Anne estaba leyendo el periódico con la intención de encontrar alguna oferta laboral que se ajustara a sus capacidades. Fue entonces cuando encontró un anuncio bastante extraño en la sección de empleos.
"SE BUSCA ASISTENTE EJECUTIVA PARA UNA EMPRESA IMPORTANTE..."
«¿Qué?», pensó, cuando vio los requisitos solicitados: "con personalidad fuerte" y otra exigencia decía "resistencia emocional", «¿era una broma?», «¿estaban buscando a una asistente personal o un soldado universal?»
En realidad, no importaba, ella necesitaba del trabajo, y lo intentaría de todas formas. Miró el periódico con poco entusiasmo, pedían a alguien con un título universitario, eso era algo que jugaba en su contra, aunque ella ya casi estaba graduada y solo le faltaba la tesis.
Aunque... un título era un título y pesaba en la hora de buscar trabajo, suspiró, se sentó en el ordenador, preparó un currículum atractivo, lo imprimió y luego fue a dormir, mañana temprano iría a la entrevista.
Eran las 8 de la mañana cuando Anne llegó a un edificio extremadamente lujoso, al parecer la empresa era una multinacional de importación, cuando se acercó a la recepción en la planta baja se anunció con la bella mujer que estaba hablando por teléfono.
—Buenos días, he venido para una entrevista.
—¿Para ser asistente del CEO? —espetó la mujer mirándola de pies a cabeza.
—Así es.
—De acuerdo, suba al décimo piso, deberá dejar su currículum en el departamento de recursos humanos.
—Está bien, muchas gracias.
Anne subió por el ascensor hasta el décimo piso, cuando se acercó a la recepcionista, ella le sonrió amablemente y preguntó que necesitaba.
—Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar?
—Buenos días, he venido a postularme para el cargo de asistente.
—Ah, sí, entrégueme su currículum y aguarde por favor.
—De acuerdo —espetó y le entregó su carpeta, luego fue a sentarse al lado de otra joven que al parecer se estaba postulando para el mismo puesto.
Marcus firmaba unos papeles cuando entró Frank, él era su chofer ya hacía 4 años, más amigo que chofer en realidad, aunque ahora estaba haciendo de asistente personal mientras conseguían a otra persona.
—Señor, aquí le traigo los currículums de las candidatas para el puesto de asistente del CEO —él le entregó 2 carpetas.
—¿Solo dos?
—Usted no es el jefe más popular que digamos.
—Ya veo —revisó la primera carpeta y la descartó diciendo— esta no, parece que ya ha estado en muchas empresas, no me fío de alguien que se pasea por todos lados y nunca dura en un empleo.
Miró el siguiente currículum y vio la foto de la joven, le pareció familiar, leyó sus datos y levantó una ceja.
—Esta mujer, tráemela.
—Pero es la que menos preparación tiene.
—Quiero verla —espetó firmemente.
—De acuerdo —respondió Frank, su jefe no repetiría esa orden.
Anne aguardaba un poco inquieta a que le dieran alguna respuesta, cuando le avisaron de que debía subir hasta el vigésimo sexto piso para la entrevista, las manos ya le sudaban por el nerviosismo. Llegó hasta la recepción del piso que le indicaron, respiró hondo, sujetaba su bolso para que no notaran que le temblaban las manos.
—Buenos días, me dijeron que tendría una entrevista en este piso —la mujer la miró un poco raro y luego le dijo.
—¿Es usted la nueva asistente?
—No lo sé, he venido para la entrevista.
—Ah, ya veo, pase a la oficina del CEO, la están esperando.
Anne entró a la oficina que le indicaron, esta no era su primera entrevista, pero se sentía como si lo fuera.
—Buenos días —espetó al entrar, la persona que tenía que entrevistarle estaba sentado en el escritorio del CEO, así que «¿sería entrevistada por el mismísimo jefe?», tan solo pensar en ello la hizo temblar, cuando el hombre giró la silla para mirarle sus temblores cesaron, pero solo a tiempo de que le diera un ataque del corazón.
—¿Así que usted es la señorita Sanders...?
Marcus la miró con detenimiento, era más bella de lo que recordaba, y ahora que estaba arreglada hasta se veía muy sexy, de pronto el sermón que le quería dar por haberle hecho perder un contrato de millones de dólares ya no parecía ser una prioridad, ella se veía tan inocente y esperanzada.
—Señor... lo del café...
—Supongo que perdió su trabajo —espetó con indiferencia.
—Sí.
—¿Por qué debería contratarla? Si ni siquiera puede hacer un café —él no tenía ninguna intención de darle el empleo, solo la estaba provocando.
—Porque soy una persona muy trabajadora y responsable —espetó convincentemente.
—Este trabajo es muy demandante señorita Sanders —argumentó.
—Le prometo, señor, que cumpliré con todas mis obligaciones y las exigencias de este empleo, si me da la oportunidad, por supuesto —él la miró por un instante, ella parecía desesperada y entonces le vino a la mente una idea algo despreciable, pero a su vez muy atractiva.
—¿Está segura de ello, señorita Sanders?, mis horarios pueden ser muy rigurosos —le indicó como última advertencia, si decía que sí, ella misma estaría firmando su sentencia.
—Señor, necesito el trabajo, prometo que no le fallaré.
—De acuerdo, el trabajo es suyo, puedes pasar con el departamento de recursos humanos para firmar los papeles necesarios para hacerlo formal, ya puedes retirarte —le indicó con una sonrisa maquiavélica.
—De acuerdo..., muchas gracias, señor —espetó algo sorprendida.
Anne salió de la sala sin comprender por qué exactamente fue contratada, su rival era una persona muy capaz, con mucha más experiencia y tenía un título, sin embargo, la habían elegido a ella.
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Asistente Personal Del CEO ✔ (EXTRACTO GRATUITO) PB#1
RomanceMarcus Daniel Castle el playboy narcisista multimillonario más famoso de la ciudad, siempre se salía con la suya. Sus habilidades para el negocio eran tan excepcionales como legendarias. El atractivo empresario nunca perdió un trato, bueno...eso fue...