¿Y Gustabo? [Gustabowl]

Depuis Michael Hope

—Nada -dijo Horacio sentandose en el sillón y poniendo alguna basura de programa-.

—Nada -dijo Conway dando vueltas pensativo- los Gambino no tienen cambios en su estilo de vida, nada que de señales de que tengan a Gustabo.

—Talvez no está aquí o... puede... que lo hayan... -aprieta entre sus manos el control remoto-.

—Ni siquiera lo pienses.

No puedo quedarme de brazos cruzados y solo preguntar por Gustabo o vigilar de lejos, tengo que infiltrarme, pero si le digo a Conway no me lo va a permitir, ni siquiera Michelle debe enterarse.

—Tendremos que meter presión -sugirio Conway- contactaré con Trucazo.

Si habla con él no podré hacer nada...

—Primero tendríamos que hablarlo con la señorita Evans, si no le informamos de nuestros movimientos va a matarnos.

Gruñe —Es verdad -coge el teléfono y marca un numero- Michelle -se aleja encerrandose en el baño para más privacidad-.

Entre mis cosas agarre mi celular y mis ahorros, gracias a Gustabo aprendí a como pasar desapercibido si nos busca la policía, así que espero no sea tan complicado escapar de la vista de Conway.

Salí por la ventana en las escaleras de emergencia, baje lo más rápido pero silencioso posible, tengo al menos 15 minutos para alejarme antes de que Conway se de cuenta que no estoy.

//UN AÑOS DESPUÉS//

Huí de Conway hace un año, fue complicado porque tuve que cambiar de identidad y estilo de vida, la idea era infiltrarme en la mafia de Los Gambino para sacar información, tenía que ser muy cuidadoso para que no me descubrieran.

Entre gracias a que aparente ser un desempleado y Heredia me dicho para que hiciera entregas de pirulas, me fui ganando la confianza de todos, incluidos de los más difíciles: Igor, Hai, Fedor y sobre todo Carlo Gambino. Para él todos son potenciales peligros, pero logro tener su amistad al punto de que me invitaban a sus reuniones, pero debía ser cuidadoso con Conway, podría notar a un nuevo miembro en la mafia y sabría que soy yo, así que estuve lo más escondido posible, me excuse con todos de que no quería que mis padres se "avergonzarán" de que su hijo andaba en malos pasos.

Si realmente estuviera infiltrado cómo agente tendría una pila de informes que valdrían millones, pero no es mi prioridad.

La espera rindió sus frutos...

—Michael -llamo Toni- queremos pedirte algo de suma importancia.

—Eres el único de nuestros hombres que la policía no conoce -prosiguio Carlo- así que si te vas de la ciudad te verán como una persona normal ¿Estás dispuesto a aceptar está misión?

—Completamenta ¿Que tengo que hacer?

Le da un boleto —Toma, es para hoy en la noche, no deberías tardar mucho en llegar -le pasa un papel- estas son las coordenadas. Sabemos lo fiel que eres así que te confiamos está misión, debes cuidar a una persona por al menos un mes, está enfermo y nosotros no podemos ir.

—¿Enfermo? -intenta no mostrarse preocupado- ¿Debo llevar algún tipo de protección?

—Con un cubrebocas y gel antibacterial bastan, ya que tienes inmunidad a ese virus... o al menos eso pudimos ver... no queremos que te confíes, pero tampoco dejes que se muera.

—Confien en mi, estará en buenas manos.

Salí del hospital ya que por alguna razón decidieron hacer la reunión aquí para despistar a cualquiera, la excusa era buena porque aparentemente Salinas hizo una estupidez y tuvieron que traerlo... aun que pensándolo bien talvez ellos causaron el accidente para tener una razón para venir.

El boleto era para Londres ¿Ahí es donde te encuentras, Gustabo?

Al caer la noche fui al aeropuerto y el avión me llevo hasta mi destino, revise la ubicación que me dejó Carlo y fui con una moto que tome prestada, llegué hasta una cabaña en el bosque, está alejado y parece ser seguro. Baje y toque la puerta, estaba nervioso al escuchar pasos pero al abrirse la puerta fui recibido por un Gustabo con las mejillas rojas y un arma en mano, levanté las manos.

—¿E~eres Hope?

—Si, soy yo.

Da media vuelta volviendo al sillón —Les dije que puedo cuidarme solo -tose-.

—Solo están preocupados, lo que tienes a matado a mucha gente -cierra la puerta tras él y deja su mochila a un lado del sillón- ¿Cómo te sientes? -posa una mano en la frente del teñido de naranja- no está tan mal.

—Te vas a enfermar -le da un pequeño empujón para que se aleje-.

—Soy inmune -no puede evitar sonreír al tener enfrente a la persona que tanto ama-.

—¿Porque me miras tanto?

—Me preocupa tu salud.

—No -ríe- te preocupa lo que mis novios puedan hacerte si muero.

—Novios...? -se le borra la sonrisa-.

—Exacto, soy lo más preciado que tienen, así que piensa bien en tus movimientos, porque puedo hacer que te maten.

Suspira —Tranquilo, no te pasará nada. Es tarde debes dormir.

—¿Ahora tengo un horario? -alza la ceja con una sonrisa retadora- tú no me mandas.

—No, pero ahora soy tu enfermero, te lo que velar por tú salud, tienes que dormir adecuadamente, así que... a dormir.

Rueda los ojos —Estúpido Hope -se levanta y camina hasta la habitación azotando la puerta-.

Ríe —Solo se volvió un poco malcriado, pero sigue siendo el mismo.

Horacio se quedó dormido en el sillón, no era el más cómodo pero en peores lugares había dormido, pero se despertó al escuchar leves sollozos, se tallo los ojos y fue hasta la habitación tocando la puerta, pero no espero una respuesta, solo entro.

—¿Está todo bien? -camina hasta el sentandose en la cama-.

—Tuve una pesadilla, eso es todo, ya vete déjame dormir -le da la espalda y cierra los ojos-.

—Note como ocultaste algo bajo la almohada.

Aprieta las sábanas —No es nada, tengo un celular más viejo que tú y yo juntos. Tuve una pesadilla, eso es verdad, pero revise el móvil viendo si no recibí más amenazas.

—¿Amenazas? ¿Pueden rastrear el celular?

—No, claro que no, solo... alguien intenta encontrarme porque piensa que soy de su propiedad y... estoy arto de él, por eso estoy en lo más recondito del bosque, aquí no me encontrará.

Frunce el seño —¿Quien es?

—Solo te diré que tiene un nombre muy parecido a una marca de productos de limpieza.

El Cleaner...