12

2.2K 303 111
                                    


Cuando es cerca de la hora del almuerzo ve a Dazai llegar tomando la mano de un niño.

—¡Chuuya! ¡Chuuya!— Grita completamente feliz, Chuuya conoció a Yumeno hace una semana.

El niño suelta a Dazai y corre hasta el pelirrojo abrazando sus piernas.

Chuuya le acaricia el cabello.

—Hola Yumeno ¿Cómo has estado?—

—¡Bien!— Yumeno sonríe —¡Vamos a jugar! ¿Podemos?—

Chuuya levanta a Yumeno en brazos mientras niega.

—No, hoy te voy a presentar a alguien especial y luego iremos de compras —

—¿De compras?— Pregunta Yumeno.

—Sí, vamos a comprarte ropa, juguetes y mucho más—

—¿Por qué?—

—Porque te queremos— Es su respuesta —Ahora despídete de Dazai—

El castaño se acerca y Yumeno lo abraza aún desde brazos de Chuuya.

—¡Adios!—

Dado que Dazai no ha sido abusivo con él en esta vida, Yumeno se encariño mucho de él.

Dazai sonríe.

—Disfruta tu paseo Yumeno—

Dazai también se despide de Chuuya con un beso y el pelirrojo se va con el niño.

El viaje es bastante animado, Yumeno le cuenta a lujo de detalle como le fue en la semana.

—Y entonces Dazai puso ese polvito blanco y el volcán hizo ¡Paaaaaw! Y salió espuma—

—Oh, eso suena genial ¿Y sabes por qué el volcán hizo eso?— Chuuya y Dazai discutieron un pequeño programa de estudio para Yumeno.

No están seguros de ponerlo en una escuela regular hasta que puedan proveerle de ayuda psiquiátrica, Dazai dice que la bipolaridad de Yumeno es algo con lo que llegó a manos de Dazai.

También quieren esperar a que todos aprendan a manejar sus habilidades decentemente antes de hacerlos ir a un lugar tan caótico cómo la escuela.

En fin, Yumeno le explica la reacción química que hizo ese pequeño experimento posible y Chuuya lo elogió por haberlo explicado tan bien.

No les toma mucho tiempo llegar a la casa de Rimbaud.

—Recuerda que vamos a conocer a alguien especial, entonces tienes que ser amable— Le recuerda mientras abre la puerta.

Yumeno asiente, su mano sujeta firmemente la chaqueta de Chuuya.

Cuando están dentro de la casa, Chuuya llama el nombre de Atsushi y luego se escuchan pasos de alguien corriendo.

—Chuuya-san— Saluda el niño de cabello blanco —Bienvenido—

Chuuya estira su mano y le revuelve el cabello.

—Hola, mira, te voy a presentar a alguien— Chuuya mira a Yumeno —Saluda—

Yumeno mira a Atsushi con una gran sonrisa.

—¡Hola! Soy Yumeno Kyusaku, tengo 6 años ¿Podemos jugar juntos?—

Atsushi juega con sus manos ligeramente nervioso.

—Hola, yo soy Nakajima Atsushi, tengo 11 años y sí, supongo que podemos jugar más tarde —

Una historia de rencarnada por: Nakahara ChuuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora