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Rimbaud mira a ambos niños, ambos miran el suelo como si hubieran cometido crímenes de guerra... O roto el jarrón favorito de su hipotética madre.

—Jefe ¿Qué sucedió?—

Mori solo sonríe.

—Nada muy grave, estaban jugando y se cayeron, es solo que Yumeno se asustó y me busco para revisar a Atsushi —

Rimbaud asiente.

—Muchas gracias Jefe, lamento las molestias—

—Para nada, soy doctor después de todo— Mori y da un par de palmaditas en el hombro a Rimbaud —Solo diles lo que pasó a Dazai y a Chuuya cuando regresen de sus misiones —

Luego Mori se va.

Rimbaud mira a los niños y luego los abraza a ambos.

—Oh por... ¿Están bien ustedes dos? ¿Se lastimaron en algún lado? ¿Les duele algo?—

Yumeno es el primero en romperse, comienza a llorar aferrándose con sus manitas al abrigo de Rimbaud.

—Abuelito ¡No quise hacerlo! ¡Perdón!— Solloza —No quería lastimar a Atsushi-nii—

Rimbaud se confunde un poco por eso, mira a Atsushi y este también parece a punto de llorar.

—Abuelito, yo soy el culpable, no pude proteger a Yumeno, soy inútil ¡Pero no quiero volver al orfanato! ¡Perdón!— Ahora es Atsushi quien llora.

Rimbaud mira a ambos niños nuevamente y acaricia sus rostros.

—Hey, tranquilos ustedes dos, nadie va a dejar de quererlos ni los va a enviar a lugares peligrosos ¿Bien?— Usa una voz tranquila para decirlo — Ustedes dos son niños amados y nada va a cambiar eso ¿Lo entienden?—

Rimbaud los levanta y se sienta con ellos en un sillón de su oficina, acaricia cariñosamente sus cabellos mientras los deja desahogarse.

Está así hasta que Dazai entra a la oficina 10 minutos después.

—¡Niños! ¿Están bien? ¿Están heridos? ¿Cuántos dedos ven? ¿Aún tienen la sensación del gusto y el olfato? ¿Les duele algo?— Dazai parece bastante alarmado, Mori le dijo que Atsushi y Q habían tenido un pequeño accidente.

Dazai se apresura y básicamente toma a los niños de los brazos de Rimbaud y los abraza con fuerza.

—Es-estamos bien Dazai-san— Murmura Atsushi.

—Te quiero mucho papá —

Dazai se toma un momento para analizar, toma a Yumeno por el rostro y lo mira a los ojos.

—¿Me llamaste papá?—

Yumeno asiente.

—¿Estuvo mal?—

—No, no, no, no, no, no, está perfecto, soy papá, es más ¡Si me vuelves a llamar por mi nombre, entonces moriré de tristeza! ¡Escuchaste Rimbaud! ¡Me dijo papá!— Dazai abraza a Yumeno, se siente tan feliz que por un momento olvidó que estaba preocupado.

Rimbaud mira a Dazai y piensa que debe sentirse bonito.

"¿Cuándo Chuuya me llamará papá?" Piensa con cierta tristeza.

Atsushi mira a Dazai abrazar a Yumeno tan cariñosamente y solo mira al suelo.

Chuuya dijo que podía llamarlos "papá" si él quería.

Una historia de rencarnada por: Nakahara ChuuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora