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Unas horas antes…

Por primera vez en años se atrevió a retar a su padre, después de tantos años soportando sus maltratos, por fin hacía algo para defenderse y defender su honor.

Había recibido ya muchos golpes solo porque cantó en la boda del hijo de el jefe de su padre, y aunque conquistó a la audiencia, su padre la odió aún más.

—Ya te soporté suficiente. Sal de aquí —dijo furioso el hombre mientras su esposa intentaba calmarlo.

Lisa camino despacio por el golpe recibido en su pierna.

—¡Ya mismo vete!

—¡Ya voy! —gritó irritada.

—¡Y de vuelve todo lo que compraste con mi dinero!

Lalisa dejó todas sus pertenencias en el suelo: su teléfono, su reloj, su collar.

—Solo una cosa más imbécil —se atrevió a hablar—. Me voy para siempre, y cuando sea exitoso vendré únicamente por mamá.

—¡Niña insolente, ¿no fueron suficientes golpes para ti?!

Mientras su madre le dió tiempo para escapar Lalisa salió corriendo, pero cayó en la piscina sin fijarse y apenas salió a tiempo. Siguió corriendo escondiéndose en el jardín del vecino el cual terminaba de quitar todo de fiesta concluida de su hijo que le gustaban las princesas.

Entonces vio la oportunidad perfecta para huir, agarró el vestido de la princes y se mezclo entre ellos para que cuando todos estuvieran despidiéndose ella huyera.










[…]

Todo era elegante, sus empleados le preparan todo, incluso para servirse de comer. Ella estaba harta de todo eso quería simplemente huir a una vida más normal y menos controlada.

—Me encargué de anotarte en el dormitorio de la universidad, así que ya no debe preocuparse por eso señorita Park —mencionó su asistente—. Se deberá quedar todos los fines de semana en el hotel con su madre. Tal y como ella lo ordenó.

—¿Cada fin de semana…?

—Sabe que su madre se preocupa por usted.

La rubia asintió deprimida, estaba harta de vivir encerrada, de no tener a nadie con quien platicar o divertirse. Y por eso aprovecharía que estaban en el aeropuerto para huir.

Y que mejor que ir a la casa de una de sus únicas amigas, si es que no es la única en realidad.

—Iré al baño a cambiarme. Esto no será cómodo para un viaje de diez horas.

Una vez en el baño, puso en marcha su plan. Se cambió lo más rápido que pudo, sacó otra mochila grande donde escondió su maleta y saco grandes cantidades de dinero para viajar. Luego se puso una peluca negra y salió de ahí con unos lentes puestos y un gorra, vistiendo un pans deportivo.

Se cubrió con discreción de su asistente y su guardaespaldas que estaba esperando afuera por ella.

Con los nervios de punta se apresuró a subir a un taxi y finalmente dió la dirección de su mejor amiga.









[…]

Corría tan rápido como podía con el estrés acumulando se cada vez más. Había recibido la llamada de una vecina diciendo que estaban sacando las pertenencias de su casa.

Jennie sintió el alma irse cuando vio un camión con todas sus cosas.

—¿Qué creen que hacen? —preguntó a los sujetos.

¿A quién amas realmente? [Jensoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora