{12}

852 127 39
                                    

Rosé, puso un plato de ramen enfrente de Lisa, pero a juzgar por su apariencia no se veía realmente bien. Sin embargo, apreciaba que la australiana la sacara de la recámara después de tanto tiempo intentándolo.

—¿Qué es esto Rosie?

—Prúebalo, ¿si? No has comido en todo el día.

La tailandesa apenas lo probó sintió que iba a vomitar de lo salado que estaba, corrió al baño para escupirlo en el inodoro, bajo la mirada tírate de Rosé.

—Lo siento es la primera vez que cocino —murmuró cuando la chica volvió a sentarse a su lado.

—No te preocupes Rosie, está bien. Creo que puedo comerlo —quiso hacer un esfuerzo.

Y antes de poder llevar otro bocado, el mensaje de Jisoo diciendo que las veía en el restaurante del padre de Irene para comer y beber la salvó.

—Bueno, creo que mejor me lo termino después… para no llenarme.

Rose sonrió tomando a Lisa de la mano y prácticamente la arrastró después de tomar su suéter. Era la oportunidad perfecta para animar a la tailandesa.









[…]

Cuando Jisoo bajó de su motocicleta con Jennie se encontró justo de frente con sus demás amigas y sonrió saludándolas con la mano, mientras Jennie bajaba y saludaba por igual.

Sin embargo, Jisoo reconoció el auto de su padre estacionado frente al establecimiento y no pudo hacer más que suspirar pesado.

Miró a Irene con vergüenza por la presencia de su padre. El señor Kim estaba reclamándole al padre de señor Bae sobre su deuda del local.

—Comamos en otro lugar —sugirió para No tener que escuchar la discusión ni tener que ver a su padre.

Pero Irene prefirió quedarse en su lugar viendo en que momento meterse para defender a su padre.

—Tú eres el desconsiderado —se quejó el padre de Jisoo—. Querías esperar a que Irene empezará la universidad, ¿ahora me vas a decir que espere hasta que se consiga un trabajo estable y no de medio tiempo en el que la obligaste a estar para poderme pagar?

Todos quedaron en silencio tenso.

—Aumentas el monto ridículamente.

—Te dije que el precio en esta área subió hace dos años. ¿Por qué debo perder por dejarte? Podría cobrarte hasta el triple de lo que me pagas, pero no lo hago porque me apiado de ti. Fui bueno contigo porque nuestras hijas son amigas, pero no quiero cometer el mismo error que cometí y me suceda como hizo la madre de esa amiguita de Jisoo —gruñó—. Estoy considerando seriamente que las amistades de mi hija no vengan con familias endeudadas.

Jisoo suspiró pesadamente, mientras que Irene apretó los puños con mucha molestia y Jennie bajaba la mirada.

Apenas la discusión terminó, el padre de Jisoo iba a salir por lo que Lisa se apresuró a tomar a Jennie y a Rosé de la mano para esconderlas. Sabía que el señor Kim no tenía buena impresión de ellas más que de Rosé, pero si la veía seguramente llamaría a sus padres y sería el fin para la libertad de la australiana, que por cierto, estaba siendo locamente buscada por su personal y casi todo Australia.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó más que nada dirigiéndose a Jisoo e ignorando la presencia de la ojiazul, que realmente parecía querer golpear al padre de la más alta.

—Venimos a comer —respondió simple.

—Mmm, bueno. Y por cierto… sobre la cena de la otra vez —se cruzó de brazos—. Debes disculparte con tu madre y-

¿A quién amas realmente? [Jensoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora