Una historia de rencarnada por: Nakahara Chuuya

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Han pasado 6 meses y Chuuya se unió oficialmente a la mafia.

Dazai y él hicieron una gran actuación de ellos acabando con el GSS en menos de una noche y Mori no pudo dejar pasar la oportunidad de reclutar a Chuuya.

La verdad, si se hizo un poco del rogar para que Mori lo dejara poner condiciones y lo hizo, fueron 2 muy simples: Reubicar a las ovejas en un lugar seguro y su salario, incluso si vuelve a estar en un escalón bajo de la mafia, las habilidades de Chuuya le da el derecho de negociar algunos cuantos miles de yenes más.

En momentos como este, Chuuya está agradecido de ser puesto en el negocio de las joyas en su vida pasada, ahora es genial negociando y con el dinero.

Además, va a tener que mantener a 3 niños, Yumeno no está siendo considerado porque no lograron encontrarlo antes que Mori.

Pero está todo bien, incluso si se queda en la mafia se van a asegurar de que tenga una infancia decente.

Chuuya sale de la habitación luego de estrechar la mano de Mori y con un contrato en manos, su jefe le dijo que volviera mañana para presentarle a una persona.

Chuuya está emocionado de volver a ver a Kouyou.

Mientras camina por los pasillos para salir de la mafia, siente como es jalado hacia una habitación.

Es un armario de limpieza, mira al culpable y no se sorprende al ver a Dazai.

—¿Qué quieres?—

—¿Estás bien? ¿No te paso nada?— Le pregunta palpando el cuerpo de Chuuya en búsqueda de heridas.

—Estoy bien, tranquilo — Por alguna razón, Dazai ha estado siendo muy paranoico respecto a la seguridad de Chuuya.

Así Chuuya llegue aunque sea un poco tarde a alguna reunión con Dazai este se volverá fatalista respecto a su estado. Chuuya lo entiende, sabe que debe estar nervioso porque ya murió antes, pero no deja de ser algo molesto.

Dazai suspira aliviado y abraza a Chuuya como ya se le hizo costumbre.

—Eso es genial, ¿Ya eres parte de la mafia?—

—Si, ¿Y cómo estuvo tu día?—

—Fue horrible ¿Puedes darme besitos para que me sienta mejor?— Chuuya se ríe, Dazai le hace cosquillas frotando su mejilla contra su cuello.

—¿Por qué fue malo?— Chuuya toma el rostro de Dazai en sus manos, acaricia suavemente sus pómulos con los pulgares y Dazai cierra felizmente los ojos.

—Es malo porque no estabas conmigo—

Chuuya apoya su frente contra la de Dazai.

—¿De verdad solo por eso?—

—Bueno, eso y que perdí un cargamento con valor de medio millón de dólares en armas — Dazai besa a Chuuya.

El pelirrojo se separa para responder.

—¿Qué?—

—Shhh, detalles, lo encontraré antes de que Mori se entere—

—Regresa al trabajo —

—Pero quiero estar contigo—

Chuuya suspira y besa su frente.

—Osamu, cariño, tienes que trabajar y solucionarlo antes de las 7 ¿No recuerdas que haremos hoy?—

Dazai se emociona al escuchar su nombre y luego un "cariño", así que obedientemente escucha lo que Chuuya quiere decir.

—Si, hoy vamos por Atsushi —