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Los ojos de Jennie se aguadaron en cuanto escuchó esas palabras.

—¿P-Por qué lo dices?

—Un día, mi mamá me vio jugando contigo y notó que parecía muy inepta, así que fue ella quien habló con tu madre para que pudieras permanecer más tiempo conmigo, y ahora desde el cielo se ha asegurado de que no te fueras de mi vida —sonrió, dándose vuelta para mirar su techo.

Jennie en cambio, no dejó de mirarla.

—Tan solo le bastó verte para saberlo. "Sí, ella lo hará bien. Es dulce, inteligente, bondadosa, será la amiga perfecta para Jisoo". Estoy segura que pensó eso y por eso se aseguró de que nunca nos separemos.

—Eso es lindo.

—Pero… mamá no tuvo en cuenta una cosa.

—¿Qué cosa?

—Que quien tiene que cuidar de quien, soy yo a ti.

Jennie bufó.

—Es broma Jendukie. En realidad lo que no tomo en cuenta es que no serías la única que cuidaría de alguien, porque desde que te volviste mi sol brillante, no hubo un solo día que no dejé de esforzarme por proteger tu luz… Cuando nos reunamos en el cielo, le agradeceré por elegir tan bien.

Volteó a ver a su su mejor amiga, pero sintió su corazón acelerarse al ver que era un mar de lágrimas.

—¿P-Por qué lloras? Pareces un bebé llorón.

—¡Porque eso fue muy lindo, y lo arruinaste idiota! —empezó a saltarle golpecitos sobre su pecho.

Jisoo empezó a reír intentando defenderse de su mejor amiga.

—¡Deja de reír!

Eso solo hicieron las carcajadas de Jisoo ser más fuertes.

—Ugh, tonta. Me iré a dormir al altillo.

—Espera Jendukie, no te quise molestar.

—Buenas noches, Jichu —le dio un besito de buenas noches en la frente y después huyó.

—Per-

Se fue dejando solita Jisoo, no porque estaba enojada. Simplemente sentía un enorme peso al saber que su madre seguía con vida.








[…]

La mañana siguiente Jisoo se encontraba afuera en su jardín en espera de Jennie. Pues aunque estaba ofendida por haber sido abandonada en la noche de esa forma, aún quería estar a su lado.

Jennie sonrió al ver a Jisoo siendo poco disimulada.

—¿Vas a la universidad?

—¿Me esperabas?

—¿Qué? Claro que no. Pero solo porque insistes podemos ir juntas.

La castaña sonrió más grande.

—Bien, pero esta vez, vayamos caminando.

—¿Segura?

—Sí, quiero pasar tiempo a tu lado. Antes de que Irene vaya a ocupar todo tu tiempo durante el mes.

—Oh, entiendo… —murmuró.

—Prometo contarte los mejores chistes para el camino —le extendió la mano sonriente.

—D-De acuerdo la aceptó sintiendo la calidez y suavidad de su mano cubriendo perfectamente la suya.

—Por cierto, el otro día hablando de mi madre, me puse a ver unas cuantas fotos y vídeos. Me di cuenta que verdad la extraño más de lo que pensaba…

¿A quién amas realmente? [Jensoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora