Una historia de rencarnada por: Nakahara Chuuya

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Chuuya mira a Atsushi devorar plato tras plato de Chazuke cómo si esta fuera a ser su última cena.

Y Rimbaud simplemente le acerca más y más platos diciendo que tiene que comer más para crecer grande y fuerte.

Chuuya solo lo mira con rencor.

—¿Aún sigues enojado por qué te empujé?— Pregunta Rimbaud.

Chuuya simplemente lo ignora.

—Chuuya...—

—No, Nakahara para ti—

Rimbaud parece algo dolido por eso.

—Vamos muchacho, sabes que te adoro, perdóname — Dice —Solo estaba emocionado por ver a mi nieto —

Atsushi levanta la vista del chazuke.

—¿Nieto?— Pregunta con una expresión de absoluta confusión.

Rimbaud mira a Atsushi.

—Sí, soy lo más cercano que Chuuya tiene a un padre ahora mismo, entonces tú eres mi nieto — Explica.

—¿Soy hijo de Chuuya-san?—

—Si, eso pasa cuando eres adoptado por alguien, Dazai y Chuuya te adoptaron, ¿No se lo explicaron Chuuya?—

—No queríamos abrumarlo tan pronto — Responde el pelirrojo.

Atsushi mira su chazuke ¿Tiene padres? ¿Tiene un abuelo? Chuuya y Dazai lo trataron bien y Rimbaud parece ser muy amable ¿Tiene una familia ahora?

Dazai también mencionó algo sobre una familia y todo pareció tan natural, como si Atsushi perteneciera ahí.

—Chuuya-san— Murmura, se siente tan extraño, siente el pecho como si fuera a llorar, pero no está triste o asustado.

—¿Si Atsushi?—

—¿Debo llamarlos a usted y a Dazai-san "papá"?—

Chuuya se sorprende ante esa pregunta, pero luego suspira.

—Solo si te sientes cómodo, no vamos a forzarte a ello— Responde.

Atsushi sigue mirando el plato de chazuke.

—Bueno— Levanta su plato —¿Puedo tener más chazuke?—

Rimbaud asiente y toma el plato.

—Pero este será el último — Indica Chuuya —Si comes demasiado puedes enfermarte—

Chuuya le permitió repetir plato varias veces porque lo vio muy delgado, pero tiene que poner un límite.

Atsushi asiente.

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Chuuya ve a Atsushi salir del baño con una pijama, Dazai compró ropa en varias tallas para que Atsushi tuviera que ponerse cuando llegara a la casa, estuvieron probando algunas pijamas hasta que alguna le quedó correctamente.

—¿Estás cómodo con esta Atsushi?— Pregunta Rimbaud terminando de colocar un juego de sabanas nuevo en la cama que ahora sería de Atsushi.

—Si, la tela es muy suave — Dice con una sonrisa.

Chuuya mira atentamente si esa es la talla correcta, mañana quiere llevar a Atsushi y a Yumeno a comprar ropa luego del trabajo.

Tiene dinero ahorrado porque tuvo algunos trabajos informales durante los 6 meses libres, Rimbaud también insiste en darle una mesada por las tareas del hogar que hace.

No importa cuanto Chuuya se niegue y diga que es lo mínimo que puede hacer dado que Rimbaud le permite vivir gratis en su casa, el adulto sigue poniendo dinero en su cartera cuando está distraído.