia

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Sofía se fué unos minutos después de que hablamos... Fuí a preguntarle al doctor encargado que si sabía de la tía de Tamara.

-Si ¿Margaret Trovksy?- pregunta el doctor

¿Trovsky?

-Supongo que si- detengo un poco mis palabras

-Déjame revisar su informe y en un momento te aviso ¿Eres pariente?- pregunta el doctor

-No, soy amiga de la pariente- sonreí

-La paciente... ¿Tamara Trovsky?-

-S... S... Si-

-Déjame lo checo-

-Gracias-

Volví al cuarto de Tam y estaba despierta viendo al vacio.

-Hola Tam- la saludé con una gran sonrisa

Ella se quedó sin hablar, solo fijó su vista al pie de la cama y de alli no se movio.

-¿Tam estás bien?- pregunté muy triste, seguí sin tener respuesta, me empecé a preocupar...

Unos minutos después llega el doctor con una cara alargada.

-¿Señorita Trovsky?- pregunta el doctor tratando de llamar la atención de Tam. Obviamente no recibió la atención de Tam. Me sacó de la habitación y me dijo que la dejara descanzar, que esa noche la tendrían en observación. Me informó sobre el terrible fallecimiento de Magaret...

¿Le dolerá la muerte de Margaret a Tam? ¿Qué pasará con Tam?

Me despedí del zombi de Tamara y salí del hospital rumbo a mi casa, eran las 4:00 a.m. Por Dios mis padres han de estar muertos de la preocupación. Cuando llego a mi casa mi mamá estaba llorando en el sillón de la sala y mi padre sentado en el comedor.

-¡Niña dónde te has metido!- gritó desesperadamente mi madre mientras se levantaba y caminaba hacia mi.

-La tia abuela de Tam murió y Tamy tuvo un pequeño accidente que la llevó al hospital, la acompañé, estuve todo el tiempo con ella- expliqué

-¿Y está bien Tamara?-pregunta angustiada mi madre

-está bien, pero algo perdida y confundida-

-Nos preocupaste- mi madre me abrazó muy fuerte y no me soltó en mucho tiempo

-¡No quiero que en la vida vuelvas a hacer eso!- me soltó y me gritó todavía más mi madre

Mi padre se levanta de la mesa y sube las escaleras hacia su cuarto y azota la puerta.
Mi madre me castigó, no me va a dar permiso de salir con "amigos" por el resto de mis dias. Vaya castigo... Ni tengo amigos.

Mi padre no me volvió a hablar en todo el fin de semana, me evitaba como si su vida dependiera de ello. El domingo en la tarde me mandaron a la tienda para comprar unas verduras y no recuerdo que más. Según los informes, Tamara ya debería estar en su casa pues solo la tendrían en observación 1 noche, iré a visitarla para asegurarme que esta bien.

-¿Tam?- toqué la puerta de su departamento unas cuantas veces

Una muchacha abrió la puerta, tenía ojos café oscuro y el cabello corto lacio.

-Si ¿Qué se te ofrece?- pregunta

-Hola, soy Sara, vengo a ver a Tamara- me pongo seria

-¿Sara? Oh... Es un gusto, soy Isa- extendió su mano para saludarme

-Isa.. ¿Qué tal?- sonreí

-Pasa por favor- sonríe muy calurosamente

Me senté en el sillón de la sala e Isa me ofreció un vaso con agua.

-¿Cómo está Tamara?- pregunté muy angustiada

-La verdad, está mal, la oigo llorar aveces, pero... No me deja entrar a su cuarto, lo cierra con seguro- dice con los ojos llorosos

-¿Tam no come?-

-Come muy poco, las pocas veces que he podido entrar a su cuarto está pintando pájaros o ángeles y le dejo platos de comida, le doy un abrazo y me voy, pero a todo eso no ha dicho ni una palabra- explica Isa

-¿Pinta?- me sorprendo

-Desde chica le a gustado dibujar y pintar y era muy buena, pero lo dejó... Desde ayer que regresó se encerró en su cuarto y no paró de pintar, no se si siquiera a dormido- dice preocupada

-¿Puedo pasar a verla?- pregunto muy apresurada

-Claro, aunque no te aseguro que hable- se le suelta una lágrima

Me guió a su cuarto y ¡Milagro! Su puerta estaba abierta, cuando entro había 3 lienzos en su cama con pájaros volando o con ángeles dando la espalda mostrando unas magníficas alas. Isa me dejó a solas con ella.

-¿Tam?- me acerqué

Una chica pálida con ojeras y vendajes en las muñecas y parte en los brazos pintaba un lienzo en el que había un angel en cuclillas en el suelo tapándose la cara extendiendo sus alas y una pequeña luz alumbrando su alrededor. Que triste imagen.

Me senté a lado de Tam, y sus ojos estaban completamente perdidos en la pintura.

-Tam... Por favor voltéa a verme-

Su mirada no cambió.

-¿Tam?- mi voz se empezó a entre cortar

Esa mirada... Esa mirada... Una mirada de muñeca, fría, sin vida.

-¡Tam!- grité más y le toco la mano con la que está pintando, mueve la mano rápido y me golpea con su brazo en la cara.

-Tranquila Tam-

Rayó un poco la pintura al momento de golpearme, su mirada no cambia y entonces, empieza a mover su mano por toda la pintura hechando a perder tan magnífico dibujo manchando de blanco todo.

-Tamara ¡Tranquila!- trato de detener su mano, pero su fuerza le gana a la mia, sigue rayando al angel. La suelto, me voy atras de ella y la abrazo sosteniendo su mano izquierda contra ella y es entonces cuando empieza a darme codazos con el brazo izquierdo y empieza a dar pequeños gritos, agarro su otra mano y también la puse sobre su pecho y es ahí cuando empieza a dar patadas y dar gritos horribles.

-Tamara ¡cálmate!- grité mientras seguía agarrándola

-¡Aaaaaaaah!- grito todavía más fuerte y sus pies empezaron a empujar todo y su cuerpo empezó a balancearse hacia los lados

-¡No me toques! ¡No me toques!- gritaba

-¡Basta!- la solté, me volví hacia ella y le di una cachetada para hacerla responder. -Ya basta- la abracé muy fuerte

-¿Sara...?- sollozó

-Tam... -

-Murió Margaret- un estallido de lágrimas surgieron de sus ojos

-Lo se, lo se- acaricié su cara

-Antes de su infarto le grité que se muriera- rompió mas en llanto. - A pesar de todo, ella fue la única en "aceptarme" ella me dio techo, comida, cama y ropa... A pesar de sus creencias ella fué la única en recibirme-

En ese momento me di cuenta, sus padres no la enviaron con Margaret por que querían que le inculcaran la religión, la enviaron con Margaret por que ningún otro familiar o amigo quería recibir a un homosexual en su casa... Y es cierto, a pesar de todo, Margaret la cuidó.

-¡Todo es mi culpa!-

-No Tam, escuchame, no es tu culpa, eres un ser humano, uno con sentimientos, uno fuerte, uno hermoso de todas las formas posibles... Nada es tu culpa-

Sus ojos cambiaron de vacio a dolor, un dolor que hasta a mi me causo locura. Tamara...

Caí En Tus AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora