La araña cruel

Capítulo 37: Estás haciendo esto demasiado fácil

La primera semana de junio, el último día antes de que Annabeth y Percy regresaran al campamento para el verano. También fue uno de los peores días del año para ellos. No solo porque era el último día agotador en el mundo de los mortales; eso era un hecho. No, este día en particular resultó ser especialmente horrible. Todo comenzó cuando Percy fue a la escuela de Annabeth en la ciudad, donde se encontró cara a cara con porristas mutantes.

" ¿Estás nervioso?" Riptide se preguntó mientras Percy estaba fuera de los límites de la escuela, contra la puerta. El hijo de Poseidón se encogió de hombros.

"No realmente", respondió. "Es solo una película".

" Quise decir sobre el campamento " .

"Oh... en realidad no", afirmó.

" Claro ", no sonaba convencido. " Porque te fuiste con la mejor de las intenciones."

"Bueno, o van a ser idiotas, a lo que estoy acostumbrado, o me van a evitar, a lo que también estoy acostumbrado. Las únicas personas allí que importan son Silena, Beckendorf y tal vez Clarisse, en un buen día. Incluso eso es empujarlo ".

La puerta se abrió, indicando que su día escolar había terminado. Al principio no salió mucha gente, y la mayoría iba a vaciar sus casilleros. Percy entró para encontrarse con Annabeth adentro, y dejó de hablar con la nada.

" ¿Y qué hay de la rubia?" se preguntó la espada. " ¿Qué vas a hacer si se burlan de ella?"

" Patearles el trasero, a quien sea que lo haga", afirmó Percy. " Eso es lo que haría un buen novio".

" ¿Eres un buen novio?"

" No voy a responder a eso", pensó Percy mientras giraba hacia una escalera y pasaba junto a un grupo de chicas de aspecto pijo. Trató de imaginar a Thalía con uno de los uniformes de la escuela privada y decidió que prefería ver a Polifemo desnudo que intentar imaginárselo.

" Está bien, ¿entonces qué pasa si ella no quiere que lo hagas? ¿Qué pasa si quiere pelear sus propias batallas?"

" Bueno, yo... nunca lo pensé así."

" Por supuesto que no", bromeó Riptide. " Además, en tu condición, dudo que seas capaz de hacer frente a nadie".

" ¿Qué quieres decir con 'mi condición'? Estoy completamente curado", pensó Percy, frunciendo el ceño y atrayendo miradas de las chicas con las que pasaba. " Podría enfrentarme a cualquiera".

" Escucha, hermano... tal vez deberías relajarte, es todo lo que digo".

"... Lo tendré en cuenta", prometió Percy cuando vio la cola de caballo de cabello rubio con mechas grises. Él se acercó a ella.

Annabeth había estado esperando ansiosamente el final del día. Era el último día que tendría que lidiar con este estúpido mundo mortal durante al menos un par de meses.

"¿Vas a casa a cortarte un poco más?" otra chica dijo tonterías al otro lado del pasillo, en referencia a las cicatrices en los brazos y piernas de Annabeth de sus muchas batallas. "¿O vas a visitar a ese 'novio' que dices tener?"

Annabeth respiró hondo y se mordió el labio mientras pretendía hurgar en su casillero para vaciarlo. " Solo aguanta..." se decía eso muchas veces.

"¿Tu madre nunca te enseñó a mirar a alguien cuando te habla?" continuó la chica, ya que esta era su última oportunidad de hablar cosas duras en todo el año. "¡Oh, espera, es cierto! Ella te abandonó, porque eres un inútil-"