Todo parecía marchar normal, hasta que...
¡Achu! - estornudó la pequeña rubia, haciendo que el termómetro que estaba en su boca volara, literalmente.
Salud - respondió la azabache, dándole un pañuelo desechable
36.8. No es tanta la fiebre, conejita, pero lo mejor será ir con un doctor - mencionó el rubio.
A penas escuchó la palabra "doctor", Emma corrió a esconderse en su armario.
¡No! ¡Al doctor no!-.
Emma, sé que odias ir a los hospitales, pero yo no puedo hacer más que esto, ya hice todo lo que conozco y nada te quita el resfriado y la fiebre-.
Los doctores son malvados, te dan medicina que sabe a calcetines y te clavan agujas en el cuerpo - dijo desde su armario.
Los medicinas saben mal por los ingredientes que tienen para prepararlas, ¿recuerdas cuánto odias las espinacas? - la niña hizo un sonido de asentimiento - Pues las espinacas son como las medicinas, saben mal, pero tiene vitaminas que ayudan a tu cuerpo (gente, llámenme rara pero yo nunca odié las espinacas, todo lo contrario, es una de las cosas que más me gusta comer)-.
¿Y qué hay de las agujas?-.
Esas agujas se llaman inyecciones, mi amor, y son más que todo para curar resfriados - respondió la azabache.
Marinette se levantó de la cama y fue a tocar la puerta del clóset - Pequeña, a mí también me dan miedo las inyecciones, pero era lo único que realmente curaba mis resfriados. Anda, sal y vamos al hospital, tu papá y yo entraremos contigo para que no tengas miedo-.Pero...-.
Nada de "peros", conejita - la interrumpió su padre - Un doctor es la mejor opción para curarte ese resfriado, y como lo dijo Mari, estemos contigo durante la revisión-.
Está bien - la niña sacó su pequeña mano y su madrastra la tomó para llevarla al baño y vestirla más presentable para ir al médico.
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Al llegar al hospital, Emma sé aferraba con fuerza al cuello de la Dupain mientras los adultos esperaban en el sala de espera.¿Emma Agreste? - dijo la secretaría y la niña habría salido corriendo si la ojiazul no la detiene
Aquí - respondió Adrien
La doctora Tsurugi los antenderá ahora-.
Muchas gracias - respondieron ambos adultos, entrando con la rubia.
Buenas tardes, soy Kagami Tsurugi - una mujer japonesa de ojos cafés, cabello azabache corto y cuerpo delgado se presentó - Deben ser los padres de Emma-.
Exacto - respondió el ojiverde.
Muy bien, cuéntenme qué síntomas tiene Emma-.
Estornuda mucho y tiene fiebre - dijo Marinette
Bien. Emma, sube a la camilla por favor-.
La ojiceleste temblaba de sólo pensar en lo que aquella mujer le haría, no podía mover ni un músculo, Kagami notó esto, por lo que le hizo señas a la madrastra para más o menos explicarle a Emma lo que realmente iba a hacer.
Sé que te doy miedo, Emma, pero no te haré daño, mira, lo único que yo quiero es saber que es lo que tienes y ayudarte ¿me permites?-.
Emma lo pensó, pero accedió de todas formas, se subió a la camilla y esperó indicaciones.
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[ᴀᴜ ᴍʟʙ] ||¿ꜱᴇʀÍᴀꜱ ᴍɪ ᴍᴀᴍɪ?|| {ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ}
Fanfiction⚠ Advertencia ⚠ Este fanfic fue realizado cuando su creadora (ósea yo 😛) era una adolescente inexperta. Se recomienda discreción con los primeros capítulos. Por culpa de una noche de copas, Adrien Agreste se convierte en padre junto a su mejor ami...